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Comienza restricción al porte de armas en 16 comunas de Cali

A partir de este viernes y hasta el 31 de enero, regirá la restricción al porte de armas en las comunas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 13, 14, 15, 16, 18, 20 y 21 de Cali.

13 de diciembre de 2013 Por: Redacción de El País.

A partir de este viernes y hasta el 31 de enero, regirá la restricción al porte de armas en las comunas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 13, 14, 15, 16, 18, 20 y 21 de Cali.

Pese a que la Alcaldía de Cali había anunciado que una de las estrategias para la seguridad en la época decembrina era un plan desarme por un mes y medio, el Ejército sorprendió al aplicar la medida solamente en 16 de las 22 comunas de la ciudad.En la resolución emitida el miércoles pasado por la Tercera Brigada se indicó que la medida se aplicará a partir de hoy y hasta el 31 de enero específicamente en las comunas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 13, 14, 15, 16, 18, 20 y 21. Esta decisión fue analizada ayer en el Consejo de Seguridad realizado todos los jueves por la Alcaldía de la ciudad. En la reunión, en la que participan desde el Alcalde hasta la Policía, Personería, Fiscalía y Tercera Brigada del Ejército, las autoridades civiles se preguntaron por qué comunas como la 11 y la 12, donde tienen identificadas estructuras criminales organizadas no se habían incluido en la medida. “Logramos que durante la Feria de Cali la restricción de las armas sea en toda la ciudad. Habría preferido que durante diciembre la restricción abarcara todas las comunas, pero vamos progresando”, expresó el alcalde Rodrigo Guerrero. Al cierre de esta edición, el mandatario local dijo que en la tarde lograron que el Ejército aceptara incluir en el desarme las comunas 11 y 12, que no estaban inicialmente. En esta última comuna del sector nororiental de la ciudad fue donde ocurrió en octubre pasado la masacre de ocho personas en la discoteca la Barra la 44. En ese caso, se conoció que una de las armas de fuego con las que se cometió el múltiple crimen había sido un arma amparada hasta el 2004 y figuraba decomisada en tres ocasiones. “Hay sectores importantes que creen que tener un arma los protege, pero están muy equivocados”, concluyó Guerrero.Justo un día antes de la resolución de la restricción de armas, miles de caleños marcharon en la tarde del martes pasado contra los homicidios y a favor del desarme. El arzobispo de la ciudad, monseñor Darío de Jesús Monsalve, quien lidera una campaña por el desarme, aseguró que es triste pensar que una restricción por comunas vaya a funcionar.También criticó la desarticulación que se da entre las diferentes autoridades, ya que ya se había anunciado la decisión del plan desarme para toda la ciudad. “Es una desarticulación primero entre la sociedad que pide un desarme y los militares, segundo entre el Ejército y la Alcaldía. Es que es el Alcalde o las autoridades civiles, no las militares, las que deberían decidir una política de estado como es el desarme”. “Da tristeza esa mentalidad clasista y elitista de los militares, en dar mayor importancia a intereses económicos por encima de la vida”, dijo monseñor Monsalve.Por su parte, la director del instituto de investigaciones sobre violencia, Cisalva, María Isabel Gutiérrez, se preguntó con qué criterios seleccionan las comunas para aplicar el desarme. “Un desarme así de fragmentado no funciona. Lo que se busca con un plan desarme es disminuir la disponibilidad de conseguir o tener armas que generan el riesgo en la población y de esa forma no se disminuye ese riesgo”, señaló la experta, quien mencionó que estudios nacionales e internacionales han evidenciado como esta medida, unida a otra serie de acciones de prevención y control, han bajado los homicidios.Otro de los puntos que expertos criticaron con la idea de fragmentar el plan desarme es la dificultad en los planes de controles. Como por ejemplo, si una persona recorre Cali en el sentido sur-norte, arrancando desde la Calle 5 hasta terminar en el sector del parque del Amor, en la Avenida Sexta con Calle 70. En ese recorrido transita por partes en las que puede tener el arma y en otras en las que el permiso está suspendido por la medida. “Es como una colcha de retazos”, dijo un analista.El personero de Cali, Andrés Santamaría, quien también ha insistido en la necesidad del plan desarme, señaló que “es como si al Alcalde le regalan en navidad una bicicleta sin llantas. La medida de esa forma sirve poco porque lo que se busca es atacar la movilidad de las armas no la tenencia”. Sin embargo, el plan desarme también tiene contradictores. Un abogado, quien prefirió omitir su nombre, aseguró que esa medida solo beneficiaría a los delincuentes. “En una ciudad con los atracadores que tenemos, cómo podemos defendernos en un atraco”, expresó el profesional, quien tiene un arma amparada.El viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya, había afirmado en noviembre pasado en el Foro Regional Sobre Seguridad y Defensa que un plan desarme como medida para disminuir los homicidios no sería aplicado. Bedoya agregó que “son los bandidos” los que deben desarmarse no la “gente de bien”.

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