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Anuncian primera encuesta nacional de victimización, para combatir el delito

Tras el Encuentro sobre Indicadores de Criminalidad realizado en Cali, se anunció la primera encuesta nacional de victimización.

20 de agosto de 2012 Por: Alda Mera | El País

Tras el Encuentro sobre Indicadores de Criminalidad realizado en Cali, se anunció la primera encuesta nacional de victimización.

Hace exactamente 20 años, la criminalidad hacía su agosto en Cali. Cuando el entonces alcalde Rodrigo Guerrero pidió las estadísticas de homicidios, la Fiscalía le daba una cifra, la Policía otra, Medicina Legal otra. Y ninguna de las anteriores coincidía con las de Salud Pública.Como en la película ‘Todos tus muertos’, cada entidad contaba a su manera el reguero de víctimas. Ante esta confusión, el Mandatario sintió la necesidad de unificar las metodologías de contar los delitos para que así los gobernantes supieran hacia dónde, o hacia qué, apuntar sus estrategias para prevenir la criminalidad.De lo contrario sería como dar palos de ciego. Entonces nació el Instituto Cisalva con el apoyo de la Universidad del Valle. “Antes de Cisalva los gobernantes tomaban sus decisiones guiados por titulares de prensa o por corazonadas”, recordó Guerrero al inaugurar el Encuentro Internacional sobre Indicadores de Criminalidad, realizado en Cali.Este evento es fruto de ese primer intento de 1992 de empezar a contar bien los delitos. Experiencia con tantos avances que logró el aval del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, para desarrollar en América Latina el Sistema Regional de Indicadores Estandarizados de Convivencia y Seguridad Ciudadana, SES, con un aporte de US$ 2.500.000.Una de las primeras tareas de Cisalva fue crear el Observatorio Social, donde las entidades relacionadas unifican sus cifras. Así se demostró que la violencia sí se podía definir (unificar criterios) y medir (estadísticas certeras). Lección aprendida: había factores del entorno que incidían como generadores de violencia.Fue cuando se desvirtuó la hipótesis de que “los colombianos somos genéticamente violentos” para concluir que la violencia sí era prevenible, recordó Guerrero, quien se mostró complacido de ver en su segunda administración, 20 años después, a 18 países latinoamericanos reunidos en el Centro de Eventos Valle del Pacífico en torno a la importancia de saber definir y medir el delito para atacarlo en sus raíces.María Isabel Gutiérrez, directora del Instituto Cisalva, entidad facilitadora del proyecto de homologación de indicadores en seguridad ciudadana en los países miembros, señaló que la prioridad es llegar a la producción de información estandarizada y de calidad, “pensando en la seguridad ciudadana como un componente de calidad de vida”.Jorge Srur, especialista del BID para la modernización del Estado, subrayó que “no nos alegramos tanto de haber ayudado sino de haber creído”, y destacó que, de iniciar en 2008 con tres países y la ciudad de Cali, a tener hoy a 15 países y dos ciudades miembros y tres países afiliados, muestran el desarrollo de este proyecto colectivo. “La importancia del SES es que permite hablar el mismo idioma respecto a cifras de seguridad y a políticas públicas. La estandarización nos permitirá llevar a cabo acciones conjuntas en temas de delincuencia que son trasnacionales, así como fijar objetivos comunes entre los países”, explicó la investigadora de Cisalva.De hecho, Sandeep Chawla, subdirector de la Oficina de las Naciones Unidas contra el Crimen y el Delito, Unodc, uno de los principales conferencistas invitados, mostró que no se trata sólo de recopilar cifras sino de saber leerlas, interpretarlas y compararlas para conocer ‘el iceberg del crimen’ y tomar decisiones en la dirección correcta.