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Farc sí tenían un móvil para matar a Duarte Cancino, pero pruebas no fueron suficientes

Tribunal Superior de Cali no descartó que la guerrilla haya estado tras muerte del arzobispo de Cali, monseñor Isaías Duarte Cancino, pero pruebas no son contundentes.

31 de marzo de 2013 Por: Redacción de El País

Tribunal Superior de Cali no descartó que la guerrilla haya estado tras muerte del arzobispo de Cali, monseñor Isaías Duarte Cancino, pero pruebas no son contundentes.

Para los magistrados de la Sala Penal del Tribunal Superior de Cali, que el pasado 15 de marzo absolvieron en segunda instancia al secretariado de las Farc como determinador del asesinato de monseñor Isaías Duarte Cancino , solo hay dos hechos incontrovertibles tras una década de investigación: la muerte violenta del prelado, que fue impactado por cuatro disparos y la identificación plena de los autores materiales, Alexander Zapata, ‘el cortico’, y Augusto Ramírez, ‘el calvo’.El resto de pruebas fueron desvirtuadas una a una por Socorro Mora Insuasty, magistrada ponente, y por Leoxmar Muñoz Alvear. Solo el tercer togado, Roberto Muñoz Ortiz, se apartó del criterio de sus colegas y salvó su voto, decisión que le permitirá a la Corte Suprema de Justicia, revisar la absolución a través de un último recurso de Casación.Además de dar por cierto que a Monseñor lo asesinaron a balazos dos sicarios de una oficina de cobro conocida como ‘La Torre’, lo cual descarta “la intervención de la milicia urbana de las Farc”, a los jueces les “resulta admisible la tesis de que la agrupación insurgente sí tenía un móvil que la determinó a ordenar el asesinato”.Los magistrados explican que el “arzobispo denunció y reprochó de manera pública los ataques y secuestros de las guerrillas contra civiles” y que “la lógica de guerra indiscriminada de las Farc” pudo ponerlo en la mira de sus ataques.Consideran, sin embargo, que para imponer la sentencia a 25 años de prisión y una indemnización de $1.000 millones, “no basta invocar el móvil, ni los nefastos antecedentes de la agrupación subversiva” ya que “la responsabilidad penal se da a partir de los actos, externos e inequívocos, desplegados por los acusados y orientados a alcanzar el fin ilícito, solo esa constatación permitirá determinar su forma de participación en el acto criminal”.Prueba ilegalTal vez el único testimonio que podría ligar definitivamente a las Farc como responsables de ordenar el asesinato de monseñor Duarte Cancino es el de Jorge Eliécer Romero Salgado, alias Careniña. Militó en el Bloque Oriental bajo el mando del ‘Mono Jojoy’. Cayó herido y capturado por el Ejército, posteriormente recuperó su libertad en el intercambio humanitario y fue reasignado a las milicias urbanas en Cali. Este hombre señala que fueron dos milicianos de las Farc: alias Coquimbo, John Jairo Maturana, reconocido por ser el protagonista del comercial Marimba a la lata, y alias Millón, quienes se encargaron de contratar a los sicarios de La Torre, que cobraron $240 millones a ‘Pablo Catatumbo’ por asesinar a monseñor.Su testimonio cobra gran importancia pues una fiscal de derechos humanos logró corroborar cada dato que el desertor entregó, incluso, todas las personas que menciona desaparecieron en cinematográficas incursiones de hombres armados a sus casas en barrios del oriente caleño o fueron asesinadas en atentados ese mismo 2002. Sin embargo, el Tribunal Superior desestima su testimonio por considerarlo ilegal “ya que no fue solicitado por las partes, ni decretado por el despacho investigador, la prueba no fue practicada dentro del proceso, privando a la partes del derecho a contradecirla”.Desertores enredadosJulio Rodrigo Iriarte, otro desertor, quien en 2001 habría militado como escolta del comandante ‘Alex’ del frente 30 de las Farc, lo que le permitió oír una charla entre su jefe y alias Mincho: “hay que matar al padre… eso pide el secretariado”. Y refiere además dos hechos para apoyar su versión. Que en 2002 se encontró en la terminal con alias Basilio (Jhon Fredy Jiménez), otro subversivo al que le habrían encargado “buscar la gente para matar a Monseñor”. En un segundo encuentro con el mismo ‘Basilio’, 15 días después, en el barrio Lleras de Cali, este le dijo que ya tenía contratados a ‘el cortico’ y ‘el calvo’, quien estaba detenido pero le conseguirían un permiso de 72 horas.Los magistrados le restan total credibilidad a Iriarte porque “al revisar los informes de inteligencia que de las estructuras guerrilleras llevan las autoridades colombianas, se puede ver que en las órdenes de batalla, Julio Rodrigo Iriarte, ‘julito’ o ‘julia’, no figura como integrante del 30 frente de las Farc. La información que brinda sobre la estructura y jerarquías del frente es imprecisa, y los nombres que resalta, tampoco coinciden con los que aparecen en los informes militares”. De acuerdo a esa información, el comandante del 30 frente para el momento de los hechos es José Antonio Páez, no ‘alex’ ni ‘mincho’.Sobre el detalle de que ‘el calvo’ estaba detenido, la Procuraduría que actuó en el proceso señaló que esa detención se dio el 7 de marzo de 2002, y la supuesta conversación fue desmentida ya que tuvo lugar en enero del mismo año. Alias Basilio fue absuelto del cargo de homicidio por el mismo Tribunal.Lo que escuchó el conductor de MonseñorEdilberto Ceballos, quien era el chofer de monseñor, testificó que en dos ocasiones escuchó al prelado decir que “la guerrilla lo había amenazado” y que “Catatumbo lo señalaba de paramilitar después de que le había colaborado con la liberación de su hermana”. En alusión a los servicios presuntamente prestados por Duarte Cancino para que Carlos Castaño le respetara la vida y dejara libre una hermana del líder guerrillero.Los magistrados señalan que “no indica el testigo, tampoco se le interroga, por el contexto en que se hicieron esos comentarios” y aunque lo reconoce como un testigo que amerita credibilidad, “la valiosa información suministrada no fue aprovechada por los investigadores, ya que si bien dijo que un oficial de la Policía fue quien le informó de las amenazas a Monseñor, no se identificó al funcionario para que explicara en el juicio cómo conoció de las mismas”. Y concluyen los magistrados señalando que tampoco se indagó por las presuntas relaciones de Monseñor con ‘Catatumbo’.

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