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Guerra de narcos estaría detrás de ataques en centros comerciales de Cali

Cuatro personas murieron, una de ellas era un abogado y otro había trabajado para ‘los Comba’. Un estilista también fue asesinado en una de las balaceras. Momentos de pánico se vivieron por estos crímenes.

1 de marzo de 2013 Por: Redacción de El País

Cuatro personas murieron, una de ellas era un abogado y otro había trabajado para ‘los Comba’. Un estilista también fue asesinado en una de las balaceras. Momentos de pánico se vivieron por estos crímenes.

Los dos ataques sicariales que ocurrieron este jueves en los centros comerciales Chipichape y Palmetto Plaza y que dejaron cuatro personas muertas estarían relacionados entre sí y tendrían que ver con la guerra que libran en la ciudad las bandas criminales.Al parecer, se trata de la disputa entre los antiguos hombres de los hermanos ‘Comba’ y ‘los Urabeños’, que desde hace más de un año se disputan el poder en la región.Según la Policía, una de las víctimas del caso del centro comercial del sur de Cali era Darwin Bravo Quintero, antiguo integrante de la estructura de los hermanos Calle Serna, ‘los Comba’.Bravo Quintero, aparte de ser cuñado de ‘los Comba’, fue detenido en el 2007 en una operación en la que capturaron a dos tíos de los Calle Serna. Luego fue condenado por lavado de activos y en el 2009, dejado en libertad condicional.Además, fue una de las personas que resultó herida durante el atentado en el que murió Rafael Uribe Serna, tío de los hermanos ‘Comba’. El hecho se registró cerca de la Terminal de Transportes de Cali, en el 2009.Este hombre, apodado Pecueca, fue asesinado a las 12 del mediodía en la plazoleta de comidas de Palmetto. Según el comandante de la Policía Metropolitana, general Fabio Castañeda, hay indicios de que en ese lugar se encontraban reunidos varios hombres que trabajaban para los hermanos ‘Comba’ (Luis Enrique y Javier Antonio Calle Serna), actualmente extraditados a Estados Unidos, sindicados de narcotráfico. Un grupo de sicarios irrumpió disparando en el sitio. Entonces, el hermano de Bravo Quintero desenfundó un arma de fuego y mató a uno de los presuntos sicarios, quien murió en un centro asistencial.El hermano de la víctima se encuentra retenido en espera de que la Fiscalía lo interrogue. Este hombre, según fuentes de inteligencia, es el esposo de una de las hermanas de Javier Antonio y Luis Enrique Calle Serna.Entre tanto, los miembros de la seguridad del centro comercial, con ayuda de la Policía, lograron detener a dos de los presuntos agresores: un hombre de 23 años y un joven de 15, que llevaban una pistola nueve milímetros y un revólver calibre 32 con el que habrían cometido el homicidio.Ataque en el norte de la ciudadMinutos antes de que se presentara el doble homicidio en el sur de la ciudad, otra balacera se registró dentro de un salón de belleza en el segundo piso del centro comercial Chipichape, donde asesinaron a Jorge Iván Gómez Guevara, abogado penalista, y a Junior Villareal, empleado de la peluquería Jet Set, lugar donde se presentó el hecho.El general Fabio Castañeda explicó que la patrulla del cuadrante, junto con la seguridad del centro comercial, capturó al presunto autor del ataque y le decomisó una pistola marca Glock. “Se dio aviso al cuadrante del sector y capturaron a un joven, de aproximadamente 17 años, que sería el responsable”.El abogado, de 39 años y nacido en Tuluá, quien se había radicado hacía ocho años en Cali fue trasladado a un centro asistencial donde falleció. Gómez Guevara al parecer había asesorado a Jhon Estiven Idrobo Pérez, alias Jerry, quien fue capturado en marzo del 2012 en Santa Marta y quien era señalado de ser el jefe de los ‘Rastrojos’ en Tuluá.Hoy, Idrobo tiene una audiencia ante un juez de Buga, pero en ese proceso su abogado es otro penalista.“Alguna gente es mala”La frase que curiosamente siempre repetía Junior Villareal ayer lo marcó para siempre: “alguna gente es mala”.El joven estilista, de 22 años, murió ayer tras quedar en medio de una balacera perpetrada en una peluquería de un centro comercial del norte de Cali, donde él trabajaba.Junior, oriundo de Popayán (capital del Cauca), decía que alguna gente era mala y que en la calle había mucho peligro. Por eso, seguramente, el joven prefería quedarse en sus ratos libres en su apartamento viendo películas en un televisor de última tecnología que recién había comprado y comiendo crispetas. Otras veces le gustaba estar en casa, pero en la piscina tomando el sol. Quienes conocieron a Junior Villareal se refieren a él como una persona muy cuidadosa, amable, tranquila. Otros hablan de un joven que tenía muchos conocidos, más no amigos. Hablan de una persona más bien desconfiada.La clientela de Junior se refería a él como el estilista, aunque a uno de sus amigos un día lo corrigió y le dijo que se decía asesor de imagen porque eso era lo que había estudiado en Popayán y lo que desde hace un año y medio venía ejerciendo en la capital del Valle.A Junior también le encantaba bailar. Bailar danza folclórica, por lo menos así lo hizo varias veces en la Casa de la Cultura de Popayán. Hace una semana se había inscrito en una escuela de salsa caleña.El cuerpo del joven será llevado a Popayán. Allá lo recibirá su familia, entre ellas su abuela, tal vez, una de las personas a las que más amaba Junior.Pánico y caos en los pasillosLos ataques en ambos centros comerciales se presentaron minutos antes del mediodía, cuando muchos clientes se encuentran en el lugar almorzando, por lo que el caos y el pánico fueron el común denominador en los dos hechos.“En Palmetto la plazoleta de comidas estaba bastante ocupada cuando empezaron a sonar los disparos. La gente me atropelló, me llevó por delante. Hubo una estampida porque todos se querían resguardar. Las balas sonaban terrible, durísimo y no paraban. Contamos como doce disparos”, cuenta una mujer que estaba almorzando al momento del atentado sicarial.En Chipichape el miedo llegó cuando varios testigos vieron al presunto homicida del abogado y del estilista correr por los pasillos del centro comercial con el arma en la mano.“Todos nos metíamos a locales a escondernos. No sabíamos qué estaba pasando cuando escuchamos los gritos y las balas. Luego pasó un muchachito muy rápido, bajando las escaleras a toda marcha con un arma en la mano. Fue impactante ver eso”, explicó un hombre que acababa de llegar a realizar una diligencia en el segundo nivel.Otro homicidio en el sur de CaliA la 1:00 de la tarde, en el barrio Gran Limonar, al sur de la ciudad, dos hombres dispararon en contra de un joven de 27 años que fue identificado como José William Gaviria Azcárate.El crimen se presentó en la Calle 13A No. 69-74 cuando Gaviria se dirigía a su vehículo después de almorzar en un restaurante aledaño al lugar donde le dispararon.Según testigos, un hombre se le acercó por la espalda y abrió fuego. La víctima huyó de su atacante, quien lo persiguió y logró impactarlo en, al menos seis oportunidades en el cuello, la espalda y la cabeza.El sicario huyó a pie por unos metros hasta que, según afirman vecinos otro hombre que conducía una motocicleta de alta cilindrada lo recogió y ambos huyeron abordo del vehículo.

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