“Si un estudio nos arroja que en Europa el mayor número de homicidios es cometido por hombres entre 40-44 años, pero en América Latina los homicidas son jóvenes de 20-24 años, ¿qué nos quieren decir esos rangos de edad? Que debemos dirigir nuestras políticas de seguridad hacia los más jóvenes”, expuso. O si las estadísticas dicen que el 50% de los homicidios contra las mujeres es perpetrado por un hombre cercano a la familia, significa que el hogar no es el lugar más seguro sino el más peligroso para ellas. Es preciso trabajar allí.Como lo plantea el investigador e ideólogo de estrategias de cultura ciudadana, Antanas Mockus. Haciendo su investigación para el libro Las Antípodas de la Violencia, detectó que Barrancabermeja tiene el más alto índice de homicidios de mujeres cometidos por esposos celosos. Entonces diseñó la estrategia de 20 psicólogas entrenadas para atender la línea de emergencia ‘Celos Anónimos’.Mockus advierte en el machismo la principal causal de violencia intrafamiliar, así como es la mayor causa de accidentes de trabajo en el ámbito laboral. Buscando las relaciones entre ley, moral, cultura y seguridad, encontró que las justificaciones para desobedecer la ley en nuestro medio son el amor a la familia, una injusticia y defender sus propiedades. “Eso significa que el amor a la familia en Colombia es peligroso, hay que decirle a la gente que ame a su familia, pero no mucho”, ironizó. En cuanto a las herramientas de trabajo, el Comisionado Presidencial para la Convivencia y Seguridad Ciudadana, Francisco José Lloreda, anunció la creación de una plataforma de infraestructura de datos a nivel nacional que aglutine toda esa información con total transparencia e independencia para mejorar la calidad de la misma. Igualmente, otro de los grandes avances que anunció el comisionado es que por primera vez se hará una Encuesta Nacional de Victimización por el Dane en 20 ciudades para entender mejor la criminalidad y detectar cuál es la percepción de seguridad de los ciudadanos. Es más, en Cali ya se está realizando la prueba piloto de esta herramienta que ya es un hecho en Chile y México ya la está perfeccionando.Los desafíosPara Srur, ejecutivo del BID, el reto importante es la inserción del SES en la institucionalidad de cada país. “Esto es una lección para la soberbia tecnócrata: No todo conocimiento sale de una universidad con diploma, sino de información recogida en el terreno por trabajadores sencillos, funcionarios transparentes que hacen su tarea día a día”. Para el general José Roberto León Riaño, director general de la Policía Nacional. la importancia del SES se traduce en poder diseñar una estrategia de seguridad integral con base en datos de la realidad y así “dejar de lado el parecer o el capricho”. “No puede ser posible que la delincuencia llegue a acuerdos para los delitos y que la institucionalidad no pueda hacerlo; espero que la iniciativa deje de ser una colaboración y sea un imperativo y un activo de la institucionalidad”, dijo el general, gestor del Plan Nacional de Vigilancia por Cuadrantes en Colombia.Para quienes aún dudan para qué sirve ésto, Mockus responde que, por ejemplo, “la encuesta de victimización no es un detector de criminales, pero refleja una tendencia: si el 80% rechaza los narcos, es preocupante que un 20% lo esté pensando. Incluso, señaló que las cifras pueden ser fuente de regulación moral. “Ayudan a que me sienta mal si un 70% paga impuestos y estoy en el 30% de los que no paga”. Con relación a si Colombia ya está sobrediagnosticada sobre la violencia, Mockus sostiene que “para la gravedad de la enfermedad no”. Por ejemplo, falta descifrar porqué por cada 20 suicidios, hay un homicidio en Japón y porqué por cada suicidio que hay en Colombia hay 20 homicidios.“El reto es no tenerle miedo a los números, sino a no resolver los problemas y la inseguridad. La tarea es vencer a los profetas del no se puede”, puntualizó Srur. Por ello el Alcalde advirtió que la información estadística es útil para la historia, pero también para el comején, pero “en la medida en los gobernantes la usen no pasará a engordar los libros del BID”.

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