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Defensor del Pueblo dice que Valle del Lili no puede convertirse en un club

El defensor del pueblo del Valle, Andrés Santamaría, criticó la falta de seguridad en el centro de reclusión de menores y pidió acciones más allá de los muros.

23 de mayo de 2011 Por: Elpais.com.co I Laura Marcela Hincapié Serna

El defensor del pueblo del Valle, Andrés Santamaría, criticó la falta de seguridad en el centro de reclusión de menores y pidió acciones más allá de los muros.

En los últimos días en la ciudad se ha revivido la preocupación por las constantes fugas en el centro de reclusión de menores infractores Valle del Lili. Tan sólo en el mes de mayo, 17 menores se han escapado, entre ellos el acusado de asesinar a un decano de la Universidad Santiago de Cali. En entrevista con El País, el defensor del Pueblo del Valle, Andrés Santamaría, quien ha interpuesto tutelas para ampliar los cupos en este centro y mejorar la seguridad, criticó la falta de gestión de las autoridades locales e hizo un llamado para que se tomen medidas. “La solución no está en construir muros ni en poner más policías, se requieren unos cambios urgentes en la capacidad física del centro”. En Cali parece que no hay quien responda por las decenas de fugas en el centro de reclusión Valle del Lili. El Instituto de Bienestar Familiar (Icbf) dice que la seguridad del lugar recae sobre la Policía y ésta denuncia que las fallas están al interior. Para usted, ¿quién se está lavando las manos?Se trata de una corresponsabilidad de obligaciones, donde todos deben poner, tanto el Icbf como la Policía, la Alcaldía y la Gobernación del Valle. Si se requiere más vigilancia, entonces se debe apoyar con recursos a la Fuerza Pública. Pero lo que vemos hoy es que la ciudad ha abandonado el tema de la reclusión de menores, porque no se han tomado las medidas necesarias para mantener el centro en condiciones adecuadas. El Director regional del Icbf asegura que las fugas se incrementaron este mes por las obras de construcción de un muro. Incluso sostiene que cuando éste se termine, la seguridad del centro va a mejorar. ¿Cree que el problema se quiere solucionar sólo con muros?Lo que sé es que la seguridad no es un tema de muros, sino de capacidad física. Mire que tan sólo en abril de este año la ciudad tuvo 180 procesos legales contra menores de edad, y Valle del Lili sólo tiene capacidad para unos 300, es decir que en uno o dos meses ya se llena el cupo y la vigilancia se complica. Entonces es evidente que el centro no está funcionando bien, porque no tiene cupos ni tampoco el suficiente personal para custodiar a los internos que a diario llegan al centro. En medio de ese rifirrafe de responsabilidades, el Icbf anunció una investigación contra el operador del centro, ¿Considera que las fallas se deben a que Valle del Lili esté a cargo de un ente privado y no del Estado?Los padres Terciarios Capuchinos (operadores del centro) tienen una responsabilidad en la rehabilitación de los adolescentes, que luego saldrán a la sociedad. Eso es importante, porque de nada nos sirve una detención, si no hay una resocialización. Se supone que los padres también deben contribuir en la custodia de los jóvenes, pero para eso requieren el apoyo de las autoridades. Eso quiere decir que usted no cree que haya habido una omisión de parte de los padres en la vigilancia de los menores, como lo ha dado a entender la Policía y el Icbf...No, lo que quiero decir es que el tema de custodia y detención no es una responsabilidad exclusiva de ellos. Me parece que es un tema más de la Policía, que, además, requiere el apoyo de las autoridades locales. Pero es claro que las fallas en la seguridad también están adentro del sitio de reclusión. ¿Se requiere entonces una vigilancia policial interna?Lo que creo es que debe haber un mayor número de personal en el centro, además de unas mejores adecuaciones físicas y logísticas, porque actualmente el lugar no es proporcional a las necesidades y por eso las fugas se siguen presentando. Valle del Lili no está pensado para la cantidad de