La llegada de personas de África a Colombia no es un fenómeno nuevo: Human Rights Watch

Samson Noel (seudónimo), de 30 años, abandonó Camerún después de que el gobierno camerunés matara a su padre, según contó a Human Rights Watch. Dos meses después, el grupo de personas con las que viajaba, en su mayoría haitianos, tomó la ruta de Capurganá a Canaán Membrillo a través del Tapón del Darién.

Todos lograron superar las laderas empinadas y resbaladizas de la ‘Loma de la Muerte’ y, en su segundo día caminando por la selva, sufrieron una emboscada. Nueve hombres armados y con la cara cubierta, algunos con ropa de estilo militar, los hicieron tirarse al suelo, les pidieron 100 dólares y vaciaron sus mochilas. A Samson le quitaron 500 dólares, junto con su celular, artículos de aseo y zapatos. Los hombres golpearon y amenazaron de muerte a quienes tenían poco o nada de dinero, comentó Samson.

Como él, según el informe titulado ‘Este infierno es mi única opción’, elaborado por Human Rights Watch, este año han cruzado el Tapón del Darién personas de más de 70 nacionalidades y el control de la zona lo tienen integrantes del Clan del Golfo, quienes anualmente ganan 60 millones de dólares por las extorsiones y cobros a los migrantes que cruzan la selva.

En entrevista con El País, Martina Rapido Ragozzino, asistente de investigación senior de Human Rights Watch, explicó por qué el Tapón del Darién es paso obligado para migrantes, habló del papel de Colombia en esta problemática y contó por qué, desde hace muchos años, el continente Americano es tan atractivo para los africanos y asiáticos.

¿Cuál es la principal conclusión de este informe?

Yo diría que la principal conclusión que podemos extraer de este primer informe sobre el cruce de migrantes y solicitantes de asilo por el Tapón del Darién es que las restricciones de movimiento de los países a través de la imposición de visados, que a menudo son promovidas por los Estados Unidos, no han generado una baja en el número de personas que están migrando, sino que al contrario han motivado a estas personas a tomar rutas peligrosas como el Tapón del Darién.

¿Cuáles son las medidas que Estados Unidos ha fortalecido para evitar la llegada de migrantes irregulares a su territorio?

Nosotros lo que hemos hecho a lo largo de la investigación fue fijarnos en el impacto que tiene la imposición de visados en países como México y América Central. Tenemos conocimiento que son medidas adoptadas, en muchas ocasiones, por promoción de Estados Unidos. Es decir, desde Estados Unidos conversan con estos países y se imponen este tipo de visas.

Por ejemplo, en el caso de los venezolanos y ecuatorianos pudimos observar que si bien después de que se imponen requisitos de visado en México y en América Central, se reduce el número de personas que cruzan las fronteras, pero con el tiempo las cifras vuelven a crecer e incluso aumentan respecto a antes a que existieran esas visas.

Además, lo mismo pudimos observar en medidas como el Parol Humanitario (Permiso de permanencia temporal) que implementó Estados Unidos. Esta es una posibilidad de que alguien que esté en ese país te pueda auspiciar tu ingreso al país. En la investigación pudimos evidenciar que cuando se anunció esta estrategia hubo una baja de personas cruzando por el Tapón del Darién, pero cuando las personas se dan cuenta de que no pueden cumplir con los requisitos que les exigen para poder acceder a ese tipo de beneficios, como tener un pasaporte válido, automáticamente las cifras vuelven a incrementarse.

¿Por qué la mayoría de migrantes se ven obligados a cruzar por el Tapón del Darién y no a utilizar otras rutas que no sean tan inseguras?

Lo interesante es que a través de las entrevistas que realizamos y de los valores de dinero que ellos nos contaron que pagaron nos dimos cuenta de muchas cosas. Por ejemplo, en la ruta de Necoclí hacia Acandí, para luego cruzar la selva, hay personas que pagaron entre 200 y 500 dólares. Pero después deben pagar más cosas en Panamá y allá cada piragua (barcos de madera) en los que se desplazan los migrantes deben pagar 40 dólares por persona.

Con esto lo que quiero decir es que todos estos gastos que se deben pagar en medio del viaje salen mucho más costosos que pagar un solo tiquete de avión, pero para un migrante poderse subir a un avión necesita pasaporte, visas y para muchos de ellos es muy difícil obtenerlo o renovarlo.

En el informe hay una parte que se llama ‘La influencia de la desinformación’, en la que se cuenta cómo los videos en redes sociales impulsan a que cada vez más personas utilicen la ruta del Tapón del Darién…

Sí. Hay mucha desinformación, pero lo interesante es que la gente está bastante informada sobre los riesgos que corren al cruzar el Tapón del Darién.

