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Desmovilizados construyen historias de reconciliación

Según el más reciente informe de la ACR, Bogotá es la ciudad colombiana que más desmovilizados alberga. De los 32.458 ex combatientes que han sido atendidos en el último año (abril de 2010 a marzo de 2011) por la entidad.

2 de julio de 2011 Por: David Ávila Salcedo I Colprensa - Bogotá

Según el más reciente informe de la ACR, Bogotá es la ciudad colombiana que más desmovilizados alberga. De los 32.458 ex combatientes que han sido atendidos en el último año (abril de 2010 a marzo de 2011) por la entidad.

Ricardo Ramírez devolvió su fusil y se quedó en la ciudad. Colgó su camuflado, abandonó la clandestinidad e hizo a un lado su labor como militante del Bloque Oriental de las Farc. Eso hace ya ocho años, tiempo suficiente para reintegrarse a la vida civil, trasladar sus “ideales políticos” al trabajo con la comunidad, liderar un proceso de cultura de paz con otros desmovilizados y representar al país en Irlanda, en un encuentro en el que narró su experiencia como constructor de paz.Ricardo hace parte del grupo de desmovilizados que hoy se desempeñan como gestores del ‘Plan de Acción Coordinado para Comunidades de Acogida’, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea, la Alta Consejería Presidencial para la Reintegración (ACR) y la Secretaría de Gobierno de Bogotá y que al concentrarse en la capital del país atiende a miles de ex guerrilleros y ex paramilitares provenientes de diversas regiones de Colombia.Según el más reciente informe de la ACR, Bogotá es la ciudad colombiana que más desmovilizados alberga. De los 32.458 ex combatientes que han sido atendidos en el último año (abril de 2010 a marzo de 2011) por la entidad, 4.080 están radicados en Bogotá, cifra sólo superada por la suma de municipios del departamento de Antioquia (7.211 excombatientes).“El 98% de los desmovilizados que está en Bogotá no son de esta ciudad. Al hecho de haber dejado las armas se agrega el desplazamiento. Los desmovilizados se tienen que reubicar porque en muchas regiones la seguridad sigue muy compleja, por las bandas emergentes y por los otros grupos armados ilegales”, explica Ildefonso Henao, coordinador del Programa de Atención al Proceso de Desmovilización y Reintegración en Bogotá. Ildefonso es un caldense que estuvo casi 20 años en la guerrilla del EPL operando en Urabá, Norte de Santander y en otras zonas del país, y que luego de su deserción, hace 20 años, se integró a la fundación de desmovilizados del EPL en Medellín. Hoy es uno de los principales responsables del proceso de reintegración de ex combatientes.Las vidas de estos dos ex guerrilleros se desarrollan en medio del combate escénico, pues la danza y el teatro se han convertido en sus armas. Se trata de una lucha diaria para que ellos y sus compañeros excombatientes tengan una vida mejor, en la que se les reconozcan sus derechos. Pero sobretodo, para que en esos barrios que ahora habitan y que los han acogido a ellos y a sus familias, se construyan espacios de convivencia y procesos de reconciliación con las comunidades.“Estamos construyendo paz de una manera más reconfortante y constructiva. Se trata de un cambio de militancia. Aquí los actores del conflicto armado nos encontramos y construimos paz desde la realidad, desde la casa y el trabajo, que son procesos muy valiosos para la reconciliación”, señala Ricardo.En el 2003 tomó la decisión y se entregó “sin ‘sapear’ a nadie. A eso yo no le aposté; no quería entregar a nadie y por eso estoy tranquilo”. Y aquí se quedó. Ahora con el proyecto apoyado por la Unión Europea es uno de los coordinadores de actividades que se desarrollan en 40 barrios de Bogotá e integran a cerca de 3.550 personas en torno al teatro, la danza y la pintura, entre otras actividades artísticas.Con ese mismo grupo de personas, entre las que se encuentran desmovilizados, desplazados y comunidad en general, también han adelantado procesos de formación en los barrios y colegios sobre prevención del reclutamiento y de la violencia, así como temas de educación ambiental y organización social, entre otros.“Mientras muchos están preocupados por cómo se integran las víctimas y victimarios, ellos lo hacen todos los días, hasta se casan, montan negocios, participan en organizaciones sociales, en juntas de acción comunal, en comités”, explica Ildefonso.“Muchas veces se genera desconfianza, estigmatización y rechazo. Claro que se han presentado problemas, pero la demora es que ellos (ex combatientes, desplazados y comunidad) se conozcan”. Recuerda cómo en el 2009 y durante cuatro meses se reunieron mujeres ex combatientes y desplazadas por la violencia para compartir experiencias. De ese proceso surgió el vídeo ‘Colores de Vida’.Durante esos encuentros que surgen anécdotas como la del grupo musical de la localidad de San Cristóbal, integrado por desmovilizados de distintos grupos y miembros de la comunidad. O como el proceso de organización en Ciudad Bolívar llamado “Espacio Cívico” , impulsado por representantes de desplazados y líderes de organizaciones de desmovilizados de autodefensas y guerrilla.

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