menores que cometen infracciones en la ciudad. Las cifras dicen que al mes se capturan unos 150 jóvenes por delitos graves como hurto calificado, tentativa de homicidios, porte ilegal de armas y estupefacientes.El pasado viernes hubo una reunión entre el Icbf y la Policía, pero finalmente no se anunció un aumento en la presencia de la Fuerza Pública. El Icbf ha dicho que cinco policías no son suficientes para vigilar a 330 adolescentes, ¿Está de acuerdo con eso? Creo que más que aumentar el número de policías, la solución es mejorar las condiciones físicas, porque no se trata de tener un policía por cada uno de los internos. Pero el problema es grave, porque en la ciudad ha habido una mala planificación y utilización de los recursos para los centros de reclusión de adolescentes, incluso en el gobierno de Apolinar Salcedo ese dinero desapareció. Hoy en día los caleños estamos sufriendo los daños, porque el dinero para Valle del Lili fue politizado por gobiernos anteriores. Por eso lo que ha buscado la Defensoría es que, a través de tutelas, eso cambie. Pero preocupa el hecho de que las autoridades sólo actúen porque una tutela se los ordena...Sí, eso es lo que más me preocupa, que la planeación del ejercicio público la estén asumiendo los jueces. Hubo que poner una acción de tutela, fue un juez el que tuvo que obligar a ampliar los cupos en Valle del Lili. Hay que recordar que los gobiernos locales tienen la responsabilidad de atender a los menores infractores, pues son la primera instancia y autoridad. En ese sentido, ¿la actual Administración Municipal ha sido negligente con esa tarea?Los gobiernos locales siempre han creído que la justicia no es su responsabilidad, que se trata de una tarea del Gobierno Nacional, y esta administración no ha sido la excepción. Ellos deben entender que no se puede lograr un mejoramiento de la seguridad si no se toma en cuenta el componente de justicia, y los centros de rehabilitación de adolescentes hacen parte de ello. En esta administración ha habido mejorías, porque pasamos de cero a un grado mayor de conciencia, pero igual seguimos teniendo muchas falencias graves. ¿Al Icbf también le ha quedado grande la vigilancia de los menores y sólo se ha dedicado a responsabilizar a la Policía?Lo que yo creo es que hay una desarticulación de las autoridades. Ni el Icbf ni la Alcaldía y la Gobernación se han puesto de acuerdo, pues están asumiendo roles individuales. Por qué menciono a la Gobernación, porque en Valle del Lili también se reciben jóvenes de otros municipios de la región. El caso es que por el momento hay una tutela que ellos deben cumplir y entre los compromisos está el mejoramiento de la seguridad.Pero parece que ya hay un desacato en la tutela, por ejemplo, las obras para ampliar los cupos en el Buen Pastor han tardado mucho tiempo...Ellos recibieron una ampliación de ocho meses, pero las tutelas no se cumplen por partes. Ha habido algo de cumplimiento, pero hay temas pendientes como, efectivamente, terminar el Buen Pastor y mejorar la infraestructura y la seguridad. El Comandante operativo de la Policía de Cali denunció que en Valle del Lili no se están cumpliendo las reglas. Un ejemplo: aunque la ley dice que después de las 6:00 p.m. los jóvenes no pueden salir de los pabellones, sí lo estarían haciendo...No conocemos esas denuncias, que si son ciertas, me parecen muy graves, porque los centros de rehabilitación de menores no son clubes ni hoteles. Hay unas reglas definidas que se deben cumplir y para eso están los operadores y las autoridades. ¿Valle del Lili se está convirtiendo en un club, donde, al parecer, los menores salen cuando quieren?Pues si estamos frente a una situación donde hacen lo que quieren y violan el reglamento, entonces Valle del Lili sí se está convirtiendo en un hotel o un club, y eso no puede pasar. No es sano ni para los menores ni para la sociedad, que luego puede sufrir daños por eso. En la Defensoría del Pueblo buscamos que los jóvenes estén en buenas condiciones, pero también pedimos que se cumplan las reglas.

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