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El psicólogo clínico Luis Eduardo Peña alerta que es hacia los 13 años cuando aparece la fobia social en la vida de una persona. | Foto: Archivo de El País

¿La timidez es un problema para usted? Así puede superarla

No subestime la timidez, un problema psicológico que es posible prevenir y también erradicar.

30 de mayo de 2017 Por: Redacción de El País

Aunque tradicionalmente se ha considerado que la timidez representa simplemente una característica de la personalidad que en el peor de los casos hace que un individuo sea menos sociable o extrovertido, recientes investigaciones sobre este fenómeno demuestran que la fobia social o ansiedad social –como se conoce en el ámbito científico- es una condición psicológica que afecta al 13 % de la población mundial, según el Instituto Norteamericano de Salud Mental.

Quienes sufren de una timidez severa no deben subestimar esta condición y tienen que ser conscientes de la necesidad de recibir asistencia profesional especializada. Estas alarmantes cifras colocan a la ansiedad social como el tercer problema de salud mental en el mundo, después del alcoholismo y la depresión.

Este problema resulta ser un obstáculo para el entorno social, laboral y familiar. Diversas investigaciones indican que las personas que sufren de ansiedad social se casan menos, obtienen trabajos inferiores a su estatus educativo o nivel intelectual, alcanzan menos logros en su entorno académico y tienen mayor riesgo de sufrir depresión, alcoholismo y trastorno de ansiedad.

Pero, ¿cómo identificar si usted sufre de fobia social o si alguien cercano la padece? Expertos indican que si usted es de los que se pone ansioso, teme o evita interactuar en situaciones sociales que involucren la posibilidad de ser examinado o evaluado como conocer personas nuevas, hablar en público, interactuar con figuras de autoridad, salir con personas del sexo opuesto, asistir a eventos sociales, presentar exámenes, comer o beber frente a otros, escribir o leer frente a otros o incluso orinar en baños públicos, practicar deporte o tocar un instrumento musical, son señales claras de ansiedad social.

Por otro lado, es necesario reconocer si experimenta incomodidad, vergüenza, nerviosismo; si su rostro se torna rojo en ciertas situaciones, sus manos le tiemblan o comienza a sudar, si el corazón palpita más fuerte y rápido; si está convencido de que los demás piensan mal de usted, que lo evalúan negativamente, que lo juzgan incompetente, poco atractivo o inteligente y usted vigila cuidadosamente su desempeño por estas creencias, definitivamente se trata de una fobia social.

La timidez no es un juego de niños
El psicólogo clínico Luis Eduardo Peña alerta que es hacia los 13 años cuando aparece la fobia social en la vida de una persona. “La adolescencia es una edad crítica en la que los jóvenes pueden volverse tímidos y consecuencia de eso no tienen amigos, no socializan, tienen dificultades para formar grupos de estudios, hacer exposiciones en clase, para hacer preguntas, para defender sus derechos cuando son víctimas de bullying y si continúa la tendencia es a empeorar”.

Y agrega, que es necesario que los padres estén atentos porque en esta etapa de la vida es muy importante la socialización porque es cuando se construyen relaciones afectivas y amistades que predominan y perduran para toda la vida.

Así le pasó a *Hernán, un ingeniero industrial de 42 años que hasta hace algún tiempo no había podido casarse por temor a hablar con una mujer de su mismo estrato social. Al ver que su vida sentimental se estaba viendo seriamente afectada por el excesivo temor que le impedía emitir palabras hacia una mujer de su estatus, decidió tomar un tratamiento en el que junto con el especialista creaban situaciones en el que Zuluaga pudiera llamar a mujeres y entablar conversaciones cara a cara con ellas. Tiempo después pudo casarse y tener un matrimonio estable y feliz.

El doctor Peña recuerda también el caso de una joven simpática y extrovertida cuyo temor a hablar en público la llevó a emprender cuatro carreras y a desertar de todas por no poder exponer ante sus compañeros y profesores. Luego de someterse a tratamiento en el que debió hacer presentaciones ante el terapeuta y frente a otros invitados a las sesiones, y hacer ‘tareas’ como leer en la iglesia, ahora está a punto de graduarse como administradora de empresas y tiene un trabajo en el que debe liderar capacitaciones constantes dentro y fuera de Cali.

Este especialista asegura que la timidez no solo es un obstáculo para alcanzar las metas profesionales deseadas, sino que tiene graves consecuencias como el abuso del alcohol como mecanismo para reducir la ansiedad social, puede generar depresión y por ende quienes lo padecen aumentan la probabilidad de suicidarse o al menos intentarlo.

Trabajar en la prevención es la clave
El doctor Luis Eduardo Peña señala que es muy importante como padre de familia trabajar en la prevención de la timidez en los hijos. Para esto hay que estimular la socialización de los niños con sus pares, que compartan con los compañeros del colegio, animarlos para que asistan a las reuniones sociales que involucren amigos y crear actividades propias a las que inviten a sus compañeros.

Si la timidez es demasiado severa y los intentos de los padres son fallidos la recomendación es buscar ayuda profesional para recibir un tratamiento sistemático. De otro lado, hay un aspecto a tener en cuenta y es que si los padres son tímidos, lo lógico es que no sean un buen ejemplo para sus hijos, y por lo tanto deben concientizarse de que no solo deben animar a sus hijos para que socialicen sino que ellos mismos deben servir de modelo y tener más vida social.

Para perder la timidez

Conferencia: ‘No permita que la timidez destruya su vida’ con el conferencista Luis Eduardo Peña (Psicólogo clínico)
Fecha: Jueves 8 de Junio de 2017 Hora: 6:30 PM

Lugar: Sede Nacional Coomeva. Auditorio Uriel Estrada. Calle 13 No. 57-50 Informes: 554 8030– 311 308 8073

Entrada gratuita

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