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Los retos que deberá enfrentar el proceso de paz durante el 2014

Humberto de la Calle dijo antes de viajar a Cuba que se agudizará la controversia al inicio del periodo electoral. Hoy se reinician diálogos.

13 de enero de 2014 Por: Redacción El País, Bogotá

Humberto de la Calle dijo antes de viajar a Cuba que se agudizará la controversia al inicio del periodo electoral. Hoy se reinician diálogos.

Con las elecciones al Congreso y la Presidencia andando y la expectativa sobre si este año habrá un acuerdo final, los delegados del Gobierno y las Farc retoman hoy los diálogos en La Habana, en medio del ‘fuego cruzado’ que advierten diversos sectores y el propio Gobierno con la intensificación del discurso en esta campaña política.No en vano, y minutos antes de viajar a Cuba, el jefe negociador Humberto de la Calle Lombana llamó al debate responsable entre los partidos políticos sobre el tema de la paz y pidió una “discusión leal” a quienes se oponen al esfuerzo del Gobierno por ponerle un punto final al conflicto armado. Y es que son muchas las cábalas que ya se manejan en torno a cómo será el desarrollo de los diálogos de paz, máxime cuando la primera premisa del presidente Juan Manuel Santos que “las negociaciones se medirán en meses no en años” ya no pudo cumplirse.Hasta el momento las partes han llegado a acuerdos (parciales) en dos puntos de una agenda de cinco puntos. El primero, sobre el tema de desarrollo rural y el segundo, de participación en política. Ahora el punto que está sobre la mesa es el de la solución al problema de las drogas ilícitas, el cual comenzó a ser explorado en noviembre del año pasado. Quedan aún en el tintero los del fin del conflicto y el de víctimas y verdad.En su momento, los analistas coincidieron en que el plazo que había dado el Jefe de Estado de noviembre de 2013 para llegar a un acuerdo final fue la primera imprecisión de este proceso, ya que, incluso el mismo presidente del Congreso, Juan Fernando Cristo, aseguró en su momento que a los diálogos “no se les puede poner fechas fatales”.Con base en esto, el proceso completó en noviembre del 2013 un año y solamente avanzó en dos puntos, de los cuales quedaron algunos pendientes que, según se ha dicho, son elementos clave para poderlos desarrollar en la eventualidad de firmar un acuerdo final.En este sentido, el exministro de Gobierno Armando Estrada Villa explicó que si bien se ha llegado a acuerdos en dos puntos fundamentales, es evidente que éstos aún están completos, por lo que dijo que este representa el primer reto del proceso en este año.“En el tema del agro quedaron pendientes los asuntos más difíciles como son la suerte de los grandes latifundios, la inversión agraria extranjera y otros temas cruciales”, aseguró el exministro, quien agregó que “lo que se acordó en este punto fue lo más simple”.Se refirió al tema de la participación en política, del que anotó que “lo que se acordó se puede lograr sin tanta discusión”, por lo que llamó la atención en que este año hay que avanzar en “el estatuto de la oposición y la reintegración de las Farc a la vida política”, temas que considera los más ‘espinosos’.No obstante, los analistas coinciden en que el proceso avanza en un ritmo normal y que “se está cumpliendo con la agenda” tal y como lo aseguró el exprocurador Jaime Bernal Cuéllar.El extitular del organismo de control aseguró que “hay que seguir rodeando al proceso y mirar qué acuerdos se pueden lograr este año, los que faltan de la agenda” y aclaró que la dinámica de los diálogos es buena y se mostró optimista que al finalizar este año haya un acuerdo.El presidente del Congreso, Juan Fernando Cristo, dijo a su turno que el mayor reto que tiene el proceso este año es mantener el ritmo de las conversaciones y aseguró que “creo que en este primer semestre se podrán evacuar los temas del narcotráfico y el de los derechos de las víctimas, los demás quedarán para más adelante”.Sin embargo, Estrada Villa dijo que “hay que tener un optimismo moderado y no desbordarnos, porque hay retos enormes que aún son materia de discusión”.Elecciones y procesoOtro elemento que no dejaron de lado los analistas es el proceso electoral que ya camina en el país y que en marzo y mayo definirán la nueva composición del Congreso y el nombre del nuevo Presidente o la reelección del actual Mandatario.Sobre este aspecto, existen miradas divergentes en torno a la eventual influencia que tendrán la campaña y las elecciones en los diálogos.Hay quienes