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Cárcel del conductor de Cali, lista para recibir a 70 reclusos de otros delitos

El centro estuvo siete años vacío. Solo falta que el Inpec autorice el traslado de internos de mínima seguridad.

11 de septiembre de 2013 Por: Redacción de El País

El centro estuvo siete años vacío. Solo falta que el Inpec autorice el traslado de internos de mínima seguridad.

Tras siete años de permanecer en el abandono, hoy la casa cárcel del conductor de Cali está lista para recibir a 70 reclusos. Aunque este sitio se creó en 1970 para aquellos choferes que cometieran un accidente de tránsito sin intención (delito culposo), desde el 2006 la cárcel dejó de recibir internos debido a que el Código Penal declaró este delito como excarcelable. Eso permitió que aquellos conductores que habían protagonizado un accidente, sin agravantes como el consumo de licor, recibieran el beneficio de casa por cárcel o incluso la libertad. Desde entonces, las instalaciones de este sitio de reclusión, ubicado en la Carrera 2 con Calle 21 del barrio San Nicolás, quedaron en el abandono. Hace dos años, sin embargo, la Unión de Motoristas y Trabajadores de la Industria del Transporte del Valle del Cauca (Sindiunión) -encargada del funcionamiento del lugar- empezó a recuperar este espacio, para aliviar un poco el hacinamiento carcelario que tiene la capital del Valle. Y es que hasta julio de este año la cárcel Villahermosa tenía una población total de 5.547 reclusos frente a su capacidad real de 1.667 internos, lo que corresponde a un sobrecupo del 232%. Esta cifra convierte a la cárcel de Cali en la tercera más hacinada del país. Por eso Jorge Herrera Valencia, presidente de Sindiunión, afirmó que el Sindicato no le ve ningún problema a que la cárcel del conductor reciba personas acusadas de otros delitos. “Sabemos que la ciudad necesita cupos como sea”. Entonces, tras una inversión de $40 millones, hoy la casa cárcel tiene capacidad para recibir a 70 internos que no estén acusados de delitos graves y “no representen un peligro para la sociedad”. El problema es que hasta el momento el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), que desde 1993 está a cargo de las casas cárceles del país, no ha autorizado el traslado de estos reclusos. El retraso se debe, según la directora regional, mayor Myriam Ayde Vargas, a que aún no están listos los reglamentos para autorizar la reclusión de los internos en este sitio. “La norma contempla que estos centros sean para conductores que cometan delitos culposos, entonces tenemos que hacer una modificación para poder ubicar a otro tipo de presos”, explicó la mayor Myriam. Aunque todavía no hay una fecha exacta para el traslado de estas personas, la Directora Regional anunció que es posible que en unas dos semanas el proceso termine.Lo único seguro, hasta el momento, es que los reclusos que saldrán de Villahermosa para la casa cárcel del conductor serán de mínima seguridad.El Presidente de Sindiunión solo espera que el plazo se cumpla sin demora, teniendo en cuenta que desde el pasado 15 de agosto se esperaba la llegada de los presos. “Ahora el balón está del lado del Inpec. Ellos tienen la última palabra”.El País hizo un recorrido por las instalaciones y confirmó que el sitio está amoblado y lo único que le hace falta es la llegada de los internos. El pabellón de mujeres, por ejemplo, tiene cuatro habitaciones, en las que se pueden acomodar 26 personas. Y el de hombres cuenta con seis cuartos, con capacidad para 44 presos. Ambos pabellones tienen baños, duchas, áreas de trabajo, cocina, biblioteca, además de un consultorio de odontología. Una vez se trasladen los presos, el Inpec deberá destinar recursos para su alimentación y servicios básicos: unos $1.300.000 por cada interno. Al tiempo que debe encargarse de ubicar a dos guardas, uno de día y otro de noche, que vigilen las dos viviendas que componen la casa cárcel. Estrategia nacionalEsta modificación de la esencia de las casas cárceles para conductores no solo se haría en Cali; también en el resto del país, donde el hacinamiento en los penales es del 53%. Así lo confirmó el mismo director del Inpec, general Gustavo Adolfo Ricaurte, quien sostuvo que con la reforma al Código Penitenciario las personas que cometen delitos menores podrán ir a estos centros de reclusión; así como aquellos internos que les falten entre tres y seis meses para terminar sus condenas. De acuerdo con el general Ricaurte, el país cuenta con 280 camas disponibles en las casas cárceles que hay en varias ciudades.

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