La historia de la mujer condenada a casi 14 años de prisión por robarse un pollo asado

En Bogotá, Sandra del Pilar fue condenada a 13 años y 8 meses en prisión por robarse un pollo asado. La mujer, que permanece recluida en la cárcel El Buen Pastor, contó que tomó esta decisión luego de enterarse de que su hijo se había desmayado en el colegio por hambre.

Luego de ser sorprendida en el establecimiento comercial, “me llevan a la parte de seguridad, llega la Policía y me dicen que tengo que ir para la Unidad de Paloquemao”, contó a City Noticias.

Ella y su esposo pasaron pocas horas en la unidad policial, pues luego del trámite fueron dejados en libertad. Sin embargo, justo cuando la situación económica de la familia estaba mejorando, descubrieron que tenían cuentas pendientes con la justicia. 

Según Sandra, habían emprendido un negocio familiar de comidas, y un día fueron requeridos por las autoridades de Bogotá en medio de una pelea que se presentó con terceros.

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“Empezamos a hacer antipasto, a hacer empanadas y me hice conocer. Yo vendía desayunos, almuerzos, empanadas, arreglaba fiestas de 15 con mi esposo”, aseguró la mujer. 

Debido al conflicto que se presentó, los uniformados de la Policía les pidieron a Sandra y a su esposo sus cédulas, pero al revisar los antecedentes judiciales de la pareja, les pidieron que los acompañaran. 

Fue en ese momento cuando les informaron que tenían un requerimiento judicial por casi 14 años de cárcel por haberse robado el pollo asado. 

Sandra del Pilar ya ha pagado cuatro años de su condena y actualmente se desempeña como profesora en el centro penitenciario, buscando una reducción de pena. Además, es n representante de derechos humanos y trabaja por la comunidad al interior de la prisión para mujeres.

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Su esposo, también condenado, se encuentra detenido en cárcel La Picota en difíciles condiciones de salud. "Si mi esposo sale vivo de la cárcel, es un milagro. Si logramos pasar esto juntos, los dos, es un milagro”, dice la mujer de 52 años. 

La mujer espera que su caso sea revisado nuevamente y, finalmente, volverse a reunir con su hijo, que ahora tiene 17 años, su esposo y su familia.