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Estos son los oficiales que habrían hecho 'pactos con el diablo'

El caso del general en retiro Mauricio Santoyo es la punta del iceberg de las acusaciones en torno a las relaciones entre grupos ilegales y miembros de la Fuerza Pública de Colombia.

27 de agosto de 2012 Por: Redacción de El País

El caso del general en retiro Mauricio Santoyo es la punta del iceberg de las acusaciones en torno a las relaciones entre grupos ilegales y miembros de la Fuerza Pública de Colombia.

Esa madrugada del 13 de mayo de 2008, cuando 14 jefes ‘paras’ abordaron el vuelo que los extraditaba a Estados Unidos para responder ante la justicia de ese país, comenzó a romperse la ‘ley del silencio’ que imperaba sobre los presuntos nexos entre narcotraficantes, autodefensas y Fuerza Pública.Si bien algunos venían insinuando estas relaciones desde 2006, en el marco del proceso de paz de Santa Fe de Ralito, a partir de ese vuelo -sin tiquete de regreso-, los exjefes comenzaron su trabajo de delación.El balance que reposa en la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía revela que hasta finales de 2011 habían sido ‘salpicados’ 870 miembros de la Fuerza Pública (de diversos rangos) en sus supuestas relaciones con narcotráfico y paramilitarismo.Según el mismo informe, solo en el primer semestre de 2011 hubo 162 denuncias en contra de oficiales del Ejército; 89 de la Policía; 59 suboficiales del Ejército y 97 de la Policía. Hubo otros 6 casos que vinculaban a oficiales de la Armada y una sola en la Fuerza Aérea.Las estadísticas acabaron con el camuflaje que tenían los delincuentes en la institucionalidad, tanto que el mismo especialista en seguridad, Alfredo Rangel, reconoce que los casos probados de uniformados son “una prueba que la capacidad de infiltración de los narcos y los paras es muy fuerte”.Rangel cree que el problema radica en que no se ha robustecido el aparato de inteligencia y contrainteligencia de las fuerzas, pero aclara que “la codicia es algo que, en ocasiones, domina y los uniformados no son ajenos a esto”.Sin embargo, el reciente reconocimiento por parte del general Mauricio Santoyo de sus vínculos con los ‘paras’ desnudó una cruda realidad. Al punto, que el director de la Policía, general José Roberto León Riaño aseguró que “la alianza con el diablo nunca es buena”.Pero quienes le han antecedido en el cargo, como el general (r) Luis Ernesto Gilibert, tratan de explicar estos fenómenos. “A veces los hombres piensan que su labor es infructuosa por la falta de castigos jurídicos a los criminales”, dice, pero al reconocer que es un grave problema señala la falta de “estatura moral de quienes no se resisten a la tentación”.Jaime Bernal Cuéllar, exprocurador, es de la idea que, sin duda, son casos aislados porque son una minoría los que resultan vinculados con los ilegales.“Son personas que traicionan a las instituciones” anota, al recalcar que todas las responsabilidades penales y disciplinarias son individuales y no pueden poner en tela de juicio la institución a la que pertenecen.Tanto Bernal como Gilibert coinciden en la necesidad de corroborar las denuncias y hacer estudios serios de esas denuncias. Eso se sustenta en que los paramilitares que están en Justicia y Paz buscan aplicar a las penas alternativas, que están muy por debajo de las sentencias regulares.Los denunciados por paramilitaresSi bien la lista de uniformados que han sido denunciados por los paramilitares que se acogieron a Justicia y Paz es extensa, a continuación se reseñan algunos de quienes se ha dicho, presuntamente, apoyaron a las autodefensas.El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, extraditado a Estados Unidos, ha acusado en sus versiones libres a los generales (r) del Ejército Rito Alejo del Río, Iván Ramírez y Martín Orlando Carreño, de haber apoyado la causa paramilitar.Por su parte, Diego José Martínez, alias ‘Daniel’, jefe del Bloque Tolima, antes de ser asesinado vinculó a los excomandantes de la Policía del Tolima, coronel Ciro Chitiva y al coronel Danilo González, quien fue asesinado en 2004. Así mismo al capitán (r) del Ejército Camilo Rodríguez (excomandante de Inteligencia del Batallón Rooke en Ibagué) y al capitán (r) Andrés Perdomo (de la FAC).El caso del general Del Río: Sobre este oficial, tanto Mancuso como Éver Veloza, alias ‘HH’ y Jorge Iván Laverde, alias ‘El Iguano’ coincidieron en que cuando el General era el comandante de la Brigada XVII (Carepa) participó en la consolidación de las AUC al mando de Carlos Castaño. Del Río fue capturado el 21 de julio de 2001 y se le acusó de haber participado en el asesinato y desaparición de no menos 1.200 personas entre 1996 y 1997. Según registros, quedó en libertad el 6 de agosto del mismo año y en 2004 su proceso fue precluido por el fiscal Luis Camilo Osorio. Sin embargo, en 2009 la Corte Suprema ordenó reabrir el proceso y en 2008 fue