El pais
SUSCRÍBETE

"Acabar con 50 años de conflicto no es fácil ni gratis": Alejandro Eder

Alejandro Eder, director de la Agencia Colombiana para la Reintegración, dice que la política de reinserción necesita más apoyo de los colombianos.

2 de junio de 2013 Por: Ana María Saavedra | Editora de Orden de El País

Alejandro Eder, director de la Agencia Colombiana para la Reintegración, dice que la política de reinserción necesita más apoyo de los colombianos.

El programa de reinserción cumplió ya diez años y Alejandro Eder, caleño proveniente de una reconocida familia, es desde septiembre del 2010, su director. Ahora se llama la Agencia Colombiana para la Reintegración, entidad que tiene 30.000 personas, entre exguerrilleros y exparamilitares, en el proceso de reintegración y que debe estar preparada, si se llega a un acuerdo de paz, a recibir a los miles de miembros de las Farc que dejarían las armas.Eder, quien hace parte de la comisión de paz del Gobierno, cree que es necesario el apoyo de los colombianos a los reinsertados. Una de sus críticas o quejas en anteriores entrevistas frente al proceso de desmovilización ha sido la falta de apoyo de los empresarios, ¿cómo es el apoyo en este momento en el que se está hablando de paz?Desafortunadamente no hay, sí hay algunos que están aportando, pero en general el país mantiene una percepción que todos los desmovilizados son delincuentes, que siguen en las bandas criminales y que el proceso de desmovilización fracasó. Esto a pesar de que es un proceso con cifras, con personas rehabilitadas, que se han integrado a la sociedad. Son muchos más los que se han integrado que los que han vuelto a delinquir.Tenemos que darnos cuenta de que la paz no va a caer del cielo, todo el mundo tiene que poner de su parte y parte de esa construcción de la paz es tenderle la mano a quien fue el enemigo y confiar en procesos como el de reintegración, que tiene diez años de experiencia y está dando resultados.Cuente de esos casos exitososHay miles de ejemplos. El proceso de reintegración, así les dé educación, no logra reintegrarlos, es la sociedad que debe perdonar y reintegrarlos. De 30.000 personas, 25.000 están trabajando, el 75 %. Estas personas en su gran mayoría están en sus puestost de empleo sin que sus jefes lo sepan. Hay personas, incluso aquí en Cali, que cuando sus jefes se enteran de que son desmovilizados los echan. Invito a que no los estigmaticen, denle la mano y ayúdenlos a que sigan por el camino del bien.El Gobierno está en un diálogo con las Farc en La Habana, si se llega a un acuerdo y las Farc dejan las armas, ¿cómo se ha preparado la Agencia para la Reintegración?, pues este sería uno de los puntos más importantes en un postconflictoNo es conveniente ni necesario decir qué va a pasar en La Habana, lo importante es que en Colombia hay un proceso de reintegración, una política que ha tenido muchas fallas, errores, pero que también se ha mejorado mucho, se ha evolucionado. Hoy es considerada como un ejemplo a seguir a nivel mundial. Entonces, lo que estamos haciendo en la agencia es tener el mejor proceso de reintegración posible.Pero no es una especulación, al sentarse a negociar se hace con la idea de que llegue a buen término y se debe hacer con una planeación. Y parte de los puntos más importantes es el plan de cómo recibir a los guerrilleros, que según la cifra dada por el Gobierno son casi ocho mil. ¿Cómo se prepararon?En Colombia hoy hay un proceso de reintegración que recibe gente todos los días desde hace diez años. Lo importante es fortalecer ese plan y estar preparados.Entonces, ¿sí están preparados?La Agencia para la Reintegración está preparada para lo que requiera el país. El país, sin embargo, aún no está preparado para asumir el costo de la paz.¿Cuál es ese costo?El costo de la paz es el perdón, la reconciliación y tenderle la mano a quienes en algún momento fueron nuestros enemigos.