En Popayán, médicos extrajeron explosivos incrustados en cuerpo de soldado

Para extraer el peligroso elemento del cuerpo del soldado, el personal médico debió usar chalecos antiexplosivos y demás prendas de seguridad.

Una inusual emergencia se registró en las últimas horas en el Hospital Universitario San José de Popayán donde llegó el soldado Jhon Jairo Zambrano con una ojiva, elemento metálico que se coloca en el extremo de una granada, incrustada en el muslo de la pierna izquierda.

Para extraer el peligroso elemento del cuerpo del soldado, fue necesario adecuar un quirófano con una carpa y lonas militares a las afueras del hospital. Durante cuatro horas, varios médicos y personal antiexplosivo adelantaron el procedimiento.

Para Andrés Narváez Sánchez, director del Hospital Universitario San José, esta es la primera vez que se atiende una emergencia de esta naturaleza. 

El personal médico debió usar chalecos antiexplosivos y demás prendas de seguridad a la hora realizar la extracción de la ojiva, que luego fue retirada del improvisado quirófano y posteriormente trasladada a una zona aislada para ser detonada controladamente.

Según lo relatado por el comandante de la Brigada 29 del Ejército, coronel Jorge Hernando Herrera, el uniformado accionó accidentalmente un lanzagranadas múltiple MGL cuando participaba en labores de control en el corregimiento La Herradura, zona rural del municipio de Almaguer, sur del Cauca. 

“Fue un accidente padecido por el uniformado luego que accionara esta arma cuando participaba en acciones de control de área en el sur del Cauca. La ojiva se clavó en su muslo, afectando por fortuna tejidos blandos de su pierna. Esto condicionó a que este elemento no se activara, dando tiempo a un trasladado, por tierra, a un centro asistencial como el Hospital San José, donde el equipo médico y administrativo preparó un área de quirófano en la zona del parqueadero con el fin de adelantar la extracción de la ojiva bajo la supervisión de funcionarios antiexplosivos del grupo Marte”, explicó el oficial. 

“El uniformado está consiente, estable. Por fortuna este elemento no afectó vías sanguíneas, ni parte ósea. Esto, dicen los expertos, permitió que este elemento no estallara permitiendo esta maniobra. Ahora el soldado pasa una cirugía para la restitución de los músculos afectados”, explicó el director del Hospital Universitario San José.