advierten que en el discurso proselitista hace rato está presente el tema de la paz y eso queda en evidencia con la bandera de la oposición al proceso que ya izó el expresidente Álvaro Uribe.En este sentido, el exmagistrado Eduardo Cifuentes recordó que el proceso catapultó a Uribe “para que tomara las banderas de la oposición, enfocada al tema de la paz”, lo que a su juicio llevó la campaña a que se diera un “enfrentamiento por la paz y la guerra”.Ese pulso entre quienes apoyan el proceso y quienes no lo aceptan es interpretado por el excomisionado Camilo Gómez como una capitalización en busca de apoyos, para lo cual observó que “uno ve que el Gobierno intenta jugar a la polarización y el uribismo hace lo propio” y “se estigmatizan tanto a los que hablan a favor, como en contra de la paz”.Pero el tema electoral no queda ahí. Para el politólogo Fernando Giraldo el proceso de paz depende mucho de cómo van a quedar las fuerzas políticas en el Congreso después de las elecciones y la reelección del presidente Santos.“El proceso debe ajustarse a las nuevas realidades políticas que se presenten después de las elecciones”, aseguró Giraldo, quien explicó que “si el movimiento del expresidente Uribe logra mayorías, unos 18 senadores, el proceso encontrará en el Congreso una fuerza beligerante que podrá obstaculizarlo”.Otro elemento que trajo a colación fue la reelección, de la cual dijo que “si el presidente Santos continúa en el poder comenzará un nuevo mandato sin los afanes de hacer nuevamente campaña, por lo que si observa que el proceso no está avanzando puede decidir entre continuar o acabarlo”.Entre tanto, la presidenta del Polo y candidata a la primera magistratura, Clara López también se refirió a la reelección como un elemento que afecta el proceso.“Un reto sería separar el interés que existe de utilizar el proceso de paz como herramienta de la reelección”, aseguró López, quien agregó: “Lo que pasa es que el Gobierno es el único que tiene acceso a la información de los diálogos y cualquier decisión puede ser utilizada a favor del Presidente. Eso es una ventaja”.Cosa diferente piensa el presidente del Congreso, Juan Fernando Cristo, quien se mostró confiado que después de los procesos electorales, los diálogos de La Habana van a tener un nuevo aire.Manifestó que el proceso depende mucho del mandato claro que le dé el pueblo al Jefe de Estado y, según advirtió, eso solo se consolida “con un triunfo del Presidente en primera vuelta”.Otro que observa que las elecciones indudablemente influenciarán los diálogos es el exministro Estrada Villa, quien da un giro al insistir en que es inevitable dicha interferencia.Por eso, reconoció que “así como se va a hablar de educación, seguridad ciudadana, la campaña se va a ocupar en el acuerdo y por esto hay que conocer las propuestas sobre los costos de la misma y el futuro del postconflicto”. El caso de alias ‘Julián Conrado’ Minutos antes de partir hacia La Habana, para iniciar el ciclo número 20 de conversaciones con la delegación de las Farc, Humberto de la Calle Lombana, jefe negociador del Gobierno, hizo un llamado al debate responsable sobre los temas de paz y habló sobre el traslado a Cuba del guerrillero ‘Julián Conrado’.“Somos conscientes que algunos colombianos se oponen a esas conversaciones, recibimos las críticas con respeto. Entramos ahora en un periodo electoral en el que la controversia sobre lo que ocurra en La Habana se agudizará. Estamos preparados para eso, pero queremos una discusión leal", dijo De la Calle y pidió a los contradictores “no inventar mitos ni tejer falsedades”.En su declaración, dijo que el proceso está construido sobre unas bases sólidas que lo convierten en serio, digno, realista y eficaz. “Serio porque trabajamos sobre la base de una agenda previamente acordada, digno porque la Mesa se rige por el respeto a la contraparte y a las reglas de juego, realista porque todo lo que hacemos está enmarcado dentro del espíritu de nuestra Constitución y eficaz, porque busca acuerdos concretos para ponerle fin al conflicto”. Sobre el traslado a Cuba del guerrillero ‘Julián Conrado’, quien estaba preso en Venezuela, aseguró De la Calle que fue llevado hasta la Isla por razones humanitarias. “Las Farc pueden proponer y llevar a cabo cambios en su delegación. El mismo Gobierno Nacional ha llevado nuevas personas a la mesa de negociaciones en La Habana. En el caso de alias ‘Julián Conrado’ mediaron consideraciones humanitarias”, sostuvo el Jefe negociador.

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