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Internet es el mercado de las nuevas drogas en el mundo

En el 2011 se detectaron 49 nuevas sustancias que se ofrecen en la red, a través del crimen organizado.

21 de mayo de 2012 Por: EFE y Redacción de El País

En el 2011 se detectaron 49 nuevas sustancias que se ofrecen en la red, a través del crimen organizado.

Las llamadas “nuevas drogas”, sustancias psicoactivas nunca antes detectadas en el mercado, ahora se encuentran a la venta bajo la apariencia de sales de baño, fertilizantes o hasta incienso. Así lo reveló el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías. En una entrevista con EFE, la investigadora española Ana Gallegos, responsable del sistema de alerta rápida a nivel europeo para este tipo de estupefacientes, advirtió de “la falsa sensación” de seguridad que tienen muchos de sus consumidores debido a su fácil acceso a través de Internet o en tiendas especializadas.El Oedt -cuya sede se encuentra en Lisboa- identificó 49 nuevas drogas en el 2011, ocho más que un año antes y el doble que en el 2010, tal y como señala el informe divulgado hace dos semanas. De estas 49 nuevas drogas, 23 son de tipo sintético cannabinoide, ocho pertenecen a la categoría de ‘cathinones sintéticos’ -derivados de la catinona- y otras cinco proceden de la familia de la feniletilamina, a la que se le conoce como ‘droga del amor’ por ser uno de los compuestos químicos producidos de forma natural por el cuerpo humano, que juega un papel fundamental en el proceso de enamoramiento.Entre las trece restantes aparecen varios “derivados de drogas controladas”, así como sustancias pertenecientes a familias químicas “relativamente nuevas o de las que apenas habían sido encontradas hasta ahora un pequeño número de muestras”.La cifra registrada en el 2011 es un nuevo récord, al batir el máximo alcanzado el 2010, cuando se descubrieron 41 nuevas drogas. En la comercialización de esas sustancias estupefacientes ya está implicado el crimen organizado y su producción crece “a un ritmo sin precedentes”, según los registros del organismo.Prueba de ello es el número de páginas web en las que se ha detectado que se venden estas sustancias psicoactivas, y que en apenas un año -de enero del 2011 a enero del 2012- aumentaron de 314 a 690, según Gallegos.En su opinión, uno de los peligros que entraña esta nueva tendencia es su rápida propagación, como se vio en Inglaterra, donde la mefedrona (de efectos similares al éxtasis) pasó de ser desconocida a convertirse en la tercera droga más consumida en pocos años.El bajo precio para el consumidor contrasta, sin embargo, con los complejos medios y los elevados costes que conllevan los análisis para detectar estas sustancias, que sólo pueden ser realizados por grandes laboratorios.“En otras drogas utilizamos un test muy básico, pero éstas requieren personal especializado y el uso de material específico”, explica la investigadora española y doctora en Química por la Universitat de Girona.La primera señal de alerta suele llegar “de hospitales, cuerpos policiales, aeropuertos y aduanas”, dependiendo de los casos, aunque su análisis se remite a los laboratorios especializados.“Hay muchas más de estas nuevas drogas en el mercado de las que nosotros encontramos. El trabajo de detectarlas no es tan fácil”, admite la experta.Entre sus consumidores se encuentran “jóvenes, estudiantes, gente que hace uso de ellas de forma esporádica en contextos relacionados con el ocio”, pero también los llamados “psiconautas”, personas de edades más avanzadas y que pretenden experimentar sensaciones probando lo último en sustancias psicotrópicas.La producción de estas nuevas drogas se aglutina sobre todo en China e India debido a sus menores costes de fabricación y se exportan posteriormente a Europa, donde “se distribuyen, empaquetan y venden”, según Gallegos.La gran paradoja de la lucha contra el tráfico de estos estupefacientes radica en que muchos de ellos no son ilegales por escapar a las regulaciones vigentes porque no han sido detectados nunca antes.Cuando se anuncian como sales de baño, fertilizantes o incienso, por ser sustancias a priori no dirigidas al consumo humano, no se les pueden aplicar las leyes que rigen el comercio de alimentos o de medicinas.La investigadora española del Oedt subraya que conseguir la ilegalización de cualquier sustancia a nivel europeo exige un trabajo arduo. “Hay que probar su toxicidad, que se haya extendido su uso y que redes criminales están implicadas en el negocio”.Los traficantes también utilizan otros subterfugios para crear nuevas drogas y escapar a los controles, entre ellos utilizar pequeñas modificaciones en las estructuras químicas de medicamentos, como barbitúricos, sedativos o analgésicos.“Los productores están muy bien informados de las medidas legales, e incluso en muchas páginas web algunas sustancias se venden en ciertos países y en otros no, en función de sus leyes”, advierte Gallegos. En CaliEl secretario de Salud de Cali, Diego Calero, sostuvo que en la capital del Valle aún no se ha detectado el consumo de las nuevas drogas que se ofrecen por Internet. “En Cali seguimos haciendo el estudio de las sustancias psicoactivas comunes como la marihuana y la cocaína, pero todavía no se puede alarmar sobre nuevos productos”, indicó el funcionario. Sin embargo, en el resto del país se adelantan investigaciones contra las bandas que se dedican a la venta de drogas en la red. Incluso el pasado 18 de abril, en el aeropuerto Eldorado de Bogotá, la Dijín detuvo a un ciudadano israelí, quien lideraba un servidor para la oferta de alucinógenos. Todo el contacto se hacía de manera virtual.Cifras5% de los jóvenes en Europa ha probado estas sustancias.25 nuevas drogas aparecieron en los últimos dos años.

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