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Analistas afirman que por supuestas 'chuzadas' no se suspenderá el proceso de paz

Los analistas consideran que este episodio no es motivo para una posible suspensión de las negociaciones, aunque si sería una muestra de que dentro del gobierno hay sectores que se oponen al diálogo con las Farc.

4 de febrero de 2014 Por: Elpaís.com.co | Colprensa

Los analistas consideran que este episodio no es motivo para una posible suspensión de las negociaciones, aunque si sería una muestra de que dentro del gobierno hay sectores que se oponen al diálogo con las Farc.

La información que se conoció sobre unas interceptaciones ilegales que estarían realizando miembros del Ejército a algunos integrantes de la delegación negociadora de paz por el Gobierno Nacional, así como a políticos de izquierda, fue recibida por analistas como un delicado asunto que devela, entre otras cosas, que al interior del Gobierno hay serias fracturas en las posiciones frente a los diálogos con las Farc. Entre los 'chuzados' estarían el jefe de la delegación, Humberto de la Calle; el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, y el Alto Consejero para la Reintegración, Alejandro Eder, según reveló la Revista Semana en la noche del lunes.Analistas consultados por Colprensa coincidieron en calificar el hecho de la mayor gravedad pero advirtieron que, aunque afectará los diálogos de paz, no será suficiente para levantar la mesa de negociaciones. Sin embargo, deja al Gobierno Nacional en una posición en la que estaría repitiendo penosos errores del pasado. De acuerdo con lo que explica el politólogo y profesor de la Universidad Javeriana, Fernando Giraldo, esto obedece a que por un lado las Farc están acostumbradas a que el Gobierno los 'chuce' pues son un grupo ilegal. Pero dado a que esta vez las interceptaciones fueron a miembros del Gobierno Nacional que adelantan la negociaciones de paz, el grupo insurgente puede tomar este hecho como un argumento para señalar la falta de garantías y la poco seguridad que proporciona el Estado, incluso entre sus propios colaboradores. "En el fondo a las Farc poco les importa que chucen a los negociadores. De pronto lo pueden utilizar políticamente para decir que ni siquiera los funcionarios del Gobierno y sus representantes pueden estar tranquilos, entonces, ellos menos", declaró Giraldo. Según explica el experto, hay que tener en cuenta que estos hechos se conocen en un momento en los que la oposición está denunciando amenazas en contra de sus miembros. Cerca de 18 integrantes de la recién resucitada Unión Patriótica han hecho públicas amenazas contra sus vidas y otros militantes de Marcha Patriótica han sido reportados como desaparecidos. Para el experto, el hecho de que continúen prácticas las amenazas, la persecución, las desapariciones y ahora nuevamente las ‘chuzadas’, da cuenta del hecho de que el país parece no haber superado del todo la década de los 80 en la que los miembros de la UP fueron asesinados sistemáticamente. De ahí que estas situaciones dan cuenta de una sociedad que no avanza."La sociedad tienen que hacer un alto en el camino. Revisar cómo funciona sus sistema político y social, sus instituciones y adoptar una postura si con sinceridad quiere consolidar una democracia o si mantiene violaciones de vigilancia sobre los ciudadanos, que además es ilegal", declaró. Por su parte, el presidente de Indepaz Camilo González Posso declaró que aunque estas interceptaciones tienen como propósito sabotear la mesa de negociaciones y violar los acuerdos de confidencialidad, no van a afectar los diálogos al punto de levantar el proceso de paz."Esto no va a levantar la mesa. Esto va a motivar un comunicado conjunto pero está claro que es una actividad que va en contra de las directrices del propio Gobierno", declaró González, para quien los diálogos han avanzado a un punto en que las chuzadas a los negociadores del Gobierno, por el contrario, va a fortalecer la protección del trabajo de las dos delegaciones. Sin embargo, el experto aclaró que es necesario que el Gobierno tome medidas en el corto plazo pues, de lo contrario, las negociaciones sí se pueden ver afectadas. Urgen una acción del GobiernoDada la gravedad de los hechos, se han empezado a levantar voces que incluso están pidiendo la renuncia del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. Así lo pidió el representante Iván Cepeda para quien esto es una muestra que da cuenta de la continuidad de interceptaciones ilegales que fueron prácticas condenadas durante el gobierno de Álvaro Uribe y que motivaron la supuesta desaparición del DAS. Sobre el asunto, el politólogo Fernando Giraldo instó sobre la necesidad de un pronunciamiento desde las más altas esferas del Gobierno Nacional que permita asumir responsabilidades políticas frente a estos hechos."En un país como Francia ya hubiese renunciado el ministro de Defensa porque es el responsable de las Fuerzas de Seguridad. Pero eso no ocurre aquí. Además, me sorprende que el Presidente se haya demorado en pronunciarse dejando claro que es intolerante, que va a perseguir, investigar y castigar. Que pida responsabilidades políticas empezando por el Ministro", declaró. Otra opinión tiene el excomisionado de Paz, Camilo Gómez para quien una renuncia del Ministro de Defensa "poco soluciona el tema. Hay que llegar a los responsables", declaró. Para él, este es un asunto aterrador frente al proceso de paz, "pero frente a la negociación en sí no debería tener un elemento distinto a la de la preocupación de por qué dentro del Gobierno y las Fuerzas Militares hay fracturas en las posiciones". Aunque el presidente Juan Manuel Santos calificó los hechos de "inaceptables" y pidió celeridad en las investigaciones, no hizo ninguna referencia a posibles responsabilidades políticas que podría tener sobre el asunto el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón. Repercusiones a nivel internacionalAunque para Giraldo no habrá quien se responsabilice políticamente en el país sobre estos hechos, las repercusiones no se harán esperar a nivel internacional y, más aún, cuando Colombia está en la mira de medios y organizaciones internacionales por efecto de estas negociaciones de paz. “Esto va a trascender las fronteras nacionales y va a ocasionar mucha escozor en sectores de la opinión pública como los mismos negociadores que se van a sentir incómodos, intranquilos”, explicó Fernando Giraldo.Además, agregó que será un argumento más que puede ser utilizado por el uribismo para atacar al candidato-presidente Juan Manuel Santos durante la campaña electoral. “Eso no va a pasar desapercibido. Lo que nos está probando es que el DAS no ha desaparecido del todo sino que por extensión sigue actuando”, concluyó el experto para quien Colombia va a quedar como un país con un alto riesgo de repetir historias del pasado como la de la UP que son ingratamente reconocidas a nivel internacional. Presunta responsabilidad de UribeEl artículo periodístico en el que se revelaron estas interceptaciones ilegales a miembros de la delegación negociadora aclara que, si bien no se pudo establecer la identidad de quién recibía la información, se sugiere sobre el acceso a datos privilegiada que tiene el expresidente Álvaro Uribe. Al respecto, los expertos declararon que, más que calificar al expresidente como un agente del mal que recibió esta información, lo que no puede admitirse es que los ciudadanos tengan acceso a información que es de reserva del Estado o que puede poner en riesgo la seguridad de ciudadanos. Por el momento, el expresidente se ha defendido de las acusaciones argumentando que son “cortinas de humo” para distraer a la opinión pública y se declaró también víctima de interceptaciones ilegales.

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