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"Estuvimos a dos kilómetros de neutralizar a 'Pablo Catatumbo': General Jerez

El general Jorge Humberto Jerez, saliente comandante de la Fuerza de Tarea Apolo del Ejército, dice que a las Farc lo único que le queda en el Cauca es el terrorismo.

3 de noviembre de 2013 Por: Redacción de El País

El general Jorge Humberto Jerez, saliente comandante de la Fuerza de Tarea Apolo del Ejército, dice que a las Farc lo único que le queda en el Cauca es el terrorismo.

El Cauca puede convertirse en la mayor frustración de un militar: carros bomba que explotan en plenas plazas de mercado, granadas que caen como lluvia y matan niños, minas asesinas de soldados... Una región que por más de 50 años ha estado asediada por las Farc y ha sido el escondite de los guerrilleros más viejos del mundo. Una tierra que parecía inmune al Ejército. En diciembre del 2011, cuando el general Jorge Humberto Jerez llegó al Cauca, la región era eso, el blanco más atacado por la guerrilla. Su misión, entonces, era comandar la Fuerza de Tarea Apolo, que se creó para fortalecer la ofensiva militar en esta zona.Ahora que acaba de dejar el cargo, Jerez dice que se va sin frustraciones. Tras haber dado de baja a los cabecillas del Frente Sexto y la columna Jacobo Arenas, que mantenían el control en el departamento, el general insiste en que después de muchos años la seguridad en el Cauca ha mejorado. Usted ya se va de la Fuerza de Tarea Apolo, ¿qué hizo por el Cauca?En diciembre del 2011 la Fuerza de Tarea Apolo inició un ataque frontal contra las Farc, con operaciones sostenidas en sus corredores de movilidad y áreas bases. Y ustedes han visto los resultados: la muerte de 40 terroristas, la desmovilización de 81 guerrilleros, la captura de 160 bandidos. Además de eso, llegamos con programas de sustitución de cultivos ilícitos, proyectos de infraestructura y acciones integrales de acercamiento con la sociedad civil para romper ese hielo que había entre los soldados y la población.En diciembre ya cumplía dos años en el cargo, ¿por qué se va?Bueno, nosotros somos aves de corto vuelo. Ahora debo irme porque fui nombrado comandante de la Décima Tercera Brigada en Bogotá, pero creo que cumplimos los objetivos y las expectativas que tenía la sociedad civil. En este momento se percibe una sensación de seguridad en el Cauca, en la parte rural y urbana. Y eso no lo digo yo, sino la misma población.¿Su partida significará un cambio en la estrategia militar en esta región?Yo creo que mi sucesor, el coronel Cabra, seguirá con la misma política y estrategia. Pero seguramente él mirará lo que está bien y cambiará lo que está mal, porque no podemos decir que todo es perfecto. Lo más importante es seguir el acercamiento con los habitantes. Hoy somos amigos del pueblo, incluso en varios municipios ya nos consideran como parte de la comunidad. Pues ni tan amigos porque, a pesar de los avances que usted pueda mencionar, hay muchas zonas donde los indígenas siguen rechazando la presencia del Ejército... Sí, pero estamos en ese proceso, cada comandante de brigada tiene un estrecho diálogo con los gobernadores indígenas. Ahora tenemos la oportunidad de llevar a algunos líderes a nuestros batallones para que nos instruyan acerca de su legislación y así los soldados conozcan sus normas. Ese trabajo ha sido muy fuerte y yo podría decir que hemos avanzado mucho. Usted recuerda cómo estábamos el año pasado, cuando se presentaron esas confrontaciones entre indígenas y soldados. Usted acaba de reconocer que el acercamiento con la población hace parte de la estrategia del Ejército en el Cauca, ¿no cree que ese afán por poner a la población de su lado lo que hace es dejarlos en riesgo? Hay quienes han muerto solo porque los vieron hablando con militares...Lo que nosotros buscamos es romper el miedo que tenía la población de acercarse a los soldados. Yo le puedo contar que al principio fue muy complicado porque hacíamos eventos y solo nos iban unas tres personas, pero luego ya no nos alcanzaban las sillas. En este momento usted puede ir a Caldono, Miranda, Toribío y verá que ya las personas asisten a las actividades que planeamos, sin el miedo que tenían antes. ¿Usted hoy reconoce que ese miedo de la población se debía a los errores, y algunas veces atropellos, que cometían sus soldados?Sí, por eso una de las políticas que diseñamos fue la acción integral, con el fin de tener como centro a la población civil, por eso mejoramos el trato y cambiamos la imagen que tenía el soldado. No se puede negar que la seguridad en el Cauca ha mejorado, pero ¿cuál fue la clave para lograr avances en una región que parecía