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Cali continúa sin solución para frenar líos de jóvenes infractores

Falta de cupos, hacinamiento y falencias en seguridad son los principales problemas del sistema penal de adolescentes. Se agrava la crisis.

2 de octubre de 2013 Por: Elpaís.com.co

Falta de cupos, hacinamiento y falencias en seguridad son los principales problemas del sistema penal de adolescentes. Se agrava la crisis.

La fuga de 4o adolescentes del Centro de Formación Juvenil Valle del Lili, ocurrida el pasado viernes, y el motín de la noche del lunes en el Centro Transitorio para Menores dejó en evidencia lo delicado que sigue siendo el tema de los jóvenes infractores en la capital del Valle. Estas situaciones se deben una vez más a los problemas de seguridad, cupos y hacinamiento en dichos lugares. En lo corrido de este año al sistema penal de menores han ingresado 2.028 adolescentes en Cali y las autoridades insisten en que los actuales centros de reclusión no dan abasto para atender semejante volumen de menores. John Arley Murillo, director regional del Instituto de Bienestar Familiar, ICBF, dijo que inconcebible que se sigan presentando casos como el del viernes pasado en Valle del Lili, que dejó 40 menores fugados, seis aprehendidos y seis heridos, que aprovecharon que el lugar quedó sin energía tras un aguacero.Por eso Murillo hizo un llamado a la Policía para que “refuerce la seguridad perimetral de todos los centros de atención como Valle del Lili” e insistió en la necesidad de “crear un cuerpo de seguridad especial para la protección de los jóvenes privados de la libertad al interior de los mismos”.Asimismo, el funcionario le pidió a la Alcaldía de Cali y a la Gobernación del Valle dotar lo más pronto, “como lo ordena la Ley”, al municipio de la infraestructura necesaria para atender a los menores infractores de manera adecuada y no seguir dependiendo de los dos centros transitorios que voluntariamente ha facilitado el ICBF con 17 y 28 cupos cada uno. “Cali es el único municipio en el departamento que aún no tiene un Centro Transitorio financiado y dotado por la Alcaldía, como si lo tienen Cartago, Roldanillo, Sevilla, Tuluá, Buga, Palmira y Buenaventura”, afirmó Murillo.Al respecto, el secretario de Gobierno de Cali, Carlos José Holguín, explicó que la seguridad sí se ha reforzado en los centros de reclusión de la ciudad, incluso hay cámaras en los alrededores de los sitios. “Pero los jóvenes aprovechan cualquier eventualidad, como la de la falta de energía en Valle del Lili del viernes pasado, para ralizar motines o fugas”, indicó. “Estamos en este momento realizando una obra en Valle del Lili para tener 30 cupos más y poder implementar ese Centro Transitorio que se requiere con urgencia. Hemos invertido $650 millones en la obra”, explicó Holguín, quien dijo que la Gobernación también ha contratado obras en ese mismo sitio de menores infractores por unos $400 millones.La capitán Marcela Narváez, jefe del grupo de Infancia y Adolescencia de la Policía Cali, aseguró que las responsabilidades son de todos, no solo de la Policía.“Por ejemplo el motín del lunes pasado en el Centro transitorio fue iniciado por un joven de 17 de años que lleva quince días esperando un cupo en Valle del Lili y no lo han querido recibir. Nosotros lo hemos tenido varios días en una celda y ya se está complicando la situación. Por eso hay que estar todos de acuerdo para poner las soluciones al problema con los menores en la ciudad”, argumentó Narváez.Sigue el lío de los menores infractoresEl personero de Cali, Andrés Santamaría, afirmó que desde hace mucho tiempo en la capital del Valle hay una crisis en el tema del sistema de atención a los menores infractores.“Si la forma de sancionar a los jóvenes es por medio de centros de control y estos están sin cupos es muy difícil salir adelante con la problemática”, dijo Santamaría.Y es que en Cali, por ejemplo, la situación está así: el Centro de Formación Juvenil Valle del Lili tienen sus cupos llenos, con 307 hombres y 40 mujeres, mientras el Buen Pastor tiene 275 hombres, también con los cupos llenos.A esta situación se suma que en la ciudad todos los días son aprehendidos entre 15 y 20 menores de edad por diferentes delitos, de acuerdo con la Policía. Lo que hace que cada vez los centros transitorios concentren más jóvenes y por mucho más tiempo de lo deseable, que es uno o dos días como mínimo.El concejal Roy Barreras reiteró que otras de las soluciones para el tema de los menores y los cupos, si no se pueden garantizar en la misma ciudad, es acelerar el traslado o la nueva construcción de un centro de reclusión a otro municipio del Valle para ponerle fin a la situación.Pero la anunciada construcción de un centro para el Valle no ha sido posible. Luego de la negativa de Buga de que dicho centro se levante en su jurisdicción, se está buscando otro municipio que acepte construir en su territorio el reclusorio para jóvenes infractores. “No pueden seguir pasando casos como que en lo corrido del 2013 se han fugado 172 menores infractores del centro de Valle del Lili”, dijo Barreras.

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