Investigan si asesinatos en la Pasoancho tendrían relación con préstamos 'gota a gota'

Según un testigo, en la mañana de este miércoles un hombre que es cobrador de ‘gota a gota’ sostuvo un alegato con una de las víctimas por el no pago de su cuota. Los tres asesinatos se cometieron en horas de la tarde.

Tres personas muertas y una herida es el saldo que dejó este miércoles la incursión de un sicario en motocicleta en la Avenida Pasoancho, en el barrio Capri, sur de Cali. 

Las autoridades investigan la versión de que en la mañana de ayer, un testigo observó a un hombre quien es cobrador de ‘gota a gota’ sosteniendo un alegato con una de las víctimas por el no pago de su cuota.

Según testigos, a las 4:00 p.m. un hombre que se movilizaba en una moto Pulsar de color blanco llegó a la Pasoancho con Carrera 75  y disparó contra Rafael Gil García, de 30 años y cuidador de carros.

Este hombre se encontraba en la calle junto con  Mauricio Bedoya, de 34 años, quien fue trasladado a una clínica, donde horas después falleció. Ambos trabajaban en un parqueadero.

Una empleada de una panadería, identificada como Sandra Cuero, fue herida por una bala perdida en una pierna.

En la huida, a cinco cuadras del lugar de los hechos, el sicario fue frenado por la alerta emitida de un vendedor de minutos, quien empezó a gritar para que este no escapara. Testigos del hecho relataron que el pistolero desenfundó su arma y le disparó al minutero, identificado como Yeison Londoño, de 24 años, quien fue llevado a la Clínica Valle del Lili, donde falleció.

“Tenemos claro que son personas que trabajan acá hace mucho tiempo cuidando vehículos, son conocidos del sector”, dijo el coronel George Quintero, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Cali, al referirse a los dos hombres que cuidaban carros en la zona. De la vendedora de la panadería, aseguró, que ya está fuera de peligro.

De los hombres baleados en el panadería se supo que hace más de 10 años trabajan en ese sector cuidando vehículos y eran muy queridos en el sector. Rafael Gil, más conocido como ‘Acema’ vivía en el barrio Nápoles. “Ellos no se metían con nadie. Eran muy serviciales y por eso la gente les tomó aprecio”, contó un comerciante de la zona que quiso omitir su nombre.