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Habla el hermano del paracaidista condenado en Catar

En un extraño caso, el paracaidista colombiano Juan Pablo Iragorri fue condenado a cadena perpetua en Qatar. Su hermano Mauricio cuenta detalles desconocidos del drama.

8 de marzo de 2015 Por: Jorge Enrique Rojas | Editor Unidad de Crónicas El País.

En un extraño caso, el paracaidista colombiano Juan Pablo Iragorri fue condenado a cadena perpetua en Qatar. Su hermano Mauricio cuenta detalles desconocidos del drama.

“Juan Pablo es paracaidista, uno de los instructores más certificados en todo el mundo, y por esa razón los gobiernos de muchas naciones lo han llamado para que entrene a sus ejércitos, siempre ha tenido mucho trabajo. Él comienza a tratar con el gobierno de Qatar en el 2005, entrenando a sus Fuerzas Armadas. En el 2010 le piden que se vaya a trabajar de tiempo completo entonces se va a vivir allá y al poco tiempo, al mes más o menos, lo llama uno de los coroneles con los que trabajaba y le dice que hay detectado un supuesto cargamento de cocaína que iba a llegar de Perú, que si él podía servir de intérprete y pues él dice que sí. Desde el celular del coronel habla con esa gente, pregunta lo que le solicitaron, responde lo que le piden y al terminar esa llamada, cuando va saliendo, uno de los que estaban ahí presentes le pregunta que siendo colombiano a qué gente conocía; quien se lo pregunta le dice que trabaja para unas personas muy poderosas a las que le gusta la cocaína y le preguntan si les podía ayudar a llevar cocaína a Qatar. Juan Pablo dice que no le interesa, que muchas gracias".“Lo empezaron a acosar. Le dijeron que no entendía, que tenía que cooperar, que esas personas eran muy importantes. Lo amenazan, lo tratan de sobornar y al ver que no pueden lograrlo, el 30 de junio del 2011, a la una de la mañana, cuando salía de una cena con unos amigos y está parqueando al frente del edificio donde vive, unas personas de civil y con armas de fuego lo esposan y se lo llevan al Hotel Sheraton de Doha. En la habitación 219 lo obligan a arrodillarse frente a una mesa con drogas y dinero; allí hay otra gente que también están arrestando y lo fotografían junto a ellos y a la droga y el dinero. Esa es una de las supuestas pruebas reinas que manejan en Qatar. Los civiles eran supuestos policías pero nunca mostraron credenciales ni la orden de captura, sus derechos nunca se los leyeron, nunca le explicaron por qué estaba siendo arrestado, nunca tuvo derecho a contactar un abogado… Después de esto Juan Pablo desaparece durante meses, tres meses durante los cuales fue torturado; le decían que si no cooperaba lo iban a enterrar en el desierto, siempre amenazándolo con arma de fuego, lo golpeaban, lo golpeaban brutalmente. Cuando ya lo acaban de utilizar, le permiten contactar un abogado que es cuando puede avisar a sus amigos en Londres y es cuando empieza todo el proceso…” ***Quién sabe cuántas veces Mauricio haya repetido la historia. Es la historia de la razón por la cual su hermano Juan Pablo Iragorri está condenado a cadena perpetua en Qatar. Ambos estudiaron en Londres; Juan Pablo habla inglés, francés y alemán y aunque se graduó de Administración de Negocios en la universidad de Buckingham, su vocación ha sido el paracaidismo. Lo descubrió a los 17–18 años bajo el cielo de Inglaterra. Ahora tiene 40 y está encerrado en una cárcel de Doha, acusado de narcotráfico en un caso que su hermano define como “falso positivo”La historia, asegura Mauricio desde Bogotá, está llena de incoherencias demostradas pero aún así, dice él, la cancillería los ha dejado solos. Antes eso no lo dejaba sentir más que rabia. Ahora se siente aturdido. El apoyo de la gente que alrededor del mundo conoce al paracaidista lo llena de consuelo; sus cuentas de Facebook y Twitter explotan con mensajes de respaldo y pulgares arriba. “Juan Pablo es un ser de luz”, jura. Entonces la mezcla de todo eso lo aturde. Mauricio estudió Teatro y Ciencias Marinas en la Universidad de Miami, tiene 36 años y es instructor de buceo. También es quien le ha hecho frente a toda la divulgación del caso en Colombia y el mundo. Por eso ha tenido que contar muchas veces esta historia del absurdo. Y lo va a seguir haciendo: a pesar de que la Corte Suprema qatarí ratificó la sentencia, él ahora intenta acudir a instancias internacionales: “Mientras haya tantas faltas al debido proceso, hay posibilidades de hacer algo...” El sistema de Naciones Unidas envió una carta al gobierno qatarí pidiendo explicaciones sobre el caso de Juan Pablo, ¿cuál fue la respuesta?El gobierno de Qatar no respondió. El silencio es muy extraño, no se han pronunciado al respecto. ¿Qué ha hecho la Cancillería colombiana?Durante el juicio allá, cuando estaba apelándose y se adelantaba el proceso legal, se les pidió a que estuvieran pendientes, que se apersonaran del caso, que por favor revisaran las pruebas, que por favor hablaran con el abogado, y su respuesta siempre fue que no podían hacer nada, que no podían hablar con nadie. Ellos dicen que estuvieron acompañando pero mientras mi madre estuvo ahí en la sentencia de la Corte Suprema, ella cuenta que el Cónsul llegó cuando faltaban cinco minutos para que terminara el juicio diciendo: ay no, qué pena, es que no sabía dónde era y me perdí.