La historia de los narcos y sicarios que infiltraron al 'Barón Rojo' del América
La captura de dos líderes de la barra develó la lucha por el microtráfico al interior de la misma. El País habló con uno de los líderes de Barón Rojo y cuyo testimonio es una de las evidencias que tiene la Fiscalía.
La captura de dos líderes de la barra develó la lucha por el microtráfico al interior de la misma. El País habló con uno de los líderes de Barón Rojo y cuyo testimonio es una de las evidencias que tiene la Fiscalía.
La captura de dos de los líderes de Barón Rojo, señalados de una serie de homicidios contra otros miembros de esta barra, evidenció la infiltración de pequeños capos del microtráfico en la agrupación de hinchas del equipo América.
En la audiencia en la que le imputaron cargos a alias Pablo Pereira, líder del bloque Generación Pérdida, y a Cresencio, miembro de ese frente, el fiscal señaló que en el interior de la barra existía una organización dedicada al microtráfico. Teniendo en cuenta la cantidad de jóvenes que la conforman y que algunos de ellos consumen droga ellos vieron la oportunidad de organizarse para traficar drogas.
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El fiscal aseguró en la audiencia que con los testimonios de uno de los líderes de Barón Rojo, de la madre de una de las personas asesinadas y de un joven detenido, se descubrió que alias Boliqueso -jefe de la disidencia de los Rastrojos en Cali, capturado hace dos semanas en Brasil- designó a Pablo Pereira para la comisión de conductas punibles. Este grupo ha ocasionado muchos homicidios por el control del microtráfico.
El País entrevistó a Toyota, uno de los líderes de Barón Rojo, y cuyo testimonio es una de las evidencias que tiene la Fiscalía contra los dos detenidos. El joven, quien le aceptó al ente acusador haber ayudado con información para cometer uno de los crímenes, decidió colaborar luego de ser víctima de varios atentados, ordenados, según denunció, por Pablo.
En Barón Rojo hay gente buena, trabajadora, que son barristas. Los de la banda se dedican es a la música. Los otros grupos también trabajaban bien por la barra, como los de la emisora o el grupo de comunicaciones. Por eso, varios de nosotros quisimos desligarnos de Pablo Pereira y trabajar socialmente por la gente. Intentar que se dejara de robar, de matar y de traficar con drogas. Los problemas de Barón llevan más de diez años, pero estabamos haciendo un trabajo para mejorarlos, dijo Toyota.
Pablo manejaba el Bloque Norte y de allí sacó la Generación Pérdida, muchos de ellos lo apoyaban y es una gente que le ha hecho mucho daño a la barra, relató Toyota, quien agregó que este hombre aseguraba trabajar con Boliqueso y su contacto es un hombre conocido como Camilo, quien trae mercancía de contrabando de China.
Tras la captura de Pablo Pereira, realizada por la Sijín el viernes 6 de mayo, la Fiscalía le imputó cuatro homicidios, pero Toyota asegura que son más los crímenes que presuntamente ordenó.
La barra Barón Rojo está dividida en diferentes bloques y tienen más de tres mil jóvenes. Ellos manejan la venta de camisetas de las barras del América (tienen tiendas virtuales) y también sus líderes tienen carnés especiales para ingresar al estadio. Además, coordinan los viajes cuando el equipo juega en otra ciudad.
Toyota relató que este poder de la Barra pretendía ser utilizado por los narcos para lavar dinero. En una ocasión Pablo Pereira me dijo que me daban $120 millones si los ayudaba. Que me ponían hasta un mánager para que me manejara la imagen, recordó. También dijo que Avestruz, otro de los jefes de los Rastrojos (en guerra con Boliqueso) le había ofrecido dinero.
Ellos pueden lavar dinero con cosas como la venta de camisetas, reportar que se vendieron más. También se encuentra cómo muchachos de la barra son usados para cometer delitos. Hay pelados que han participado en atracos en semáforos o en taquillazos en bancos. Pablo contrataba pelados de la barra para cometer homicidios, dijo Toyota.
Precisamente, en el 2010 Michael Escobar (hijo del ex futbolista Alex Escobar) fue detenido por la Policía, sindicado del hurto de 200 computadores de un colegio del sur de Cali.
Michael y Nacho (líder del Bloque Norte) eran quienes coordinaban la entrada de droga a Tribuna Sur. Nacho empezó vendiendo marihuana crepy que traía de Envigado. Pero Pablo tuvo problemas con Michael. Pablo es muy hábil, entonces se da cuenta de que este había salido de la cárcel y lo quería matar y contrata a unos pelados para que lo asesinen, relató Toyota.
Michael Escobar fue asesinado en la cancha de fútbol del barrio San Luis en junio del 2011.
