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Informe exclusivo: madera ilegal, ¿nueva ‘mina’ de grupos armados en Colombia?

Tras el ilícito, además de nativos que talan de manera doméstica para subsistir, estarían las bandas criminales, Bacrim.

1 de octubre de 2012 Por: Redacción de El País

Tras el ilícito, además de nativos que talan de manera doméstica para subsistir, estarían las bandas criminales, Bacrim.

El capitán de fragata William Javier Palomino Vargas, Guardacostas del Pacífico, hace cuentas en una calculadora. Son 3.500, dice, los metros cúbicos de madera ilegal que sus hombres han incautado en 2012 en el andén Pacífico, desde Tumaco hasta Buenaventura. Eso quiere decir, mira el resultado de la operación matemática, que es algo así como la madera que pueden transportar 23 barcos medianos. - Infortunadamente, es un delito que está muy arraigado. En una semana son dos y tres las operaciones que nos arrojan resultados positivos. Y nos está afectando mucho. El delito de la tala ilegal de madera está cambiando el ecosistema del Pacífico colombiano.El Ministerio de Medio Ambiente calcula que al año, en el país, se talan de manera ilegal 48 mil hectáreas de bosque. Y una hectárea es el equivalente a una cancha de fútbol.El capitán Palomino toma ahora un papel que tiene sobre su escritorio, lee en voz alta: nato, sandé, savo, castillo canelado, sajo, macharé, cuangare, comino, mangle. Son las especies de madera nativas decomisadas por los guardacostas en los últimos nueve meses. En promedio, esos árboles tardan entre cinco y 15 años para crecer y ser aprovechables. Y el mangle, advierte el capitán, es una especie vedada. Nadie, absolutamente nadie, tiene permisos para cortar este tipo de árboles en Colombia. Un kilómetro de un ecosistema manglar genera la vida marina necesaria para la subsistencia de varias pesquerías, por ejemplo. Cortar hoy es garantizar hambre en unos años, desequilibrio ambiental.Palomino suelta el papel, dice enseguida que detrás del negocio están, por un lado, nativos que cortan árboles de forma artesanal, a una escala doméstica, y no tienen los permisos, tampoco los salvoconductos que exige la ley para su transporte. Sin embargo, madereros como Marcelino Ibargüen, presidente de la Asociación de Madereros del Pacífico, explica que muchos de ellos, de los nativos, viven en plena selva, donde encontrar un funcionario de la CVC, la autoridad ambiental que expide los salvoconductos, es imposible. Llegar hasta Buenaventura para muchos, además, es costoso, están a horas de camino. Por eso prefieren arriesgarse, permanecer en la ilegalidad. Parte de la problemática del tráfico ilegal de madera, entonces, tiene que ver con un asunto de pobreza, de necesidad de subsistencia de algunas comunidades asentadas en zonas selváticas, donde el Estado no hace presencia. Corto madera, entonces vivo.Pero también se han detectado estructuras organizadas dedicadas al negocio a gran escala que utilizan buques de cabotaje – cargueros- que tienen todos los permisos para transportar madera. Cada uno de esos permisos debe indicar, entre otros datos, la especie transportada, la cantidad, el sitio de partida y el de llegada. Las estructuras organizadas estarían alterando esos papeles. También, por ejemplo, informan a las autoridades ambientales que transportan una cantidad determinada de madera, cuando en realidad puede ser el doble. En un solo viaje, con un solo salvoconducto, además, intentan movilizar varios cargamentos. Son algunos de los métodos de los grupos ilegales que actúan a altas horas de la noche y en fines de semana o festivos, por mar o tierra, exactamente en vías terciarias, trochas, para intentar evadir los controles. Sólo en 2011, a propósito, la Policía Ambiental de Cali incautó en sus retenes 737 metros cúbicos de distintas maderas que trataron de ingresar a la ciudad de manera irregular, algo así como 40 camiones doble troque. Hasta agosto de 2012 iban 322 metros cúbicos de madera decomisada, el equivalente a 15 camiones. El capitán de corbeta de Guardacostas Pacífico, Carlos Estévez, interviene, explica que existe una sospecha aún no confirmada: detrás de gran parte del tráfico ilegal de madera podrían estar grupos armados ilegales, exactamente las bandas criminales, Bacrim. La sospecha indica que estos grupos estarían buscando nuevas formas de financiamiento, agrega enseguida el capitán Palomino.- La madera ilegal que están cortando en esta región del país viene de las bocas del Río San Juan, en el límite entre Chocó y Valle del Cauca. También de Iscuandé, La Tola y El Charco, en Nariño. Son los puntos más críticos de aprovechamiento ilegal.En el Ministerio del Medio Ambiente tienen la misma sospecha. Después de operativos realizados con las autoridades y la misma Fiscalía se han detectado redes de ilegalidad de madera que se podrían igualar a redes ilegales del narcotráfico, paramilitarismo y guerrilla. La ecuación es simple. La explica Marcel Corzo, profesional de apoyo de la Secretaría Técnica del Pacto por la Madera Legal en Colombia del Ministerio del Medio Ambiente. -En las zonas donde hay problemas de orden público, es donde más se presenta ilegalidad de la madera. Algunos grupos armados no hacen tráfico de madera, pero sí lo fomentan. Por eso el tema de la paz está asociado a la problemática. Si las autoridades ambientales pueden tener acceso a esas zonas en donde hoy no pueden entrar por seguridad, se podría hacer un mejor trabajo de control y de educación con las comunidades. Este no es un tema exclusivo de autoridades ambientales, sino también de un entorno socio - económico de muchas zonas del país. Javier Ovidio Espinoza, director de la Dirección Ambiental Regional del Pacífico, Dar Pacífico, dice que efectivamente hay sitios en donde la delincuencia es tan alta, que no pueden ingresar.