Orden de captura contra tres personas más por masacre de niños en Caquetá

Según los investigadores, la vecina de los menores de edad estaría involucrada y sería el cerebro del macabro plan para asesinarlos.

La Fiscalía emitió orden de captura en contra de tres personas más quienes estarían involucradas en el homicidio de los hermanos Deinner, Laura Jimena, Juliana y Samuel Vanegas Grimaldo, asesinados en su propia casa en la vereda Las Brisas de Florencia, Caquetá, el pasado 4 de febrero. Se trata de Luzmila Artunduaga, vecina de la familia Vanegas y esposa de Silvio Martínez, con quien tenían un pleito por una invasión de tierras, y quien según las autoridades habría sido el cerebro del plan. Esta mujer, al parecer, contactó a un hombre que trabajaba con ella, Edison Vega García, (ya capturado) a quien le dio la orden de asustar a la familia, esto para obligarlos a entregar sus terrenos.Después de esto Vega buscó a Jaider Urueña (falta por capturar) quien vivía en la vereda Las Brisas, y fue quien se encargó de contactar a los sicarios Cristopher Chávez Cuéllar, alias desalmado, y Enderson Carrillo Ordóñez, alias Chencho, quien se entregó en la mañana de este lunes. Los dos llegaron en moto a la casa de los Vanegas. Según la Fiscalía, Cristopher disparó contra los cuatro niños a quienes les ordenó que se pusieran contra el piso y les propinó los tiros de gracias uno por uno, mientras alias Chencho custodiaba que nadie llegará ni se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo en la vivienda. Lea también:Fiscalía expide órdenes de captura por masacre de niños en Caquetá Todos los implicados serán judicializados por los delitos de homicidio agravado, hurto agravado, concierto para delinquir y porte ilegal de armas, y según la fiscalía se enfrentan a penas de 50 años de prisión. El pago del dineroSegún el fiscal General de la Nación, Luis Eduardo Montealegre, el móvil del asesinato se desencadenó por una disputa de un terreno de 400 metros cuadrados en la capital caqueteña. Además, hay una venganza por motivos personales, ya que “de tiempo atrás habrían existido agresiones personales mutuas entre las dos familias”. Aseguró además que uno de los capturados confesó el crimen y fue quien confirmó que les pagaron 500 mil pesos por cometer el asesinato. "Tenemos la certeza de cómo ocurrieron estos hechos, de cómo fue el modus operandi, de qué personas participaron, porque además de las pruebas practicadas por Fiscalía y la Policía se logró una confesión de una de las personas que intervino, uno de los sicarios". De acuerdo con la confesión, el pago de los 500 mil pesos se hizo como adelanto de una suma de un millón de pesos que les ofrecieron a los sicarios para llevar a cabo el crimen. Para llegar a toda esta información los investigadores trabajaron durante dos semanas, y determinaron que los sicarios hurtaron además el computador de los niños, documentos personales y otras pertenencias de la familia Vanegas Grimaldo. En el allanamiento realizado por las autoridades fue encontrada la moto y un computador que fue hurtado la noche del crimen. "La Fiscalía y la Policía encontraron la moto que fue utilizada como instrumento para la comisión del delito. Además de la moto, en la casa de uno de los autores materiales se encontró un computador hurtado en la casa de los niños", explicó el fiscal Eduardo Montealegre. Y agregó que “en un análisis técnico de una llamada que se consideró sospechosa por informaciones que dio la ciudadanía, logramos hacer un cruce de líneas telefónicas y a partir de ese análisis se comienza la ruta hacia el esclarecimiento de estos hechos”, dijo el Fiscal. Además de la obtención legal de las grabaciones telefónicas, el Fiscal resaltó la colaboración de la ciudadanía en la zona donde se presentaron los hechos y el testimonio del niño sobreviviente para el esclarecimiento de la masacre.