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Clonadores de tarjetas acechan en las fiestas decembrinas

Este año van trece denuncias por el delito de clonación de tarjetas. El año pasado la cifra fue de once.

3 de diciembre de 2011 Por: Redacción de El País

Este año van trece denuncias por el delito de clonación de tarjetas. El año pasado la cifra fue de once.

Diana Sanclemente se dirigía a su lugar de trabajo al norte de la ciudad. En el bus conversaba con un compañero de la misma empresa cuando sonó su celular. Era un mensaje de texto. Al leerlo vio que su banco le informaba del retiro de $350.000 de su cuenta de ahorros. Se sorprendió y buscó en su bolso la tarjeta débito. La sorpresa fue aún más grande cuando vio que su tarjeta estaba en su billetera. “Me robaron $350.000”, fue la primera frase que lanzó. Minutos después llegó otro mensaje de texto en que decía que había retirado $400.000 más. Le tocó esperar hasta llegar a su oficina para averiguar qué había sucedido. El robo que sufrió Diana de su cuenta bancaria hace parte de las trece denuncias por el delito de clonación de tarjetas en este año. El año pasado la cifra fue de once. Entre los delitos más comunes en internet están la clonación de tarjetas y el envío de mensajes de texto por celular anunciando premios. Lo más delicado de estas modalidades delictivas es que en ocasiones la víctima no se da cuenta de manera inmediata del robo y las investigaciones deben ser más exhaustivas para lograr dar con el autor del hecho. Según una fuente de la Sijín de la Policía de Cali, los clonadores funcionan como bandas organizadas, conformadas por entre tres a ocho personas. “Hasta el momento tenemos dos bandas identificadas, pero es muy difícil su captura porque estos delincuentes actúan en distintas partes de la ciudad. Los clonadores, una vez hacen su fechoría, no dejan rastro. Además deben ser capturados en flagrancia haciendo la transacción o en su defecto, para la judizalización se necesitan pruebas, como reconocimiento de registro fotográfico”, dijo el investigador.Los bancos han invertido en campañas de prevención a los usuarios y en infraestructura, sobre todo en cajeros automáticos y tarjetas inteligentes, que tiene un dispositivo que no deja copiar su información. Sin embargo, mientras el mercado se estabiliza con los ‘chip’, los timadores siguen haciendo de las suyas. “Cambiar la tecnología de las tarjetas tomará tiempo y dinero. Los bancos deben invertir en el cambio de cajeros y datáfonos para que éstos reciban las tarjetas inteligentes. Aproximadamente se necesitan unos $70 millones por banco para proteger a sus clientes”, aseguró Asobancaria.El proceso de migración de tarjetas chip en Colombia, comenzó en el 2008 y ahora 21 instituciones financieras han iniciado, sus procesos de emisión de tarjetas con el chip y se espera que en menos de dos años todas las transacciones comerciales se realicen mediante este sistema, para reducir notoriamente los robos. “Nosotros nos reunimos con los frentes bancarios para definir nuevas estrategias para evitar el hurto a bancos, el fleteo, robos de identidad, tráfico de bases de datos y clonación de tarjetas”, agregó el investigador de la Sijín.A pocos días del robo, Diana fue informada que los retiros fueron realizados en cajeros diferentes de la ciudad.Ella dice no recordar qué fue lo que sucedió a su alrededor cuando retiró por última vez dinero usando su tarjeta.Las modalidades Según la Asobancaria, los métodos del engaño siguen siendo parecidos a los tradicionales, pero la tecnificación ha hecho que los clonadores utilicen tácticas cada vez más difíciles de impedir. La primera consiste en que los delincuentes instalan en los cajeros automáticos un dispositivo similar al lector de la información de la tarjeta, llamado Skimmer, al igual que cámaras para obtener la clave. Una vez hecho esto, pasan o queman la información a otra tarjeta para retirar el dinero de las cuentas bancarias con una tarjeta gemela. También está la colocación de pantallas falsas en cajeros, que consiste en poner un aparato similar al cajero de un banco y con teclado que posee una pescadora. De esta manera los delincuentes logran apoderarse de la información de la banda magnética y la clave secreta. Otra de las formas es el ‘pishing’ o duplicar página web de la banca. Es una página web falsa para generar mensajes de correo para hacer creer al usuario de que la banca quiere actualizar sus datos. ‘Bitching’ es una modalidad parecida al ‘Pishing’ pero a través de la línea telefónica. El delincuente llama al cliente en nombre del banco para actualizar datos.Otra de las modalidades se realiza en los establecimientos de comercio, donde uno de los empleados utilizando un Skimmer, copia toda la información de la tarjeta en algún descuido del cliente. Este caso es más común en las tarjetas de crédito que no necesitan clave. Una fuente policial reveló que en ocasiones para lograr instalar la trampa en los datáfonos, los delincuentes sobornan a empleados de los almacenes o les dan un porcentaje de las ganancias.La última de las modalidades es el cambiazo que consiste cuando un cliente se encuentra realizando una transacción y recibe ayuda de un tercero y que mediante engaños logra cambiar la tarjeta. Uno de los investigadores del CTI, calcula que en Cali circulan alrededor de 1.200 tarjetas de crédito clonadas que por estos días de primas, quincenas y fiestas navideñas pasan por los datáfonos una y otra vez. “En las fechas especiales los delincuentes virtuales parecen desesperarse por dinero. Identificar a los clonadores es a veces imposible. Porque de los ocho que son miembros de la banda participan sólo tres y se van turnando para no ser identificados”.

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