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Cali ha tenido seis abusadores sexuales seriales los últimos doce años

En bicicletas, motocicletas o incluso a pie, los acusados, con edades entre los 27 y 52 años, abusaban sexualmente de sus víctimas. Uno de los atacantes abordaba buses de servicio público para engañar a sus víctimas.

4 de diciembre de 2015 Por: Elpaís.com.co

En bicicletas, motocicletas o incluso a pie, los acusados, con edades entre los 27 y 52 años, abusaban sexualmente de sus víctimas. Uno de los atacantes abordaba buses de servicio público para engañar a sus víctimas.

El caso del 'Monstruo de Monserrate', que declaró haber abusado y asesinado a varias mujeres en Bogotá en un crimen que tiene conmocionado al país, es una conducta delictiva que se repite en otras ciudades. 

En los últimos doce años en Cali ha habido seis abusadores sexuales seriales que tienen en su prontuario cerca de 120 víctimas, en su mayoría menores de edad entre los 9 y 17 años. Así lo han determinado investigaciones de la Unidad de Delitos Sexuales de la Sijín en la ciudad y denuncias interpuestas ante Fiscalía. 

En total, sin precisar si son comportamientos seriales, en lo corrido de este año se han capturado en Cali 146 personas por delitos delitos sexuales, 51 más que en el 2014 cuando se registraron 95 capturas. Esto, según cifras entregadas por la Sijín de la Policía. 

De acuerdo con los investigadores, los abusadores seriales tienen entre los 27 y 52 años de edad y cuatro de ellos ya fueron condenados en cárceles de la ciudad, donde cumplen penas superiores a los 25 años.

Indican que en un 90% los casos de abuso sexual son cometidos por padres, padrastros, tíos, primos, abuelos o sobrinos de la víctima. Los delitos con mayores registros en la capital del Valle son actos sexuales con menores de catorce años y acceso carnal abusivo con menor de catorce años.

Para un psicólogo del Centro de Atención a Víctimas de Abuso Sexual, Caivas, quien a diario recibe mujeres víctimas de abusos, estas personas eran sigilosas y hábiles para mentir, para esquivar las cámaras de seguridad en las vías y parques de Cali; astutos para envolver a las menores de edad con preguntas que los remiten a nombres de sus familiares cercanos.

Explica que cometen el hecho porque ven en la víctima la posibilidad de cumplir fantasías o "fetiches". "Hay unos que se llevaban como trofeos pertenencias de las víctimas, sean moñas, pulseras o cualquier otro elemento".

"Para estas personas los abusos sexuales son como una droga: empiezan con uno al año pero luego terminan con cuatro asaltos semanales. Es como si el cuerpo les pidiera más y más y más", afirma el profesional.

[[nid:488135;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2015/12/blancoo_0.jpg;right;{En buses de la Blanco y Negro este hombre abordaba a sus víctimas. Archivo El País}]]

El 'Violador de los Buses'

Tenía como medio de transporte los buses de servicio público, pero había algo especial, solo abordaba la ruta que cubría la Autopista Suroriental- Puente de los Mil Días- Calle70-Alcázares-Calima-Sameco y luego Menga, donde estaba el control de la empresa.

Dicen los investigadores que el 'Violador de los Buses', delinquió en el 2003.

Las catorce mujeres de las que abusó tenían entre 20 y 25 años. Él tenía 28, dicen las fuentes. "Cuando se montaba al bus empezaba a mirar cuál mujer era bonita para cometer el abuso sexual, tenía una fijación especial por las trabajadoras del sector salud, sean enfermeras o médicas". 

Durante el viaje, le decía a sus víctimas que era guerrillero y cuando las mujeres se iban a parar del puesto, este hombre sacaba un revólver de juguete y las intimidaba.

Este hombre se bajaba con sus víctimas en el Puente de los Mil Días, en el oriente de Cali. Los moteles o residencias del sector eran el sitio para cometer los delitos. 'El Violador de los Buses' utilizaba artimañas para lograr que las recepcionistas de estos sitios no se percataran de nada.

