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Cocaína rosada, la droga de moda cuyo consumo aumenta

Un investigador del Departamento de Inteligencia de la Policía Metropolitana de Cali, Sijín, revela que en los últimos dos años se han realizado unas diez capturas por tráfico, distribución y venta de esta droga.

12 de octubre de 2014 Por: Redacción de El País

Un investigador del Departamento de Inteligencia de la Policía Metropolitana de Cali, Sijín, revela que en los últimos dos años se han realizado unas diez capturas por tráfico, distribución y venta de esta droga.

Círculos cerrados de productores y de consumidores es la estrategia con la cual los traficantes de cocaína rosada o TwoCB dificultan la labor de las autoridades. Lea también: Coca rosa: la droga que tiene en ‘pie de guerra’ a la delincuencia. Sí se han realizado capturas y judicializaciones, en especial en el corredor de discotecas de Menga, epicentro de la distribución en Cali. Pero siempre caen los últimos de la cadena, casi nunca los que la producen ni se llega a los sitios donde la sintetizan.“Los capturados alegan que no tienen contactos y asumen la conducta delictiva, la culpa y se van a la cárcel, pero jamás delatan a su mayorista”, dice un miembro del CTI de la Fiscalía. Ellos saben que son gente muerta si hablan. Y más con alias Chicho, que tiene fama de ser muy sanguinario.Además, si aceptan los cargos tienen una condonación de pena, que sumado al apoyo que les dan con abogados y el mensaje subliminal amenazante que les mandan, los callan. “Prefieren pagar dos, tres años, salen con la condicional y se reintegran a sus labores”, dice el agente. Casi como si hubiesen tomado una licencia.El monopolio se garantiza con la capacidad de la banda para amedrentar a quien se atreva a entrar en sus terrenos. “Puede que otro llegue a saber la fórmula y el secreto, pero no se va a arriesgar a hacerle competencia a estas bandas porque ya sabe las consecuencias”, dice otro agente del CTI. Eso se paga con la muerte. Como quedó claro con la masacre de La María, en Cali.Un investigador del Departamento de Inteligencia de la Policía Metropolitana de Cali, Sijín, revela que en los últimos dos años se han realizado unas diez capturas por tráfico, distribución y venta de esta droga.La más reciente fue el pasado 28 de mayo en la Carrera 61 No. 3-109, barrio Pampalinda, junto a la Universidad Santiago de Cali, donde se allanó una fábrica artesanal para el procesamiento de anfetamina 2cb o TwoCB.En el laboratorio casero decomisaron tres hornos hechizos utilizados para secar el polvillo, 380 bolsas pequeñas con anfetamina (334 gramos), cinco bolsas medianas con anfetamina (413 gramos) y 880 gramos de anfetamina en proceso de secado. Daba para unas 1637 dosis.“Estos delincuentes alquilan habitaciones en casas de familia o apartamentos tipo residencia estudiantil, donde se enmascara la producción y evitan el control de la autoridades”, dice el investigador de la Sijín. Luego la comercializan en universidades y discotecas de música electrónica. Otras capturas se han realizado en fiestas electrónicas del Lago Calima, en fincas privadas, pero la más grande fue el año pasado, en la que se organizó en el Centro de Eventos Valle del Pacífico.“Era una rumba electrónica con un DJ holandés muy famoso y capturamos a dos muchachos tratando de ingresar 2 kilos de TwoCB y 8000 pastillas de éxtasis”, afirma el agente de la Sijín. En julio de 2013, en la fiesta Black and White, un distribuidor pretendía ingresar un kilo de TwoCB y 5000 pastillas de éxtasis. Igual pasó en una discoteca de Menga, donde se intentó ingresar un kilo de TwoCB.El agente de la Sijín calcula que en promedio en Cali se distribuye un kilo de TwoCB en un fin de semana. Y cree que otra de las estrategias de estas mafias para evadir a las autoridades es