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"La extorsión solo se acaba denunciando": nuevo comandante de la Policía Valle

El nuevo comandante de la Policía Valle, coronel Fernando Murillo, dice que uno de sus retos será acercar la Policía a la comunidad.

11 de julio de 2014 Por: Redacción de El País

El nuevo comandante de la Policía Valle, coronel Fernando Murillo, dice que uno de sus retos será acercar la Policía a la comunidad.

Reducir el alto índice de criminalidad reinante en la región es la primera misión que tendrá el coronel Fernando Murillo Orrego, quien ayer asumió como nuevo comandante de la Policía Valle. El oficial, que reemplaza al coronel Mariano Botero Coy, no es nuevo en el departamento: hace varios años trabajó en Cali, como miembro del grupo de inteligencia que tenía a su cargo el general Óscar Naranjo. El coronel Murillo también se desempeñó como comandante de la Policía de Cartagena e Ibagué.¿Cuáles son sus desafíos como nuevo comandante de la Policía Valle?Lo primero es reconocer el gran trabajo que desarrolló el coronel Mariano Botero, pues tenemos una reducción de la criminalidad, especialmente en el tema de los homicidios, y lo que yo busco es continuar con esa labor. Mi principal reto será seguir disminuyendo los delitos y trabajar más de la mano con la comunidad, porque quiero vincular mucho a los líderes comunales, para que escuchen al Comandante de la Policía Valle y yo los escuche a ellos, todo eso con el fin de afianzar la percepción de seguridad que tienen las poblaciones del departamento. También es necesario reforzar la investigación, para mejorar la judicialización de los delincuentes. Usted habla de reducción de homicidios, ¿cuál es la estrategia que se está aplicando o que se aplicará para lograr avances en este tema?En este tema, el Plan Nacional de Vigilancia por Cuadrantes ha sido muy importante porque nos ha permitido trabajar en la prevención; así como los planes de requisa y los operativos con grupos especiales en las ciudades; además de la judicialización de las organizaciones criminales. Sin embargo, en ciudades como Buenaventura esa estrategia no ha sido suficiente y, a pesar de la intervención policial, continúa la criminalidad. ¿Por qué la Policía no ha logrado devolverle la tranquilidad al Puerto?Yo entiendo que hay una percepción de inseguridad y una preocupación en la comunidad de Buenaventura, que ha llevado a que muchos minimicen la respuesta que ha dado la Policía. Pero los resultados que a mí me muestran son una prueba de la gran capacidad operativa que hemos tenido. Incluso, hoy el general Rodolfo Palomino (director de la Policía Nacional) está presentando la captura de alias Orejas, quien fue el creador de esa ‘Empresa’ criminal, como ellos mismos la denominan. Yo creo que con mi llegada y mi presencia en cada uno de los barrios, los líderes comunales serán escuchados y seguro vamos a lograr una percepción mayor de seguridad. Precisamente, en Buenaventura muchos líderes denuncian que las autoridades han bajado la guardia y la ciudad ya no es tan vigilada como hace unos meses cuando se anunció la gran intervención...Yo solo pido confianza en la institución, porque si la gente siente que no hay presencia nuestra, la invito a que se comunique directamente conmigo, para que analicemos si los planes han bajado la guardia o si, por el contrario, se trata de una percepción negativa de la comunidad. Usted habla mucho de la relación con la comunidad, pero lo cierto es que algunos ciudadanos no confían en la institución debido a los constantes casos de corrupción , ¿qué va a hacer usted para cambiar esa imagen negativa que muchos tienen de la Policía en el Valle?Yo entiendo que en el departamento hay un gran temor al delincuente, porque hay muchas bandas, pero precisamente mi estrategia será que cuando se conozca una información, se acuda directamente a mí. Esto no es nuevo, es algo que apliqué en la Metropolitana de Ibagué y permitió que la comunidad confiara en la institución y tuviera una Policía más cercana. Creo que no hay que tener temor, porque sabemos que es necesario que las denuncias se hagan con mucha reserva, para que no ocurran situaciones que lamentar. Después de la captura de ‘Orejas’, ¿cómo queda la ‘Empresa’ en Buenaventura?De acuerdo con la información que tengo, esta es la captura más importante que ha hecho la Policía a la banda la ‘Empresa’, sin embargo no podemos desconocer que cuando a estas organizaciones delincuenciales se les captura un cabecilla, de inmediato sube otro sujeto, por eso vamos a seguir atacando sus cabezas. La extorsión es un delito que afecta a todo el departamento, ¿cuál será su estrategia contra este fenómeno?Es cierto, ayer me reuní con el Comandante del Gaula del Valle, quien me hizo un análisis de lo que está sucediendo con la extorsión. Incluso, me contó que han llegado algunos panfletos amenazantes, que serían obra del Clan Úsuga (los ‘Urabeños’). ¿Cuál es el municipio del Valle más afectado por la extorsión?Yo creería que Tuluá. Precisamente, ya tomé la decisión de dirigirme a este municipio a hablar con las autoridades, los gremios y las instituciones y pedirle a las víctimas que se comuniquen conmigo, porque la única forma de acabar con la extorsión es no pagando y denunciando, ya que sin denuncias es imposible desarticular estas organizaciones. El problema es que en Tuluá muchas personas ya han hablado con la Policía y, sin embargo, no ha pasado nada. Incluso, algunos que se han atrevido a denunciar han sido amenazados o hasta asesinados...Por eso vamos a trabajar para brindarles garantías a esas víctimas, vamos a buscar el mecanismo con la Fiscalía General de la Nación, para que esta denuncia sea tratada especialmente, porque no necesariamente tiene que ser la víctima la que entregue la información, pues los ciudadanos del común también nos pueden ayudar a identificar a las bandas de extorsión. Sé que acaba de llegar, pero ¿cuál es el diagnóstico que hoy tiene de la región?, ¿por qué se presenta tanta criminalidad en el Valle?Lo que tengo claro es que el principal problema es el homicidio, pues se presenta mucho sicariato y la mayoría producto del narcotráfico y de las retaliaciones entre delincuentes.

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