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Crimen de colombianas tiene conmocionado a un vecindario de Nueva York

Carlos Amarillo, un argentino de 44 años de edad que vivía con dos colombianas en EE. UU., asesinó a las mujeres en la noche de este miércoles afirmando que "eran dos brujas".

30 de enero de 2014 Por: Elpais.com.co

Carlos Amarillo, un argentino de 44 años de edad que vivía con dos colombianas en EE. UU., asesinó a las mujeres en la noche de este miércoles afirmando que "eran dos brujas".

"Fueron asesinadas. Apúrense que están muertas", fue lo primero que oyeron los policías del condado de Queens, New York, luego de que Carlos Amarillo llamara a la línea de emergencia del 911 para informar que acababa de asesinar a Estrella Castañeda y a Lina Castañeda, dos mujeres colombianas, madre e hija, que residían en New York desde al menos ocho años atrás. Luego, cuando los policías llegaron hasta la casa ubicada en la Calle 2410 87, East Elmhurst, NY 11369-1006, encontraron a Amarillo, de 44 años, y pareja de Estrella, caminando fuera de la residencia con una biblia en la mano y gritando: "las maté porque eran unas brujas y las maté con un martillo". Amarillo fue detenido y llevado a una de las estaciones de la Policía. Adentro de la casa, los uniformados encontraron los cuerpos: el cadáver de Estrella Castañeda, de 56 años, fue hallado en el segundo piso sobre una cama, el rostro cubierto por una almohada y al lado del cuerpo la empuñadura del martillo ensangrentada; en el cuarto trasero fue encontrado el cadáver de Lina Castañeda, de 25 años, hija de Estrella, y, al lado de Lina, su hija de siete años que no había sido atacada pero que vio el rostro de su mamá deformado por los golpes con el martillo. Horas más tarde, un vecino de las mujeres, Camilo Álvarez, habría de contar a los agentes que escuchó los golpes secos de lo que habría sido el ataque pero que nunca imaginó que se tratara de un crimen de esa magnitud. "Todo es desconcertante"La mañana de ese miércoles, el mismo día en que Carlos Amarillo asesinó a las dos mujeres porque, según él, "eran dos brujas que le estaban haciendo voodoo", el hombre había acompañado a la hija de Lina Castañeda al colegio. Era una de sus costumbres. Salir con la nieta de su pareja y varias de sus primas, al lado de una tía de Julián Salazar, padre de la pequeña, hasta el lugar en que se detenía el bus que las llevaba hasta el hospital. Arnoldo Parra, tío de Salazar, dijo a El País que nunca tuvo una relación que superara el mero saludo con Amarillo. Pero su esposa sí y, según le había dicho, Amarillo nunca fue un tipo extraño. "Era algo antipático y callado, pero nunca se vio involucrado en escándalos o actos violentos", dijo Parra. "Todo esto nos deja en shock, desconcertados. Sucede de un momento para otro sin que nadie se lo espere..., y la niña está en casa de sus primas preguntando por la mamá...", agregó. Para Norma Jiménez el crimen es una locura inexplicable. Lo es, no solo por el modo brutal en que fue ejecutado, sino por las razones que Amarillo dijo tener. De acuerdo con Norma, una amiga de Estrella que vive a dos casa del lugar del crimen y que la conocía desde cuatro años antes, Estrella era una mujer religiosa, católica, que gustaba de rezar el rosario con ella. Trabajaba en oficios domésticos en Manhattan y solía verse con Norma para ir a la iglesia. "Ella era querida y conocida en el vecindario. Una buena mujer que, te aseguro, sería incapaz de lo que este señor dijo...", afirmó Norma. Según explicó Arnoldo Parra, ambas mujeres eran de Bogotá y, aunque no sabría decir desde cuándo vivían en New York, afirmó que conocía a Lina, de 25 años, desde que tenía 17. Y, para Arnoldo, Lina y su hija solo podría describirse con una palabra: adorables. Se trataba de una chica que había llegado hasta New York para trabajar al lado de su madre en oficios domésticos y que tuvo a su hija a los 18 años y que, según dice Deborah Pawluk, otra vecina de las mujeres, hacía todo por complacerla. "Eran adorables. La niña era una pequeña adorable y siempre se le veía con su mamá. Y ahora ha visto todo lo que ha visto, y eso es algo que nunca podrá olvidar. ¿Cómo puede una niña procesar algo así? ¿Cómo puede uno alejarse y olvidarse de algo así?", dijo Pawluk. En la noche de este jueves, el consulado de Colombia en New York realizará una vigilia como rechazo ante el doble crimen de las mujeres y ante el horror que vivió la pequeña. Norma dijo que estará allá. Que irá a hacer un rosario delante de la casa en la que un hombre, con la biblia en su mano, asesinó a dos mujeres por creerlas dos brujas.

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