Inpec no ha decidido a qué carcel llevar al mayor retirado Juan Carlos Meneses

Meneses sería uno de los principales testigos en contra de Santiago Uribe, hermano de Álvaro Uribe, por un proceso de paramilitarismo.

Luego de su traslado desde Cúcuta hacía Bogotá, en la noche de este lunes, el mayor en retiro de la Policía, Juan Carlos Meneses, permanece en los calabozos del búnker de la Fiscalía en Bogotá a la espera de que le definan su lugar de reclusión. El Mayor en retiro, considerado el principal testigo en el proceso contra Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, a quien señaló de liderar el grupo armado ilegal los ‘12 Apóstoles’, tenía una orden de captura en su contra por el homicidio del ciudadano Camilo Barrientos ocurrida en Yarumal (Antioquia). Meneses decidió entregarse de forma voluntaria ante el CTI de la Fiscalía en la frontera con Venezuela para hacer efectiva la solicitud de las autoridades. El oficial se sometió a la justicia hacia la una de la tarde de este lunes y la reseña duró cerca de ocho horas, luego fue trasladado a Bogotá donde aún permanece a la espera de que el Inpec decida la prisión donde permanecerá. El crimen se presentó el 25 de febrero de 1994 cuando Camilo Barrientos Durán, conductor de un bus escalera, cubría la ruta Yarumal–Campamento y fue requerido por dos de sus pasajeros, que lo obligaron a detener el automotor y le dispararon varias veces. Según las investigaciones, Barrientos hacía parte de una lista de personas que tenían que ser asesinadas y que estaba en manos de varios miembros de la Policía. Según la Fiscalía, en una declaración del propio Meneses, el entonces comandante de la Policía en Yarumal habría participado en el homicidio junto con otros uniformados, en colaboración con Santiago Uribe, hermano del expresidente de la República de Colombia, Álvaro Uribe. El documento de la Fiscalía dice que Meneses y el agente Alexánder de Jesús Amaya Vargas recibieron a Barrientos y otros ciudadanos en el comando de la Policía y les aseguraron que los protegerían, para “después ellos mismos proceder a eliminarlos y finalmente acudir a este para tomarle fotografías y después presumir de su perversa capacidad de asesinar”. “Se trata de un hecho que, no solo reprocha a sus autores sino que devela una actividad delictiva por parte de la Policía que para entonces se encargaba de proteger la vida, honra y bienes de los conciudadanos, concretamente aquellos de Yarumal y municipios aledaños”, señala la acusación. Para la Fiscalía, el crimen de Barrientos hizo parte de la estrategia establecida por un grupo de personas, conocidas posteriormente como los 'Doce Apóstoles'. De acuerdo con la Fiscalía, en la investigación se tuvieron en cuenta testimonios y hechos específicos que indicarían que los Policías en esa época amenazaron a varios ciudadanos. Un ejemplo de esto sucedió, dice la Fiscalía, el 5 de diciembre de 1993 en Campamento, Antioquia, cuando tres hombres fueron objeto de agresiones por parte de varios miembros de la Fuerza Pública.