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En Riofrío recuperan predios que fueron despojados por alias El Alacrán

Una familia había sido obligada en 1994 por el narcotraficante Henry Loaiza, alias el Alacrán, a entregarle sus tierras.

26 de marzo de 2014 Por: Redacción de El País Tuluá

Una familia había sido obligada en 1994 por el narcotraficante Henry Loaiza, alias el Alacrán, a entregarle sus tierras.

Por primera vez en el Valle del Cauca, un Juez de Restitución de Tierras emite una sentencia a través de la cual una familia del municipio de Riofrío recupera cuatro predios de los cuales había sido despojada por un grupo paramilitar al servicio del narcotraficante Henry Loaiza, alias El Alacrán, actualmente preso en una cárcel de alta seguridad.Las propiedades, que suman 100 hectáreas, están ubicadas en el corregimiento de Fenicia, en las estribaciones de la cordillera Occidental.Los hechos se remontan al 16 de agosto de 1994 cuando cinco miembros de la familia Ceballos fueron obligados a acudir a la Notaría Segunda de Buga a firmar una escritura en la cual le cedían sus propiedades a la Sociedad Loaiza Díaz y Ganadería Ache, ambas representadas por Henry Loaiza, considerado como el principal victimario de la Masacre de Trujillo.Veinte años después, la Justicia declaró nulo ese acto jurídico, pues según la investigación, alias El Alacrán se apropió de esas tierras, que colindaban con su finca Villa Paola, sometiendo a los miembros de la familia Ceballos a un secuestro durante tres días para obligarlos a firmar las escrituras.Por lo tanto, un Juez de Restitución de Tierras de Buga declaró inexistente esa negociación a la vez que ordenó la cancelación del registro. El propietario original de la tierra, quien durante dos décadas ha permanecido como desplazado en otra ciudad de Colombia, recuerda que hombres armados al margen de la ley, al servicio de El Alacrán, lo secuestraron y lo obligaron a abandonar su tierra, “me obligaron a abandonarlo todo o de lo contrario me asesinaban”.El pequeño agricultor recuerda que fue secuestrado y que lo llevaron a Cali donde estuvo tres días bajo presión y maltratos para que firmara la compraventa del traslado jurídico de los predios a su nombre. Mientras que el humilde ganadero cambiaba de vida por culpa de la violencia, su despojador utilizaba sus predios para albergar secuestrados, realizar torturas y asesinatos. El fallo judicial les reconoce a este hombre y a su familia la calidad de víctima, por lo que le restituyen cuatro predios y a la vez que ordena cancelar la escritura pública de dicho contrato y levanta la medida cautelar que se tenía. Ordena igualmente la restitución jurídica y material de los predios, así como la inscripción de la sentencia en los folios de matrícula inmobiliaria a la oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Tuluá. De igual forma el Juez de Restitución de Tierras ordena la condonación y exoneración del impuesto predial, tasas y otras contribuciones en favor de esos predios. La familia podrá acceder a programas de subsidio o mejoramiento de vivienda, salud y educación. Asimismo, la sentencia judicial establece que la Fuerza Pública deberá garantizar las condiciones de seguridad en la zona para que este núcleo familiar se establezca de nuevo en sus predios recuperados. En los próximos días, la Unidad de Restitución de Tierras tiene previsto realizar un acto simbólico en el corregimiento de Fenicia, en Riofrío, para entregar esos predios a sus verdaderos dueños.

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