- Ahí pierde uno. ¿Cómo meterse donde peligra la vida de un funcionario? Pero no es solo el asunto de la seguridad. Espinoza explica que también hace falta logística para ejercer un control efectivo en el tráfico de la madera ilegal. Por ejemplo: de los casi 40 funcionarios con los que cuenta, sólo tres son técnicos operativos dedicados a vigilancia en el territorio. Sólo tres para cubrir doce cuencas. Además, en el momento de una incautación se requiere maquinaria para cargar madera, para transportarla, bodegas para almacenarla. Y con aquello tampoco se cuenta. Eso no quiere decir, sin embargo, que no se logren resultados positivos, agrega Espinoza. A pesar de las dificultades, en Darpacífico se han incautado 1.400 metros cúbicos de madera en 2012, y aquello no es poco. - Son 77 camiones. Imagíneselos en fila india. Pero no solo las corporaciones autónomas tienen dificultades para controlar el tráfico ilegal de madera. El Teniente Mauricio Muñetón es comandante del Escuadrón Móvil de Carabineros en Buenaventura, la ciudad donde ingresa y se removiliza al interior del país gran parte de la madera legal o ilegal de cuatro departamentos: Cauca, Nariño, Chocó, Valle. Allá, en Buenaventura, el Escuadrón Móvil de Carabineros también funciona como autoridad ambiental con facultades para prevenir ilícitos, no sancionarlos. En todo caso, explica el Teniente Muñetón, los que se dedican al tráfico ilegal de madera les llevan una ventaja: sus hombres no están capacitados para determinar a simple vista qué especies de madera están transportando. Para determinar que un camión , por ejemplo, lleva troncos de maderas que están en los libros rojos de las autoridades, es decir que por ley no se pueden talar, requieren del apoyo de un especialista de la CVC. Y a veces los controles se realizan en las madrugadas, en días feriados, en sitios apartados, y no se puede contar con ese apoyo. Las falencias para controlar el delito, entonces, son muchas. ¿El gobierno en realidad tiene interés en conjurar el daño ambiental que se viene registrando?Marcel Corzo, el profesional de apoyo de la Secretaría Técnica del Pacto por la Madera Legal en Colombia, habla precisamente de ese pacto, ese documento que se firmó en 2009 a raíz de la tala indiscriminada de bosques. Se trata de una herramienta para contrarrestar el delito. Entre otros asuntos, explica Corzo, con el pacto se ha logrado fortalecer la gestión de las autoridades ambientales, se ha logrado también establecer criterios, protocolos de control y vigilancia. Sin embargo, los resultados en la reducción de la tala y tráfico ilegal se verán, dice, a largo plazo. - Estamos haciendo un diagnóstico de las corporaciones y las autoridades ambientales para saber lo que tienen y lo que les hace falta para ejercer de una mejor manera su labor. El proceso es lento, los resultados son a futuro. Pero el país sigue en riesgo inminente. Según los datos de Corzo, entre el 35% y el 42% de la madera que se comercializa en Colombia es ilegal. Esta tala quizá explica por qué en El Piñal, ese muelle en Buenaventura en donde los barcos descargan madera, se ven filas de camiones desocupados esperando viajes. Algunos conductores se lanzan a los madereros pidiéndoles una carga. Incluso les ofrecen comisión. Esperan, explican, porque simplemente no hay madera. -La producción ha bajado a la mitad comparando décadas pasadas, dijo Marcelino Ibargüen, el presidente de la Asociación de Madereros, mientras los conductores de los camiones bostezaban de tedio y los cargadores de madera jugaban dominó. ¿A dónde va la madera incautada?Según Javier Ovidio Espinoza, director Darpacífico Oeste, la madera incautada por las autoridades ambientales pasa a un proceso jurídico. En ese proceso, un juez determina si la madera es devuelta a su dueño - podría suceder cuando es madera incautada debido a un vencimiento del salvoconducto, y ese vencimiento tiene una explicación lógica como que un barco que debía llegar en dos días a un sitio se varó en el mar y llegó tres días después - o que se determine que definitivamente la madera debe ser decomisada de manera definitiva. En ese caso, esa madera pasa al Comité Local para la Prevención y Atención de Emergencias y Desastres , Clopad, del municipio donde fue incautada la madera, y a su vez ellos, en teoría, utilizan el material para entregarlo a víctimas de desastres naturales, personas de escasos recursos necesitadas. En todo caso, la CVC debe tener un informe de qué se hizo con cada centímetro de madera donada.Son pocos los capturados por el tráfico ilegal de maderaPara que una persona que trafica con especies de madera en vía de extinción vaya a prisión, la autoridad ambiental de la jurisdicción debe dar aviso a la Fiscalía para que, además del proceso de sanción administrativa, se inicie la investigación penal.Sin embargo, son pocos los capturados por este delito, mucho menos los que están en la cárcel. El capitán Palomino, de Guardacostas, opina que para la justicia alguien dedicado a esta práctica no son peligrosos para la sociedad, por ello quedan libres. ”Además los que son capturados son personas s in antecedentes, que no han sido reincidentes en este delito, por lo que también quedan libres”, explicó el capitán Palomino.

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