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Bomberos de Cali, consternados por asesinato de compañero en atraco

Héctor Saldarriaga, de 24 años, fue ultimado en el sur de Cali por delincuentes que le querían robar una moto. Historia de un valiente.

26 de junio de 2014 Por: Redacción de El País

Héctor Saldarriaga, de 24 años, fue ultimado en el sur de Cali por delincuentes que le querían robar una moto. Historia de un valiente.

El próximo mes el bombero Héctor Saldarriaga, de 24 años de edad, tenía un viaje a Sao Paulo, Brasil. Iba con otros compañeros a representar a Colombia en las competencias bomberiles, las cuales ya se habían ganado el año pasado en Costa Rica.Héctor, que apenas esta semana iba a recibir la noticia del viaje, sabía que tenía que estar en forma para las competencias por si era uno de los elegidos. El jueves, de 8:00 a.m. a 11:00 a.m. estuvo entrenando en el Parque de la Salud, en Pance.Luego, hizo un par de vueltas más y a eso de las 12:00 p.m. llegó en su moto RX 115 negra hasta la Calle 5 con Carrera 26, donde iba a recoger a una persona con la que se había quedado de encontrar. Mientras esperaba, fue abordado por dos hombres que le pidieron la motocicleta y le dipararon en el pecho luego de un forcejeo. “Los delincuentes huyeron en la moto, pero se les apagó dos cuadras más adelante. Uno logró escapar y otro -un hombre de 37 años- fue capturado por la patrulla que pasaba en ese momento por el lugar”, dijo uno de los policías que participó del operativo.Héctor, que iba de civil, pues entraba a trabajar a la estación de Bomberos de Siloé a las 2:00 p.m., fue trasladado herido de gravedad al Hospital Universitario del Valle (HUV), donde llegó sin vida.El comandante de los Bomberos Cali, Ruben Darío Gamboa, ordenó izar la bandera de la institución en todas las sedes a media asta, en señal de duelo. “Era un joven muy activo, con una brillante carrera bomberil de cuatro años. El año pasado había ganado una medalla por el segundo puesto en horas de trabajo voluntario. Trabajó más de 1100 horas”, dijo el comandante.Héctor había sido asignado a la estación de Siloé, por su juventud y fortaleza, “ya que ahí se atiende mucha emergencia forestal y de rescate”, explicó el sargento Fernando Murillo, coordinador de Emergencias.El año pasado, en un incendio forestal, duró casi cinco horas ‘peleando’ contra el fuego para que no se consumieran los cerros de la ciudad, contó uno de sus compañeros. Héctor le decía a cada uno de sus compañeros cuando llegaban a la estación: “llegó el chiquilín de los chiquilines”. Era su frase. “Le decíamos ‘Pajarito’ porque cada vez que pasaba una mujer le silbaba”, coincidieron.Además de ser bombero voluntario, a Héctor, oriundo de Dagua, le faltaban dos meses para terminar la carrera de Ingeniería Industrial que estaba cursando en el FCECEP.Le apagaron los sueños a Héctor y nos los apagaron a todos sus familiares. Cuando terminara la carrera iba a aplicar para quedar en la Policía, esa era su próxima meta, una de las tantas en tan corta edad. En septiembre próximo cumplía apenas 25 años”, expresó una de sus familares.

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