La gente sabe que es una selva peligrosa, conocen que están robando a las personas, que hay mujeres que han sido abusadas sexualmente en la selva.

Incluso, hay gente que se prepara físicamente antes de hacer el viaje, pero hay mucho desconocimiento en las implicaciones que tiene cruzar la ruta en temas migratorios. Muchos no saben que cruzar el Darién no los hace elegibles al Parol Humanitario que tiene Estados Unidos.

Una de las principales conclusiones del informe es que el Clan del Golfo es el grupo armado que controla las rutas por el Tapón del Darién…

Sí, el Clan del Golfo está jugando varios papeles en temas de cruce de migrantes y solicitantes por el Darién. Este grupo, en primer lugar, regula las rutas que pueden utilizar los migrantes y solicitantes de asilo. Ellos deciden por dónde pueden o no pasar los migrantes ya que buscan de cierta forma proteger otras rutas o caminos que ellos utilizan para el narcotráfico.

Además, también deciden quién puede asistirlos en el camino, es decir, qué personas van a prestar servicios a migrantes y solicitantes de asilo e incluso les cobran un porcentaje por la prestación de estos servicios. De acuerdo con algunos testimonios que encontramos en esta investigación, el Clan del Golfo pediría el 20 % de las ganancias que tienen estas personas que prestan servicios como alimentación y alojamiento a los viajeros.

Finalmente, el Clan del Golfo establece normas de conducta para la población local y los migrantes, muchas veces mediante la violencia. Integrantes de ese grupo evitan que, en territorio colombiano, se cometan delitos contra los migrantes para no llamar la atención de las autoridades, pues lo que menos quieren es que haya presencia estatal en esa zona.

Todo esto los ha llevado a fortalecerse económicamente porque según datos del Ministerio de Defensa de Colombia el Clan del Golfo obtiene ganancias cercanas a los 125 dólares por cada persona que cruza el Darién, lo que se traduce en ganancias de 60 millones de dólares ya que por esta zona en 2023 han pasado cerca de medio millón de personas.

En esta semana hemos visto un gran número de migrantes de África llegar al Aeropuerto El Dorado en Bogotá, inclusive dos niños fueron hallados en el lugar. ¿Por qué nuestro continente es tan atractivo para ellos?

El Tapón del Darién ha sido un punto de cruce desde hace décadas y a lo largo de la historia son más de 70 nacionalidades las que han cruzado por esta zona. No es nuevo que haya personas de Asia y África cruzando por allí.

Incluso para personas que vienen de África y Asia hay un impacto de las restricciones de movimiento, como imposiciones de visado, que los obligan a tomar este tipo de rutas. Ahora una de las nacionalidades que más cruza por El Darién son los chinos ya que pueden llegar en avión y entrar a Ecuador, pues no les piden visa y después si pueden seguir su camino.

En los países de África la situación es muy similar. Hay naciones que les exigen visa y por lo tanto ellos buscan a los que pueden ingresar con mayor facilidad para después tomar la ruta del Darién. Incluso, hace menos de un mes El Salvador anunció que iba a empezar a exigir una tasa de entrada a personas provenientes de África o Asia y, cuando esto ocurre, obligan a los migrantes a tomar rutas peligrosas.

¿Colombia qué papel ha jugado en todo este tema de migración?

La respuesta de Colombia ha sido insuficiente a las necesidades que tiene este fenómeno migratorio. En Colombia prácticamente no hay presencia estatal sólida en la zona, lo que genera que la respuesta no sea adecuada y las personas siempre estén en riesgo.

La respuesta humanitaria del lado colombiano se ha dejado en manos de las organizaciones humanitarias que con todo el esfuerzo tratan de dar asistencia a las personas que llegan a Turbo o Necoclí y que quieren salir hacia el Darién. Además, las municipalidades locales no tienen los recursos y el conocimiento para atender a los migrantes. Por otro lado, no hay coordinación entre Colombia y Panamá para revisar este tema.

Migración africana

Luego de que el pasado domingo se conociera que una niña de diez años y un menor de trece, originarios de Guinea, habían sido abandonados en hechos no relacionados dentro del aeropuerto El Dorado, en Bogotá, se encendieron las alarmas ante el alto flujo de personas de África que han llegado a la terminal aérea en las últimas semanas.

De acuerdo con la Cancillería, la llegada masiva de ciudadanos de diferentes países de África obedece a la eliminación en los visados gracias a la Resolución 5488 del 22 de julio de 2022, en la que Colombia pasó de solicitarle visa a 47 países para pedírsela solo a 27.

La Cancillería aseguró que el flujo de personas africanas no obedece a una crisis migratoria, sino a periodos muy largos en vuelos de conexión, que en algunos casos superan las 48 horas y que son responsables de las aerolíneas.