detenido acusado de homicidio en persona protegida. El pasado viernes fue condenado a 25 años de prisión por el crimen del campesino Marino López Mena, en la operación ‘Génesis’ de 1997.El giro en el proceso por el diario de ‘Chupeta’Lo que se mostraba como la prueba reina para establecer presuntos vínculos de miembros de la Fuerza Pública con el narcotraficante Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ‘Chupeta’, detenido en Sao Paulo (Brasil) en 2007, resultó ser un engaño a la Justicia. Así lo dijo el fiscal General, Eduardo Montealegre, quien aseguró que el diario del capo fue un montaje en el que se utilizó la firma y la huella para crear un contenido ficticio.Esta situación le dio un giro a la investigación, ya que de los 17 altos oficiales del Ejército, la Policía, la Armada y la Fuerza Aérea, había procesos preliminares en contra del general (r) de la Policía, Daniel Castiblanco; los generales (r) del Ejército Gabriel Ramón Díaz, Jaime Calderón, Jorge Ardila, Luis Felipe Paredes y Leonardo Gómez ; así como el almirante Carlos Humberto Pineda.Para el Fiscal es claro que “no sabemos quién lo hizo”, pero comentó que existen evidencias que apuntan a haber sido creado al interior de las mismas instituciones, por lo que anunció una investigación para determinar si hay miembros de la Fuerza Pública vinculados en este ilícito.Esta posible incriminación interna ya comenzó a generar reacciones, como la del general (r) Gabriel Díaz (mencionado en el Diario) quien dijo a medios que “hay que preguntarle a la Armada cómo se fabricó ese documento”.De confirmarse que este diario nació de las entrañas de alguna Fuerza, sería similar al caso del exalmirante Gabriel Arango Bacci, quien estuvo acusado de narcotráfico en menciones que supuestamente se encontraron en el computador de’Chupeta’. Al final quedó libre en marzo de 2009 luego de 18 meses de detención y se determinó que fue un montaje al interior de la misma fuerza.El caso MontoyaEl excomandante del Ejército, general (r) Mario Montoya, tiene a su haber una serie de procesos por supuestas alianzas con paramilitares.El general Montoya fue denunciado ante la Corte Penal Internacional por la organización DhColombia por la masacre de San José de Apartadó, debido a que se dice que en la operación Fénix, el Ejército actuó de la mano de los paramilitares para asesinar a ocho personas. En este caso se vincularon también a los generales Jaime Fandiño y Luis Alfonso Zapata, y los coroneles Néstor Iván Duque y Orlando Espinosa.Adicionalmente el general Montoya enfrenta un proceso por enriquecimiento ilícito, porque supuestamente recibió $1.500 millones del extinto jefe paramilitar Miguel Arroyave para emprender una guerra en contra de Héctor Germán Buitrago, alias ‘Martín Llanos’. En este caso, el oficial en retiro ha sido señalado por el exnarcotraficante Daniel Rendón Herrera, alias 'Don Mario'.Finalmente, el alto oficial también es acusado de, supuestamente, asociarse con los ‘paras’ en la operación ‘Orión’ para el operativo en la Comuna 13 de Medellín en 2002, en donde el exjefe de las Auc, Diego Fernando Murillo Bejarano, alias 'Don Berna' lo relacionó con el Bloque Cacique Nutibara de esa organización.El ‘mandado’ de la masacre de JamundíLo que en principio fue mostrado como un error militar terminó con la acusación del fiscal General de la época, Mario Iguarán, quien aseguró que la masacre de Jamundí en 2006 “no se trató de un error. Fue un acierto criminal” y luego sentenció: "Estaban haciendo un mandado al narcotráfico".De hecho, existen versiones que apuntan a que el entonces comandante, coronel Bayron Carvajal, habría tenido vínculos con Ómar García Varela (alias ‘Capachivo’), hombre de confianza de Diego León Montoya alias ‘don Diego’. Otra versión apuntó a que Carvajal estuvo al lado de los paramilitares, ya que el exjefe del Bloque Bananero de las Auc, Éver Veloza (alias HH) dijo en una versión libre que él había patrullado con el coronel en el Urabá, pero no reveló nada sobre el caso Jamundí.Finalmente, en mayo de 2008, la justicia encontró responsables al coronel Carvajal (Comandante del Batallón de Alta Montaña No. 3) y los 14 hombres bajo su mando del homicidio agravado de 15 oficiales de la Dijín.Sin embargo, el 25 de junio de 2010 recibieron el beneficio de rebaja de penas, por lo que al coronerl (r) Carvajal se le redujo de 54, a 29 años y 10 meses la pena; igual suerte corrió el teniente Harrison Eladio Castro Aponte.Mientras tanto, el sargento viceprimero Luis Eduardo Mahecha Hernández (jefe Inteligencia) y los doce restantes miembros de la patrulla militar obtuvieron una disminución de su condena de 50, a 8 años y dos meses.La decisión del Tribunal Superior de Cali cambió la calificación de los delitos: los dos oficiales se les aplicó homicidio culposo, mientras que los demás miembros les quedó en homicidio simple.

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