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Fuertes críticas a la desmovilización de las AUC

“El fenómeno de bandas criminales es el resultado de las falencias que tuvo la reinserción”: senador Benedetti.

2 de abril de 2011 Por: Resumen de agencias

“El fenómeno de bandas criminales es el resultado de las falencias que tuvo la reinserción”: senador Benedetti.

Fuertes criticas a la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, durante el gobierno de Álvaro Uribe, se realizaron ayer durante el foro de ‘Los desafíos del Estado frente a las bandas criminales’.Uno de los cuestionamientos lo realizó el actual presidente del Senado, Armando Benedetti, quien señaló que ese proceso “deja mucho que desear” en lo que a violencia y crimen organizado se refiere ya que, según él, ese programa de desmovilización fracasó porque al 2008 habían sido asesinados más de 2.500 reinsertados y otros 5.000 no aparecían en las listas de registro.“Hubo deficiencia en la verificación de las identidades de los supuestos desmovilizados, lo que llevó a las recientes revelaciones de fraudes cuya magnitud aún no sabemos”, agregó.Según el congresista, el nuevo fenómeno de bandas criminales es el resultado de las falencias que tuvo el programa de reinserción y el proceso de desmovilización. Además, dijo que no puede continuarse con el proceso de restitución de tierras si antes no se garantiza la defensa de los beneficiarios del proceso.Benedetti propuso el establecimiento de una comisión independiente que analice el desarrollo del proceso de desmovilización de los paramilitares para establecer ¿cuántos paramilitares se desmovilizaron? ¿cuántos han ingresado a las bacrim? y ¿cuál es la relación entre bacrim y paramilitares en determinados territorios?También reconoció que estas bandas han adquirido poder político y militar en algunas regiones, y pidió que se les considere como una amenaza igual a la que representan las guerrillas Farc y el ELN.El otro crítico de la desmovilización fue el director ejecutivo de la Corporación Nuevo Arco Iris, León Valencia, quien sostuvo que la negociación con las AUC terminó en fracaso y llevó al surgimiento de los grupos “neoparamilitares”. Valencia observó que las 22 bandas criminales iniciales han convergido en siete grupos. “Hay un proceso de aglutinamiento de ellos”. En Colombia “se ha inaugurado un nuevo ciclo de violencia a partir del 2008”, advirtió Valencia, quien indicó que las nuevas agrupaciones pueden sumar unos 10.200 miembros.Una buena parte de los mandos medios de estos nuevos grupos provienen de las antiguas AUC, como otros de sus integrantes, continuó el director de la ONG, y señaló que las bacrim tienen ahora presencia en 293 municipios (casi la cuarta parte de poblaciones del país).A ellas se les atribuyeron unos 7.000 homicidios cometidos el año pasado en el país, añadió Valencia.Son bandas, dijo luego, que tienen en común con las desaparecidas AUC el narcotráfico como actividad preferente, pero que, ante la pérdida de mercados internacionales para la droga, intensifican el ‘microtráfico’ dentro del país.En el encuentro, acogido por un recinto del Congreso Nacional, también intervinó el ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas Lleras.Vargas Lleras entregó cifras diferentes a las dadas por la Corporación Arco Iris sobre las bandas criminales. El Ministro aseguró que se estima que los integrantes de esas organizaciones podrían llegar a 4.200 y que utilizan a otras organizaciones de menor tamaño para operar en distintas regiones del país, pero con los mismos cometidos.Agregó que hacen presencia en más de 150 municipios de unos 17 departamentos como Guaviare, Meta, Valle, Nariño, Antioquia, Magdalena, el sur del Cauca, entre otros.Las bacrim son “un flagelo aterrador y una amenaza inmensa. Tenemos que avanzar aceleradamente en su desmantelamiento y judicialización”, expresó.El funcionario dijo que uno de los retos del momento para el Gobierno es el de impedir que estas bandas interfieran en los próximos comicios. Finalmente, reveló que las bandas criminales están recurriendo a las extorsiones y al reclutamiento forzado de menores, que eran acciones tradicionalmente de las guerrillas.

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