¿Cuánto tiempo después de la captura, puede su hermano acceder a un abogado?Casi cuatro meses después. ¿Cómo consigue el abogado?Cuando lo dejan, se contacta con un amigo de toda la vida, él le pagó la fianza. Es abogado en una firma muy reconocida en Londres y ha hecho un trabajo extraordinario para mostrar que Juan Pablo es inocente. Cuando fue a la Policía a pedir las pruebas que tenía en contra de Juan Pablo, demostró que en verdad no tenían nada. La Cancillería nunca quiso enterarse de eso, es como si hubieran preferido no saber para no tener que trabajar. ¿Y Juan Pablo cuándo pudo entrar en contacto con ustedes?Nos enteramos que había aparecido ya en el 2012. Nos decían que no preguntáramos por él, que no podíamos saber en dónde estaba y como estaba trabajando con el Ejército a nosotros no nos pareció particularmente sospechoso… Aún así seguían preguntando…Obviamente, nosotros preguntábamos en la Embajada en Londres. A sus amigos en Qatar les decían lo mismo, que no preguntaran, que estaba en una misión militar, que no preguntaran, que no preguntaran; de tanta insistencia les dijeron que si seguían haciéndolo los iban a arrestar. Después de que lo dejan libre, ¿por qué ustedes tenían dificultades para hablar con Juan Pablo?Los abogados nos decían que las líneas estaban siendo monitoreadas y nosotros les hacíamos caso porque sabíamos que eran amigos que lo quieren. Uno de ellos es un alemán que se fue a vivir a Qatar porque a Juan Pablo, aunque nunca lo despidieron, le suspendieron el pago. Su amigo fue allá y abrió un apartamento para que Juan Pablo tuviera dónde quedarse. Él fue quien dijo: un momento, a mí no me digan que lo están condenando por una foto y una confesión en árabe cuando él no tenía acceso a asesoría legal ni a una traducción, ni siquiera a la Cancillería de su país, porque la Cancillería de su país llegó a enterarse ocho meses después del arresto. El otro abogado lo contrató el exsuegro de Juan Pablo, es el doctor Nayib: exministro de Justicia de Qatar, que trabaja exclusivamente en temas de derechos humanos, quien ya empezó a abrir aún más el caso. Y en ese trabajo, ¿qué pruebas pudieron refutar?Decían que tenían grabaciones, que Juan Pablo había tenido reuniones con esta gente (la gente con la que fue fotografiado en el hotel de Doha). Los abogados pudieron demostrar que las reuniones no pudieron ocurrir porque la gente no estaba en el país en las fechas que señalaba la acusación. Abrieron todas las inconsistencias, el caso de Juan Pablo es muy claro. ¿Hoy, qué ve claro en todo esto?Que hay algo muy turbio. Que esto es un falso positivo. Parte del escándalo mediático que se ha presentado es porque Juan Pablo, por su trabajo, ha vivido alrededor del mundo y lo conoce mucha gente. Y a la gente que ha compartido con él le queda la sensación de que hay algo que no tiene sentido. Él es un hombre pleno. Era pleno en su trabajo, lo ama. En Austria, con la madre de su hija, tienen una zona de salto cerca a Viena y tienen globos de aire caliente y se iban a un avión a al norte de África a saltar… Entonces para que nos digan que a alguien tan feliz, de repente, después de vivir por el mundo le dio por ser narcotraficante en Qatar, ¡no tiene lógica!.Su mamá habló en estos días en un noticiero de televisión, muy afectada con toda esta historia… Con esto ella ha tenido todo tipo de problemas, ha tenido que ir al siquiatra, le hemos tenido que medicar en varias ocasiones, su salud ha caído en estos dos años, sufre de angustias, se tensiona. Saber de todas las atrocidades que han cometido contra su hijo ha sido un impacto muy grande.¿Y usted? ¿cómo está?A veces ni sé. Tengo tanta rabia con la Cancillería, tanta ira con toda la situación, pero al mismo tiempo me está llegando tanto apoyo hacia mi hermano, que he podido ver cuánta gente lo ha amado y eso me llena de felicidad. Tengo tantas sensaciones encontradas que estoy completamente aturdido.¿Llegó a saltar con él?Sí, claro. Salté con unos amigos en tándem y él saltó al lado mío para estar pendiente. Estaba tan emocionado de poder compartir eso que ama conmigo, que fue una experiencia maravillosa; yo soy instructor de buceo entonces yo también lo he llevado al fondo del mar, hemos vivido tantas aventuras juntos, así que obvio me tenía que apropiar de esto, yo se quién es mi hermano.Con la ratificación de la Corte, la sentencia contra Juan Pablo es inapelable…Dentro de Qatar. Hay que empezar a manejar instancias internacionales porque cuando hay tantas acusaciones de tortura y falta del debido proceso, de fallas en los derechos legales, siempre hay posibilidades de hacer cosas. Hay mucha gente tratando de ayudar: ONG’S, las Naciones Unidas, defensores de derechos humanos, mucha gente…Antes de todo esto, ¿qué decía su hermano de Qatar?Estaba enamorado, decía que lo trataban súper bien, que era una gente súper amable, que la gente era muy espiritual, estaba enamorado de Qatar, era voluntario con la Media Luna Roja tratando de ayudar gente, tratando de absorber la cultura… Hace tiempo su mamá viajó a verlo. ¿Qué le puedo contar ella al regreso?Mi madre estuvo un tiempo acompañándolo, sí. Mi mamá llora y llora y llora y llora…

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