Para las autoridades llamó la atención que esta persona tenía una esposa y dos niñas. En el 2003, según datos entregados por la Sijín, fue condenado a 25 años de prisión. 

[[nid:488108;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2015/12/hugo-ferney-interna.jpg;left;{Este es Hugo Ferney Quiceno cuando fue capturado en 2005 por la Policía Metropolitana de Cali. Hoy paga una condena de más de 20 años. Cortesía Policía Nacional}]]

'Monstruo de la Bicicleta'

Dos años más tarde, un hombre identificado como Hugo Ferney Quiceno Quintero, infundió el terror en las calles de al menos trece barrios de la ciudad al 'acecho' de mujeres entre los 10 y 42 años. Abusó sexualmente de catorce caleñas.

La intendente María Pozú, jefe de la Unidad de Delitos Sexuales de la Sijín de Cali, quien estuvo detrás de este hombre, lo define como frío y calculador en su actuar. "Siempre digo que este señor fue el mayor violador sexual que ha tenido Cali".

Utilizaba una bicicleta roja y a sus víctimas las obligaba a montarse en la barra mientras las chuzaba en la espalda con un destornillador que cargaba para intimidarlas.

"Las niñas no le veían la cara en el abuso. Ellas solo nos decían que el tipo tenía unas manos manchadas, que usaba gorra deportiva y que en los radios de la bicicleta habían incrustadas unas pelotas de tenis. No teníamos más información", dijo la intendente Pozú.

Cuenta que este hombre en las noches trabajaba cuidando carros en el barrio Antonio Nariño y en las mañana salía a cometer los atroces hechos. No tenía horas específicas, pero coincidencialmente la mayoría de casos eran al final de la mañana y tarde, antes de anochecer.

La primera denuncia contra Quiceno Quintero fue instaurada ante la Fiscalía 120 Seccional Cali el 15 de junio de 2004.

En el reporte, una mujer de 17 años, madre de familia de un menor de dos años, dice que este hombre la abordó en la Calle 70, sin especificar dirección exacta, luego de bajarse de un bus de la empresa Papagayo. Luego, la obligó a montarse en la bicicleta y se fueron en contravía hasta un monte, donde le dijo que se bajara para cometer el delito.

"Me decía que lo mirara, que no lo despreciara y que abriera los ojos, porque yo los tenía cerrados", cuenta la víctima.

Hugo Ferney, dicen fuentes de la Sijín, tenía unos tatuajes y un elemento que llamó mucho la atención: en el cuello colgaba una piola con los aretes, anillos, moñas y demás elementos que le robaba a sus víctimas.

Sacaba a las niñas de sus entornos y las llevaba, incluso, a dos barrios de distancia. "Este hombre veía a las niñas y las seleccionaba cuando iban camino a la tienda a hacer un mandado, aprovechando la inocencia de ellas".

Quiceno fue detenido en el 2005 luego de que una señora, quien también fue víctima suya, denunció y cooperó con las autoridades para hacer un retrato hablado del hombre.

Hugo Ferney Quiceno Quintero, oriundo de Alcalá, Valle, fue condenado a 25 años de prisión por cinco procesos que le abrieron diferentes juzgados de la ciudad.

[[nid:488112;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2015/12/caliiiii.jpg;right;{En parajes de la vía Cali-Jamundí, Gustavo abusaba de mujeres luego de engañarlas con ofertas de empleo. Archivo El País}]]

Cuñas radiales para atraer a sus víctimas

En la ciudad también se conoció en el año 2007 el caso de un hombre que prometía empleo en emisoras cristianas para abusar de mujeres creyentes.

"Era un hombre de 37 años, aproximadamente, que contrataba cuñas en emisoras radiales cristianas para anunciar que se necesitaban mujeres jóvenes y bonitas para empacar frutas. Cuando las damas llamaban él les ponía una cita en supermercados de la ciudad, más que todo sobre la Autopista Suroriental", dice uno de los investigadores que llevó el caso.