¿Y también se tiene el presupuesto?, pues es un proceso costoso...El proceso cuesta $156.000 millones por año. Eso es un costo per cápita de más o menos seis millones de pesos por desmovilizado por año. Eso no quiere decir que le damos esa plata, es lo que nos cuesta. En un costo promedio, quiere decir que le invertimos $42 millones a un desmovilizado para rehabilitarlo. Uno puede decir que eso es muy costoso, pero es menos de la mitad de tener un preso en Colombia y es sustancialmente más barato que combatirlo. Las opciones que tenemos frente a ellos es combatirlos, exterminarlos, meterlos a la cárcel o llevarlos a un proceso de reintegración. Y de esta, la reinserción es la más barata.Acabar con 50 años de conflicto no es fácil ni gratis. Lo barato sale caro.¿Su agencia está preparada logísticamente y presupuestalmente para recibir esos casi ocho mil guerrilleros si hay un acuerdo?Mi agencia está preparada para lo que el país necesite, como lo hacemos todos los años con los 1.500 desmovilizados que se reciben. Mi preocupación es que el país tiene que empezar a comprender cuál es el costo de la paz.¿Cree que si llegamos a una etapa de postconflicto se agudicen más los problemas de seguridad ciudadana y los guerrilleros sean reclutados por las bandas criminales o pasen a conformar bandas delincuenciales en las ciudades?No quiero especular sobre lo que llegaría a pasar. Lo mejor es ver lo que tenemos hoy y si bien tenemos desmovilizados que van a la ilegalidad, entre siete y ocho de cada diez se mantienen en la legalidad. No se puede dejar que esos dos o tres dañen la imagen de esos otros.Uno de los puntos que han tocado diferentes analistas es que es muy difícil que esos mandos medios de las Farc, acostumbrados al dinero del narcotráfico, no vuelvan a la ilegalidad. Todas las semanas en Colombia se desmovilizan mandos medios de las Farc y del ELN, algunos de ellos involucrados en las actividades ilícitas de estos grupos y nada reemplaza la libertad de no tener que estar temiendo por sus vidas. Lo que creo es que el narcotráfico y la criminalidad y estos grupos están rodeados por violencia y las personas no quieren estar en ella. La única opción que tienen es la desmovilización y la reintegración.Usted es de Cali y sigue teniendo mucho contacto con la ciudad. ¿Cómo ha percibido la gente el proceso de paz? Porque la ciudad ha sido una de las afectadas por el terrorismo y en la marcha de hace unos años se evidenció la rabia y el dolor hacia las Farc.Hay que entender algo de porqué hay que darles una oportunidad a estas personas, uno la paz no la hace con los amigos, la hace con quien le ha hecho daño a uno. Si los vallecaucanos y caleños no quieren volver a vivir esas épocas amargas, deben hacer ese sacrificio. Colombia no es el primer país al que le toca hacer esto, procesos de paz y reconciliación ha habido en toda la historia de la humanidad.¿Cómo ha sido el apoyo de los empresarios del Valle al proceso de reinserción?En el Valle del Cauca falta mucho apoyo, hay algunos empresarios o fundaciones, como la Carvajal, Eternit, Bavaria, que nos apoyan, pero falta mucho. Aquí ya hay 1.600 desmovilizados y es uno de los departamentos donde más rápido están llegando desmovilizados. El suroccidente colombiano es, en términos militares, el teatro del conflicto en el país. ¿Cómo están las desmovilizaciones en esta zona?En los primeros meses de este año, si se comparan con el pasado, han aumentado un 16 %. Buena parte de esas desmovilizaciones se han dado en Cauca y hoy estamos recibiendo en todo el país entre cuatro y cinco desmovilizados cada día.Han aumentado las desmovilizaciones en Cauca, Caquetá, Norte de Santander, que son las zonas donde se están llevando a cabo operaciones. En general ha habido un aumento en las desmovilizaciones lo que es positivo, porque nos acerca más a la paz y a la seguridad.

AHORA EN Judicial