blindada a las estrategias militares?Con la llegada de mi general Segura a la Tercera División del Ejército y del general Barrero (actual comandante de las Fuerzas Militares) al Comando Conjunto de Occidente se ideó una estrategia de control militar de área activa, que consistía en controlar los municipios y vigilar los corregimientos. Luego de tener ese control, iniciamos un ataque directo contra todos los frentes de las Farc y eso nos permitió dar golpes muy significativos, como la muerte de alias el Burro y Jaimito, cabecillas del Frente Sexto de las Farc. También logramos la salida de la zona de ‘Caliche’, el jefe sanguinario de la Columna Móvil Jacobo Arenas, de Morales (Cauca), que luego fue dado de baja por la Fuerza de Tarea Pegazo, en Nariño. A pesar de esa relativa calma que se vive en el Cauca, hace dos semanas se presentó un ataque en la Vía Panamericana que dejó nueve heridos, ¿no siente que se va justo en un momento en el que podría regresar la tensión?No, a las Farc lo único que les queda en el Cauca es el terrorismo porque esa es la guerra más fácil de hacer y a la vez la más difícil de combatir: un carro bomba lo pone una sola persona, pero nosotros para detectar ese explosivo necesitamos, en cambio, de mucha inteligencia y tecnología. ¿Los golpes que se han dado en el Cauca obedecen solo a un éxito militar o ha influido el proceso de paz?Pues el año pasado finalmente no hubo un cese al fuego bilateral, en el norte del Cauca las Farc lanzaron ‘tatucos’ (granadas artesanales), asesinaron personas, dejaron niños heridos, hubo carros bombas; así que el conflicto ha continuado. Y por eso nosotros hemos seguido las operaciones en las cordilleras Central y Occidental, para mantener la seguridad que hemos logrado y para cortar esos corredores estratégicos del narcotráfico. Anteriormente, ellos enviaban los insumos para sus cristalizaderos por ese corredor del Naya, que ya se les cortó. Le puedo decir que las Farc están sin plata para sostenerse porque no tienen por donde sacar la droga. Entonces, si la estrategia de las Farc es continuar su ofensiva, ¿no teme que el Cauca sea la región que la guerrilla utilice para demostrar que está fuerte? Por eso hemos diseñado unas estrategias para cuidar la infraestructura eléctrica, que es la que ellos están atacando en varias zonas del país, y en general todos los activos que hay en el Cauca, y así evitar las fechorías de estos terroristas que se sienten fuertes solo porque tumban una torre y salen en los medios de comunicación. .¿Usted se atrevería a afirmar que el Frente Sexto desapareció, como lo insinuó el Ministro de Defensa hace unos meses?El Sexto Frente ha sido golpeado en su corazón, al dar de baja a sus máximos cabecillas alias Jaimito y el Burro. En este momento hay un frente desorganizado, sin liderazgo y dividido por el poder de la estructura y del dinero que tenían del narcotráfico.Y, luego de la captura de esos cabecillas, ¿cuál es el nuevo objetivo militar de la Fuerza de Tarea Apolo?Alias Calixto, quien ahora es el jefe del Frente Sexto, él era cabecilla de la tercera compañía. ¿Y qué tan cerca están?Más cerca que lejos. ¿Qué ha significado para la zona el hecho de que ‘Pablo Catatumbo’, quien se escondía en esta región, se desplazara a La Habana? Bueno, a ‘Pablo Catatumbo’ lo tuvimos a dos kilómetros, incluso tenemos fotos y filmaciones de la gente que estaba con él y que estaba trabajando con nosotros. Estábamos muy cerca de neutralizarlo, hasta vimos salir los helicópteros que lo sacaron de la zona donde se escondía, pero, por órdenes del Presidente, tuvimos que cancelar el operativo.¿Y usted no cree que eso ha afectado el ánimo de sus hombres, al estar tan cerca de un hombre como ’Pablo Catatumbo’ y tener que dejar todo a un lado, para luego verlo sentado en una mesa de negociación?Pues allí está la importancia del liderazgo. En las charlas diarias que hemos tenido con nuestros hombres se les ha fortalecido el espíritu de combate, pero se les ha dado a entender que todo esto se hace por el bien del país, por eso somos consientes de que lo que se hizo en el Cauca va a fortalecer las negociaciones en Cuba.¿No es conformista decir que el Cauca, que es la cuna de las Farc, ahora está en calma?Hemos hecho mucho, pero sabemos que hay más por hacer. Lo que hemos dicho es que es cierto que estamos mostrando unas condiciones de seguridad que no se tenían antes y usted misma lo puede percibir. Pero sí falta mucho por hacer porque el Cauca es una zona donde las Farc están hace 50 años y hay cuatro generaciones del Frente Sexto, por eso el trabajo debe continuar, con más resultados.

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