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El terror de las Farc no da tregua ni en las costas ni en las montañas del Cauca

1500 personas desplazadas dejan ataques de las Farc en Guapi, Timbiquí, Suárez y Argelia.

14 de junio de 2013 Por: Redacción de El País

1500 personas desplazadas dejan ataques de las Farc en Guapi, Timbiquí, Suárez y Argelia.

Dicen los que están allá que hoy Guapi es un hervidero de miedo, desesperanza, ira, reclamos. Reclamos de gente que ya no tiene casa porque la guerrilla los obligó a irse.Reclamos de 1198 personas que tuvieron que huir de sus tierras en seis veredas del Pacífico caucano igual que si fueran ladrones porque las Farc empezó a disparar. Y también reclamos a las autoridades porque en Guapi no hay comida, frazadas, no hay pañales ni biberones. No hay camas o colchonetas. Ni medicamentos. Pero, sobre todo, no hay paz.Lo de Guapi es el caso más grave pero no el único. En solamente una semana otros puntos del Pacífico caucano y del norte del Cauca han sido hostigados por la guerrilla provocando desplazamientos masivos, obligando a familias enteras, que nada tienen que ver con la guerra, a cargar con lo que puedan y empezar a correr tan rápido como les den las piernas.La Defensoría del Pueblo confirmó que entre el 8 y el 13 de junio se presentaron ataques en Timbiquí, Suárez, Argelia, Caloto, Guapi y El Tambo. Una semana de hostigamientos que dejan, hasta ahora cuatro muertos, una mujer embarazada y su hijo de un año heridos, un infante de marina hospitalizado y 900 familias huyendo.Guapi es una verdadera catástrofe. Una delegación de la Defensoría del Pueblo del Cauca que está en ese municipio dice que los refugiados están hasta en la casa de cultura. Que los vecinos están recibiendo gente, que los niños duermen apretados en habitaciones de gente que no conocen.Las condiciones en las que se encuentran las familias desplazadas no pueden ser más precarias. Guapi no cuenta con un centro de recepción a desplazados y de pronto 1298 aparecieron pidiendo ayuda. Según las autoridades del municipio caucano el problema principal es la comida. Se supone que la Gobernación enviará un cargamento de víveres, pero hasta ahora se habla de que llegarían hoy, pero nadie del gobierno local o departamental lo confirma. Es decir que no se sabe cómo van a pasar el resto de semana los desplazados.Y aun hay más dramas. Anyela Valencia, delegada de la Defensoría del pueblo, asegura que hay otras 36 familias que permanecen atrapadas en la vereda Las Parcelas. Eso lo confirma el alcalde de Guapi, Dimas Ernesto Orejuela, quien dice que esas familias no tienen canoas o barcas para moverse al casco urbano. Así que deben permanecer allí, presas del miedo. Temiendo que la guerrilla los embosque.La pesadilla del CaucaEl comandante de la Brigada 29 del Ejército, coronel Henry Piraquive, explica que el Cauca, especialmente la zona norte y la zona del pacífico cargan en sus hombros la cruz del tráfico de drogas. Dice que las Farc están buscando hacer que la Fuerza Pública salga del territorio para traficar libremente con estupefacientes. En Guapi y Timbiquí, por ejemplo, los ataques fueron perpetrados por guerrilleros del Frente 29 de las Farc.El analista Camilo González Posso dice que es la historia de siempre. Que el corredor hacia las aguas del Pacífico es importante porque se traduce en dinero. En dinero de drogas. Y agrega que en algunas partes se trata también de oro. El analista dice que a menos de un kilómetro de Timbiquí hay una de las vetas más explotadas del Litoral. Un sitio que se llama La Francia. Explica que por eso, también por eso, las Farc quieren un control perpetuo.Ese intento de control los llevó a atacar la estación de Policía con metralla y explosivos artesanales a inicios de semana, empujando a 226 personas a huir y a refugiarse en una escuela que se está inundando porque los techos tienen huecos. Es que l a lluvia no distingue a los destechados del resto . El comandante de la Policía del Cauca, coronel Ricardo Alarcón, dice que los guerrilleros atacan a la Armada y a la Policía en la zona. Buscan el desorden, el conflicto. Pero la avaricia cuesta caro. Y está costando vidas y cuando no, cuesta paz, cuesta tranquilidad. Cuesta hogares. Obliga a la gente a huir. A desplazarse.De acuerdo con la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Codhes, el año pasado 92.596 personas se vieron obligadas a dejar sus hogares en toda la región del Pacífico, lo cual equivale a 36% del total de desplazados en todo el país. Desde 1999 se han desplazado en el Pacífico 863.334 personas, según las cuentas de Codhes.

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