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En el 2012 hubo 305 capturas por extorsión en el Valle del Cauca

Las autoridades dicen que es difícil retratar la situación de este delito por la falta de denuncia.

11 de febrero de 2013 Por: Redacción de El País

Las autoridades dicen que es difícil retratar la situación de este delito por la falta de denuncia.

Durante el 2012 el Gaula de la Policía capturó a 305 personas por el delito de extorsión en el Valle del Cauca.Y de esos casos 134 se registraron en Cali, es decir que el 43% de los casos denunciados de extorsión en el departamento ocurrieron en esta ciudad. Sin embargo, esos números están lejos de retratar la verdadera situación de este delito en las calles. Agentes de la ley explican que, a diferencia de otros delitos como el secuestro, la extorsión es un delito fácil de llevar a cabo. No requiere demasiada infraestructura, no es necesario una banda con criminales curtidos para lograrlo. El Gaula admite que muchos de los afectados no denuncian e incluso prefieren pagar para no correr el riesgo de que las amenazas en su contra se cumplan. La mayoría de los extorsistas aseguran ser miembros de las Farc o de bandas criminales como ‘Rastrojos’ o ‘Urabeños’. Según el comandante del Gaula Valle, coronel Javier Navarro, no existen datos exactos de cuáles son los grupos delincuenciales que más extorsionan en el departamento, esto porque hay quienes asumen falsas identidades de criminales para lograr su cometido. Explica que hay quienes, como los niños de Buenaventura, se hacen pasar por miembros de estos grupos para amedrentar a sus víctimas.Pero, también extorsionan grandes organizaciones criminales que emplean ese dinero para financiar otras actividades ilícitas. Las autoridades locales indicaron que varios menores de edad han sido capturados por miembros del Gaula por amenazar comerciantes y hasta a sus propios familiares para obtener dinero. Solo el pasado 30 de enero en Buenaventura dos chiquillos pedían $2 millones a una mujer bajo amenaza de asesinarla si no cumplía con el pago. Era como si fuera apenas un juego de patio de recreo.Un par de meses antes, en noviembre del 2012, una niña caleña de 14 años acusó a su padrastro de abusar de ella. Y le exigía dinero a cambio de su silencio. Dinero a cambio de no acusarlo ante las autoridades de un delito que ni siquiera había cometido.En la galería de Santa Elena, por ejemplo, hay bandas dedicadas al cobro de vacunas a los comerciantes de verduras. Según fuentes judiciales se cobran entre $5.000 y $30.000 diarios bajo amenazas de muerte o de desalojo de sus sitios de trabajo. Hasta el año pasado, en el sector delinquía un grupo que se hacía llamar ‘los Vigilantes’, que podría contar hasta con nueve miembros activos.Otros de los sectores de la ciudad en los que la extorsión es pan de cada día son los barrios Siloé y Terrón Colorado.En Siloé el año pasado las autoridades desmantelaron una banda de alrededor de siete personas que cobraban vacuna a los conductores de las ‘gualas’ (jeeps de transporte informal).“En la parte alta de Siloé son fuertes las pandillas y ellas son las que cobran, pero abajo, más cerca de la Calle Quinta, es la guerrilla de las Farc la que tiene el control de los cobros”, dice un comerciante de la zona, que además jura que en el 2012 al menos ocho comerciantes de Terrón Colorado fueron asesinados por negarse a pagar las extorsiones.Otras formas de extorsiónAgentes del Gaula explican que pese a que una parte de las extorsiones está sobre los hombros de curtidos criminales, hay muchos ciudadanos que ven en la extorsión una forma fácil de hacer dinero. Un fiscal orientador de la Unidad de Reacción Inmediata, URI, da la razón sobre esto. “La última microextorsión que atendí fue por relaciones sentimentales. Una mujer estaba extorsionando a su pareja para no contarle a su esposa que le era infiel. Le exigía a cambio de su silencio $1.000.000”.Además de los motivos sentimentales, las autoridades han identificado las extorsiones derivadas de hurtos.Ese fue el caso de Alberto, un trabajador caleño que hace algunos meses transitaba en moto a las 8:00 a.m. por la Carrera 39 con Avenida Ciudad de Calicuando fue sorprendido por un delincuente con una pistola que lo obligó a detenerse. Le robaron $350.000, además de sus documentos de identificación. Horas más tardes los delincuentes lo contactaron para pedirle $50.000 más a cambio de su cédula. Se la entregaron quemada. Las autoridades insisten que todos los casos de extorsión deben ser denunciados.

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