Cuando estaban hablando de los términos del contrato, entraba una llamada al celular del supuesto jefe diciéndole que fuera con las mujeres a la "empresa" que quedaba en la vía Cali-Jamundí, excusa para abusar de ellas.

"Cuando lograba convencer a las víctimas las montaba en un bus intermunicipal y ya en mitad de camino, en zonas despobladas de la vía que conecta los dos municipios, este hombre se bajaba y abusaba de las mujeres en cañaduzales", dice la fuente.

El hombre fue condenado a más de 15 años de prisión, luego de haber cometido al menos ocho abusos sexuales.

Abusó de colegialas en el Puente del Comercio

Un año más tarde, las autoridades sorprendieron a quien se conoció como 'Violador del Paso del Comercio', por cometer los crímenes bajo el puente vehicular del mismo nombre en el norte de Cali.

"Este hombre, quien sí andaba armado, abusaba de niñas de colegios cercanos al sector. Después de las 5:00 p.m. que salían de clases, él las 'metía' debajo del puente para abusar de ellas", afirma un investigador de la Sijín, quien recuerda que por lo menos diez menores entre los 12 y 17 años fueron abusadas.

Para dar con su captura, una menor de ocho años que había sido víctima colaboró con las autoridades acompañando un operativo policial.

"Fuimos varios días a hacerle seguimiento, hasta que un día íbamos por el puente cuando salió el tipo con una maleta, la niña lo vio y se quedó quieta. Él se devolvió como para escapar, entonces yo hice un disparo al aire y alerté a mis compañeros que el que iba de azul era el hombre, ellos lo capturaron abajo del puente", dice la fuente.

Hoy, el acusado paga una condena de 15 años en un centro carcelario de Cali.

'El Monstruo del Oriente'

Este hombre fue detenido el 7 de abril de 2014 en una unidad del barrio La Base, en el oriente de Cali. Fiscalía tiene nueve denuncias en su contra, una de ellas la de una menor de quince años, que permitió su captura. Aún no ha sido condenado.

Variaba el color de la moto en la que se movilizaba: unas veces abordaba una azul pero otras una roja o negra. Vestía buso tipo polo o camiseta sin mangas. En las mañanas trabajaba en un fábrica de Menga y a mediodía bajaba a su casa a almorzar y cambiarse de ropa para cometer los delitos.

"Él llegaba a la casa y salía a los 20 minutos cambiado y en una motocicleta, siempre con el casco, una pantaloneta deportiva y una camiseta. Le preguntaba a sus víctimas por el nombre del barrio y cuál era la dirección de la zona", cuentan las autoridades.

Cuando las mujeres no querían hacerle caso o le corrían, dice el investigador de la Sijín, utilizaba palabras soeces y las obligaba a que se subieran a la moto mientras "hacía el amague de sacar un arma en un carrier que cargaba".

Las llevaba a dar vueltas en el mismo sector a la espera de elegir un sitio abierto sin tránsito como parques o calles 'ciegas'. Abusaba de sus víctimas y, luego, según cuenta la fuente, llevaba a las mujeres de regreso al lugar donde las abordaba.

No siempre salía a mediodía, también cometía los delitos a las 6:30 a.m., 10:00 a.m. y 10:30 a.m.

Se reportaron casos en los barrios Ricardo Balcazar, a una niña de once años; Municipal, otra de diez años; Floralia, ocho años; Poblado, 9 años, y Antonio Nariño, menor de quince años.

[[nid:478702;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2015/11/sin-titulo-1.jpg;left;{Fue necesario recurrir al sistema fotomultas para obtener placas y características de la motocicleta del sindicado.Tomada del Twitter de el comandante de la Policía de Cali, general Hoover Penilla.}]]

El 'Monstruo de la Motocicleta'

El hombre, de 35 años de edad y mensajero 'ad honroem' de médicos de varias clínicas de Tequendama, en el sur de Cali, le dijo a las autoridades, luego de su captura, una frase contundente: "yo puedo salir de mi casa con la mentalidad de que voy al trabajo, pero si se me cruza en el camino una dama que me atraiga, abuso sexualmente de ella, no lo puedo controlar".

