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Estos son los otros 'Catatumbos' que aún quedan en Colombia

En el país existen al menos seis zonas con poca presencia del Estado y en las que los grupos ilegales imponen su ley.

29 de mayo de 2016 Por: Redacción de El País y Colprensa

En el país existen al menos seis zonas con poca presencia del Estado y en las que los grupos ilegales imponen su ley.

En los últimos días los ojos del país han estado puestos en el Catatumbo, zona fronteriza con Venezuela en Norte de Santander. En particular debido a los secuestros, por parte del ELN, de la periodista colombo-española Salud Hernández-Mora; de los corresponsales de RCN Televisión Diego D’Pablos y  Carlos Melo. Lea también: Santos anuncia intervención social y económica en El Catatumbo

Estos casos  constatan una vieja sensación; el control territorial de los grupos armados ilegales en el Catatumbo, un polvorín en el que confluyen desde el ELN hasta las Farc, bandas criminales y disidencias del EPL.

Pero el caso del Catatumbo no es único. En el país, según analistas, existen otras regiones como esa, donde la presencia del Estado es poca, lo que  se vuelve un caldo de cultivo para la criminalidad y la delincuencia, especialmente el narcotráfico. Son regiones que se constituyen en el mayor reto para el esperado posconflicto.

Se trata de regiones como la Costa Pacífica (en municipios costeros de Nariño, Cauca, Valle y Chocó),    Arauca,  el Urabá antioqueño y chocoano y  Putumayo. En muchos de estos territorios coinciden los cultivos ilícitos, la minería ilegal y varios actores del conflicto colombiano.

Según Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, en el Catatumbo operan cuatro estructuras del ELN, tres de las Farc, una del EPL y dos bandas criminales: ‘los Rastrojos’ y ‘los Urabeños’. Además, allí  se concentran grandes cultivos de hoja de coca y la mayor producción de cocaína del país. Asimismo, posee problemáticas de falta de acceso a las instituciones del Estado e infraestructura.

Urabá: tráficoEl Urabá chocoano y antioqueño es considerado otra de esas ‘repúblicas independientes’. Para el analista Saúl Pineda esta región concentra uno de los fenómenos de aislamiento más fuertes en el país.  Chocó  es el departamento con más pobreza en Colombia y Antioquia uno de los más inequitativos. En esta región, ubicada en el noroeste del país, tienen presencia las Farc, el ELN y las  bacrim. De acuerdo con cifras del Ejército, entre el 1 de mayo y 6 de mayo de 2016 se  ubicaron siete laboratorios para el procesamiento de pasta  base de coca, dos de ellos de las Farc, uno ELN y cuatro de las bacrim. El analista John Marulanda destacó que en esta región  es una de las salidas del narcotráfico y un camino de migraciones ilegales, como se ha  conocido en los últimos días, tras el cierre de la frontera con Panamá.El municipio de Turbo es actualmente el mayor paso de migrantes. Putumayo El Bajo Putumayo, también  limítrofe con Ecuador y con Perú, es otra de las zonas en las que confluyen varios actores. Allí se encuentran grupos como ‘los Rastrojos’ y el Frente 48 de las Farc. Esta región también se ha visto afectada por los cultivos ilícitos. En municipios como Puerto Asís, Puerto Leguizamo, San Miguel, La Hormiga, Orito y Villa Garzón delinque el frente 48 de las Farc. Estos municipios afectados hace más de una década por las masacres de las autodefensas, tienen una activa presencia guerrillera, a lo largo de ríos como San Miguel y Putumayo. Y este año el temor por las bandas criminales, entre ellas una conocida como ‘La Constru’, aliada de la guerrilla aumentó con una serie de asesinatos y amenazas. Arauca, campo de batalla En la otra frontera, la que comparte Colombia con Venezuela, está Arauca, una de las zonas petroleras del país, con una fuerte presencia del ELN y las Farc. Un informe de Paz y Reconciliación explica que en Saravena, Arauquita, Fortul y Tame ejerce control territorial el Frente Domingo Laín del ELN: “Es la estructura más importante de los elenos y ella sola  podría tener 1200 hombres”, explica Ariel Ávila. Allí también está  el Frente 10 de las Farc, además de bandas criminales que se disputan los negocios del contrabando, la gasolina que proviene ilegalmente desde Venezuela y la extracción de petróleo del oleoducto.  Según Marulanda, el control territorial ha sido el campo de batalla de estos grupos armados ilegales.  De acuerdo con cifras que dio a conocer el catedrático Pineda a través del observatorio estratégico de dirige, municipios como Fortul y Tame tienen niveles de insatisfacción de necesidades básica del 70 % y 90 %, respectivamente. “Es un departamento en el que la exclusión social y la presencia de grupos al margen de la ley, lo han convertido en lo que es hoy”, agregó el experto. El Pacífico

Esta, junto con las demás regiones, están en áreas geografías complicadas, les falta desarrollo social, tienen amplia influencia de actores armados y hay poca presencia del Estado. Una de las regiones más críticas, después del Catatumbo, es la costa Pacífica de Nariño.

Según Saúl Pineda, director del Centro de Pensamiento de Estrategias Competitivas de la Universidad del Rosario, el porcentaje de necesidades básicas insatisfechas en esa región está entre 78 % y 50 %, y es uno de los departamentos “más excluidos”. En esta parte de Nariño, fronteriza con Ecuador, delinquen las Farc, el ELN y además hay presencia de bandas criminales,  según el mapa del conflicto armado en Colombia de la Fundación Paz y Reconciliación.El balance del Ejército Nacional  muestra que  en esta zona durante el primer trimestre de este año se han destruido 114 laboratorios, incautado 19 toneladas de cocaína y hallado 5293 galones de insumos sólidos y líquidos para la producción de este estupefaciente. A esta zona se suman municipios del pacífico caucano como López de Micay, Guapi y Timbiquí, entre otros, donde hacen presencia las Farc y bandas criminales. Líderes de estas poblaciones cuentan que el control territorial de estos grupos en las zonas rurales y en ocasiones en casos urbanos es muy fuerte. La falta de vías, la pobreza y la escasez de empleos son comunes a todo el litoral Pacífico.   En el Valle del Cauca está Buenaventura. La situación más complicada la vive actualmente la zona rural de esta población en límites con Chocó y el Litoral del San Juán, del vecino departamento. Allí la presencia de las Farc, el ELN y las bandas criminales han generado el desplazamiento de más de seis mil personas este año. El control territorial del ELN se da especialmente sobre el río San Juán, pero esta organización se disputa otras zonas con las bandas criminales.

 

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