Muerte de capo de Sinaloa fortalece a Felipe Calderón

La caída de ‘Nacho’ Coronel ocurrió entre acusaciones persistentes de que el Gobierno favorecía a este cartel.

La muerte de uno de los principales jefes del Cartel de Sinaloa en un enfrentamiento con el ejército mexicano es uno de los mayores golpes asestados a la más poderosa organización del narcotráfico en México, desde que el presidente Felipe Calderón lanzó su ofensiva militar contra el crimen organizado en el 2006.Ignacio ‘Nacho’ Coronel, supuesto fundador del tráfico de metanfetaminas en México, murió en las afueras de la ciudad de Guadalajara, capital del estado occidental de Jalisco, informaron las autoridades. Coronel era el número tres del Cartel de Sinaloa, luego de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, el hombre más buscado en México, e Ismael ‘El Mayo’ Zambada.El embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, felicitó al Gobierno mexicano por el operativo. El hecho “demuestra la determinación y capacidad de México para debilitar las redes criminales de los carteles de las drogas”, indicó un comunicado de la embajada.La nota recuerda que Coronel fue señalado en 2005 por EE.UU. como “traficante de narcóticos, especialmente designado” y se promulgó una orden de arresto y extradición. En 2009 se emitió una acusación formal por tráfico de drogas y conspiración.La acción militar afectará considerablemente la capacidad operativa y la distribución de drogas de la organización al mando de Guzmán, dijeron fuentes militares.La caída de Coronel ocurrió entre acusaciones persistentes de que el gobierno de Calderón parecía estar favoreciendo al Cartel de Sinaloa, o no golpeándolo de igual manera que a otros grupos del narcotráfico, los cuales han sufrido capturas y bajas como las de dos de los hermanos Beltrán Leyva. Esas acusaciones han sido rechazadas con firmeza por el presidente y sus principales funcionarios policiales, quienes mencionan el arresto en el 2009 de Vicente ‘El Vicentillo’ Zambada, hijo de Ismael ‘El Mayo’.Este arresto es el mayor golpe a los carteles mexicanos desde que el capo Arturo Beltrán Leyva y seis de sus guardaespaldas murieron el 16 de diciembre del 2009 en un operativo de la Marina mexicana.