Incautan 26 computadores por supuestas chuzadas al proceso de paz

En el operativo también fueron encontrados varios libros sobre cómo realizar chuzadas, lo que daría a entender que esas interceptaciones ilegales se estarían efectuando por personas sin ningún conocimiento previo de investigaciones de ese tipo.

Fuentes de la Fiscalía General de la Nación confirmaron que fueron 26 los computadores incautados en el allanamiento a la estación de Inteligencia, al parecer ilegal, que se encontró en el segundo piso de un restaurante en el sector de Galerías, al occidente de Bogotá, desde donde eran 'chuzados' los negociadores de la Habana y dirigentes políticos. Según el ente acusador, en el operativo también fueron encontrados varios libros sobre cómo realizar chuzadas, lo que daría a entender que esas interceptaciones ilegales se estarían efectuando por personas sin ningún conocimiento previo de investigaciones de ese tipo. Sin embargo, se busca establecer si los altos mandos del Ejército estaban al tanto de lo que allí ocurría. También se pudo establecer que los objetos incautados se encontraban camuflados detrás de una puerta falsa. Según la Fiscalía, los computadores estaban organizados en mesas, tipo café Internet. En el lugar se encontraba una persona quien fue plenamente identificada aunque el ente acusador se reserva su identidad para garantizar su seguridad. Se ha escuchado hasta el momento el testimonio de seis personas incluyendo la que se encontraba en el lugar donde fueron hallados los computadores. Dichos testimonios están siendo analizados por parte del Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre Lynett y el vicefiscal General, Jorge Fernando Perdomo, encargados del caso. En este momento se están analizando otros documentos y equipos decomisados en el procedimiento judicial, que se llevó a cabo hace dos semanas por miembros del CTI para valorar su contenido. Las interceptaciones realizadas dentro de lo que se llamó 'Operación Andromeda’, se hacían desde una oficina fachada ubicada en el sector de Galerías, donde se dedicaban a recolectar información de correos electrónicos y conversaciones de Blackberry y Whatsapp de los negociadores de paz del Gobierno en Cuba, así como de ONG e integrantes de la oposición como Piedad Córdoba e Iván Cepeda.