Esta persona trabajaba como mensajero en la ciudad, pero por su flexibilidad en el tiempo accedía carnalmente a las mujeres en diferentes horarios, algunos reportes fueron a las 6:00 a.m. y otros a las 10:00 p.m. Aún no ha sido condenado.

"Esta persona seguramente, luego de darse cuenta que le seguíamos la pista, cambiaba de moto constantamente. Unas veces cometía los hechos en una negra y otras veces en una roja", afirman investigadores.

Explicaron que esta persona cometía los abusos en antejardines y bajo techos exteriores de las viviendas de las víctimas, mujeres entre los 9 y 45 años. Abusó de al menos 50 mujeres. 

¿Tú quieres que no te pase nada? ¿Está Rosita? ¿Quieres que a tus papás les pase algo? ¿Con quién estás en casa? Esas son algunas de las preguntas que utilizaba para abordar a menores de edad en la puerta de entrada de los antejardines de sus casas.

El caso de una menor de nueve años, quien vivía en la Comuna 8, y fue abusada por este hombre, fue decisivo para su captura.

"Esta persona seleccionaba a sus víctimas teniendo en cuenta que fueran mujeres delgadas, así él se mostraba como el fuerte y podía dominarlas para abusarlas sexualmente. Este hombre las intimidaba diciéndoles que ya sabía dónde vivían con el cuchillo en la mano", dicen las fuentes.

Realizaba recorridos por barrios como el Ingenio, Ciudad Jardín, Los Cristales, La Fortaleza, Departamental, Las Granjas y Cañaveralejo. El capturado tenía un radio de acción en las comunas 10, 11, 17, 19 y 22.

"La investigación duró dos meses y nos dimos cuenta que en nueve casos de abuso las víctimas coincidían con las descripciones del agresor: un hombre que se movilizaba en moto usando casco, chaqueta y gafas oscuras tipo Ray-Ban", afirman los policiales.

Pero, ¿cómo están las autoridades combatiendo los violadores en Cali?

La intendente María Pozú, de la Sijín, ha llevado una lucha frontal contra estas personas. Todos los días le llegan cinco denuncias a su despacho en la Unidad de Delitos Sexuales de la Sijín, en el barrio Ciudad Modelo.

El Fiscal 174 está designado desde mediados de este año para atender solo delitos sexuales y violencia sexual, donde se reciben actos urgentes, lo que implica recibir la denuncia, remitir la víctima a Medicina Legal, equipo de psicólogos y centros médicos.

Después de esto, el grupo de cuatro investigadores que tiene al mando la intendente Pozú, empieza a hacer labores de campo y entrevistas en los sitios para recopilar material, levantar un retrato hablado y empezar la 'cacería' de los abusadores sexuales, sean seriales o no.

"Una gran mayoría de las víctimas son menores y los parientes que más los atacan son tíos, primos, padrastros y sobrinos. Ellos aprovechan que muchas veces se quedan al cuidado de los menores o conviven en el mismo cuarto con las personas", afirma Pozú.

Cuenta que cuando son abusadores sexuales seriales se requiere de todas las 18 unidades que están al servicio de la Unidad de Delitos Sexuales de la Sijín, incluido peritos, para comenzar la búsqueda. 

"Se hacen retratos hablados y se empieza a hacer la recopilación de pruebas en el lugar de los hechos con el laboratorio de criminalística. Así hicimos con el 'Monstruo de la Motocicleta'", dice la agente policial.

Asegura que es muy complicado que una vez sea capturada una persona por abusos seriales quede en libertad fácil. Se adjuntan fotografías, videos y todo tipo de prueba para que la condena sea grande, más de 25 años.

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