preparar poco. “No creo que lleguemos a incautar 20, 30 kilos de TwoCB algún día”, confiesa, por ejemplo. Sin embargo, la red también atiende el mercado nacional. En Cartagena, Barranquilla y San Andrés también se comercia cuando hay conciertos de música electrónica, pero los epicentros de consumo son Medellín, Cali y Bogotá. En la capital del país se presume que la mayor clientela son actores, actrices, cantantes, modelos, gente del entretenimiento y altos ejecutivos.Quién lo consume* Los consumidores de TwoCB o cocaína rosada son jóvenes universitarios, y ejecutivos jóvenes, solteros, que tienen un buen poder adquisitivo y pueden costear ese nivel de rumba y de adicción. Pero también hay adolescentes desde los 14 años hasta ejecutivos de 32 años que consumen cocaína rosada. A veces estudian o trabajan, pero también hay los que no hacen nada, pero siempre son de estratos socioeconómicos altos. *La médico toxicóloga Delia Hernández sostiene que la consumen por la búsqueda hacia afuera, no hacia adentro de la conciencia, para generar sensaciones, por lo tanto, tienden a no generar satisfacción, y como persiste la insatisfacción, puede llevar a consumir más o combinar con otras drogas. * “El TwoCB no se da para el consumidor de bajo perfil ni de la Universidad pública, que vive de lo que le dan sus padres para su estudio y no más. No, con la cocaína rosada estamos hablando de perfiles altos y eso hace el círculo más cerrado porque no cualquiera llega a penetrarlo”, dice el agente del CTI. *Aparte del TwoCB hay otras drogas sintéticas, como el éxtasis que se vende en pastillas multicolores y multiformas. También se consume la MDM, (endym por pronunciación en inglés) una anfetamina color gris, el popper que es un disolvente y Molly, un polvo cafecito claro que se echa en el licor. *Molly es una versión moderna y depurada del éxtasis. Es MDMA puro (metilendioximetanfetamina), una droga sintética psicoactiva y químicamente similar al estimulante metanfetamina y al alucinógeno mezcalina.*Molly se ha vuelto tan popular que Miley Cyrus tiene una canción ‘No podemos parar’, en la que canta: “Nos gusta la fiesta, bailando con Molly”. Algunos raperos también la nombran en sus hits, y hasta Madonna, en uno de los conciertos preguntó: “¿Quién de ustedes no es amigo de Molly?”.El postre del fin de semanaLa médica toxicóloga Delia Hernández dice que los consumidores de TwoCB son policonsumidores, adictos a otras sustancias como cocaína o marihuana, y el día de la rumba le combinan TwoCB. “Su consumo es más recreacional que adictivo, es más episódica los fines de semana en rumbas electrónicas y ‘afterparty’. No produce adicción como tal, pero produce una fascinación por sus efectos alucinatorios y sobre el erotismo”, dice la directora de la Fundación Fundar Colombia, un centro especializado de prevención y tratamiento de conductas adictivas.Si se consume en forma frecuente altera el sistema serotoninérgico, el cual regula la serotonina y con el consumo de la droga sintética, se agota toda la serotonina que hay en el cerebro a gran velocidad. “El impacto del consumo se puede reflejar en impulsividad excesiva, cambios en los estados de ánimo, trastornos del sueño y si la persona llega a un consumo agudo, puede producir cuadros depresivos de difícil manejo que lo pueden llevar a autolesiones, conductas autodestructivas, o de riesgo, como por ejemplo, ser más vulnerable al abuso sexual”, explica. Sus efectos oscilan entre tres y cinco horas, en los que da un fuerte estado de excitación, se desinhiben sexualmente y la percepción de sonidos y colores es muy intensa. Después da mareo y náuseas, como en una resaca, pero la persona no se empieza a degradar, por lo que los padres de familia no logran detectar el consumo en los jóvenes.

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