Entre tanto, Nacho, dijo Toyota, continuó junto con Pablo manejando el microtráfico. El líder cuenta que la droga la ingresan al estadio con la ayuda de mujeres, integrantes de la barra o amigas, quienes la camuflan en las partes íntimas. Una vez dentro, en el baño la sacan y se la entregan a unos jóvenes que se dedican a vender en la tribuna.
Allí, agrega, se puede encontrar desde pastillas de Ribotril hasta marihuana y perico. Un ex integrante de la barra aseguró que muchas veces las pastillas las revuelven con vino Cherrynol. Esta bebida es usada cuando viajan en los buses a otras ciudades.
Toyota recordó que hace dos años en un partido en Pereira acompañó a Pablo en un vehículo Daewoo, en el que en la pipa de gas tenía una caleta con 20 libras de marihuana.
Los crímenes
Uno de los primeros homicidios, según Toyota, ordenado por Pablo fue el de su antiguo socio: Nacho, asesinado a la salida de un concierto de una discoteca de Acopi, en octubre del 2014.
El fiscal indicó en la imputación contra los detenidos que Toyota (quien está protegido por las autoridades) confesó que colaboró en ese homicidio, pero que este fue ordenado por Pablo, quien tenía problemas con Nacho. El homicidio, según dijo el fiscal en la audiencia, fue cometido a la salida de una discoteca de Acopi por orden de Pablo en octubre del 2014.
Otro de los asesinatos que le atribuyeron a alias Pablo Pereira fue la muerte de Chinga, un adolescente de 17 años de edad, miembro del grupo que llamaban de Las Ratas, quien llegó a la casa de la barra en el barrio Las Acacias.
El joven acababa de robar una cadena en el semáforo, por lo que Pablo le entregó un arma a otro joven y le pidió que lo asesinara. Este le confesó tiempo después a Toyota que lo había hecho para quedar bien con Pablo, quien le dijo que tenía que probar finura.
Cerca a esa misma casa fue asesinado, meses después, Richar, en febrero del 2015.
Toyota y Richar habían empezado una campaña en el interior de la barra para establecer programas sociales y dejar atrás las relaciones con el crimen. La mamá de Richar le dijo a la Fiscalía que en enero del 2015 su hijo le contó que Pablo Pereira había puesto precio por su cabeza y la de Toyota. También entregó el celular de su hijo, en el que recopilaron evidencias, como fotografías y audios.
Otro de los crímenes que le sindicaron al detenido fue el de un miembro de la barra conocido como Chinche, ocurrido el año pasado en el barrio Calima. Este hombre, al parecer, era miembro de Los Urabeños. Ese homicidio, según Toyota fue ejecutado por alias Tabo, un joven que delinquía a órdenes de Pablo.
Toyota indicó que Pablo Pereira ha intentado atentar contra su vida en cuatro ocasiones. Por esa razón, desde el año pasado acudió ante la Sijín de la Policía y la Fiscalía, como testigo protegido.
Ante la denuncia, las autoridades interceptaron los celulares de Pablo y de Cresencio (el otro detenido).
En una de esas comunicaciones presentadas en la audiencia está un audio, en el que Cresencio le decía a otro hombre: Dígale que hay ocho. Y este le contestaba: Para que le diga que hay una gente activada para tirar a ese man al piso hoy, necesito hablar con Pablo para que ponga el poste y ese menor destrampa ese man hoy en Distrito o mañana en Banderas.
En otra de las llamadas Cresencio dice: Aliste dos raquetas. La otra persona le contesta: Dígale a La P que llegue al negocio con usted, acá tengo un pelado que va a llevar las raquetas. Luego, llama a otra persona a la que le pide: Pero lleguen ya. Y este le contesta: Como es la vuelta con ese man (...) Todavía tengo dos menores de Potrero Grande.
Las autoridades indicaron que la persona que iban a asesinar era Toyota. Precisamente, en el parque de las Banderas, donde se reúne los viernes la barra, capturaron a dos menores con armas de fuego, contratados para cometer ese crimen.
Otros casos
Según el relato de Toyota , alias Pablo Pereira conseguía a muchos de sus sicarios en la barra, donde contactaba a jóvenes para que distribuyeran droga o para que cometieran asesinatos.Uno de ellos era alias Tabo, quien, según Toyota, cometió varios asesinatos. También mencionó que alias Tabo mató a dos jóvenes en Compartir, conocidos como Steven y Mora y de un joven asesinado a la salida de la universidad Santiago. Tabo fue asesinado el año pasado.Otra de las evidencias que tiene la Fiscalía contra Pablo Pereira es el testimonio de alias Chiste, quien fue detenido en un retén por porte ilegal de armas.Este hombre aseguró que el arma que llevaba era de Pablo, quien le pidió que se la tuviera, pues si lo sorprendían le quitaban la detención domicialiaria.Chiste dijo que Pablo hizo plata con el microtráfico. Ponía a vender a los menores, dentro y fuera de la barra. Me contó que lo apadrinaba Boliqueso, dijo el testigo.