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Detienen a dos agentes de inteligencia por muerte de sindicalista

Los detectives Norberto Sotomayor González y José Antonio Riaño Noriega son investigados por la muerte del dirigente sindical Luciano Enrique Romero, informó el Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, en un comunicado público.

19 de junio de 2010 Por:

Los detectives Norberto Sotomayor González y José Antonio Riaño Noriega son investigados por la muerte del dirigente sindical Luciano Enrique Romero, informó el Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, en un comunicado público.

Dos agentes de la central de inteligencia de Colombia en Valledupar fueron detenidos por orden de un fiscal, que los vinculó con el asesinato hace casi cinco años de un sindicalista en esa ciudad.Los detectives Norberto Sotomayor González y José Antonio Riaño Noriega son investigados por la muerte del dirigente sindical Luciano Enrique Romero, informó el Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, en un comunicado público.La central de inteligencia explicó que un fiscal de Valledupar ordenó el viernes la captura de Sotomayor y Riaño para que comparezcan en un proceso por homicidio y concierto para delinquir.Los detectives "se presentaron de manera voluntaria" ante la fiscalía y quedaron en condición de detenidos en esa ciudad, que es la capital del Cesar, departamento ubicado en la frontera nordeste con Venezuela.El DAS indicó que "prestará toda la colaboración necesaria a las autoridades competentes, con el fin de que se esclarezcan a la mayor brevedad de tiempo estos hechos, dentro del respeto al debido proceso y el derecho a la defensa".Romero era dirigente de la sección local del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos (Sintrainal) y fue hallado muerto el 11 de septiembre de 2005, un día después de haber desaparecido en la misma ciudad.En su momento, la organización sindical advirtió que Romero había sido "encontrado amarrado, torturado y en su cuerpo presentaba 46 cuchilladas".El sindicalista gestionaba por la vía judicial su reintegro en la planta de la multinacional Nestlé en Valledupar y contaba con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Cidh.

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