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Los tratamientos a seguir para superar una fobia consisten en la exposición gradual al estímulo fóbico construyendo una jerarquía de cosas temidas de menor a mayor. | Foto: Fotolia - El País

Fobias: dime a qué le temes y te diré cómo tratarlo

Un experto le dice qué hacer si usted cree que estos miedos irracionales afectan su vida.

23 de febrero de 2017 Por: Redacción de El País

Edward prefirió que se le cayeran todos sus dientes a tener que someterse a un tratamiento dental. Ya completa más de 20 años sin ellos. Jaime, a sus 70 años, se ha privado de viajar a Dubai y a París donde viven sus hijos por temor a viajar en avión.

Yolanda durante su juventud dejó varios meses de comer sólidos por miedo a atorarse. Daniel, de apenas 11 años, sufre desde muy pequeño de una angustia que lo lleva al desmayo cada que tiene que someterse a una prueba de sangre de laboratorio.

Aunque cada uno tiene historias muy distintas Edward, Jaime, Yolanda y Daniel tienen una cosa en común: su vida se ha visto afectada por una fobia que ellos creen insuperable.

El psicólogo clínico Luis Eduardo Peña, próximo a dictar una conferencia sobre el tema, dice que las fobias se encuentran categorizadas dentro de los trastornos de ansiedad, en el que cerca de un 13% de la población, entre adultos y niños, siente un temor excesivo o irrazonable desencadenado por la presencia o anticipación de un objeto o una situación específica.

Lo grave del asunto es cuando la situación fóbica interfiere con la rutina normal del individuo, su desempeño o las relaciones con los demás. “Muchos tienden a evitar el estímulo fóbico, o bien lo toleran con ansiedad intensa”, afirma el especialista.

Peña aclara que los ataques de pánico no son exclusivos de los trastornos de pánico, pues dichos episodios pueden estar presentes en diferentes trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión, donde no existe un estímulo fóbico. Sin embargo, en las fobias el pánico es situacional y se puede llegar a sentir taquicardia, sudoración, mareo y un intenso deseo por escapar del objeto que le ocasiona la fobia.

Son muchos los casos que a lo largo de los 33 años de carrera del psicólogo, formado en Estados Unidos e Inglaterra, ha tenido que tratar. Entre los que le han significado un mayor desafío ha sido el de un caleño que vivía en Brasil y por temor a montar en avión prefería manejar entre 5 y 6 días para venir a vacaciones a Colombia.

También está el de una ejecutiva bancaria quien en su excursión de colegio a San Andrés a los 17 años sufrió de un ataque de pánico en el avión, lo que le impidió volar incluso a su luna de miel, la cual tuvo que vivirla en el lago Calima por no querer volar.

A los 32 años cuando obtuvo un trabajo en el que debía viajar constantemente por Colombia y Europa debió tratarse para superarlo. E igualmente, el caso de un señor que trabajaba en un edificio en el piso tercero y cuando lo trasladaron de oficina al piso séptimo, estaba decidido a renunciar por su temor a las alturas. Con el tratamiento pudo disfrutar más adelante su nueva oficina.

¿Por qué me pasa esto?

Hace 60 años se creía que la única forma de adquirir una fobia era por una experiencia traumática: “Si un perro me mordió le cogeré miedo a los perros, si soporté una turbulencia en un avión tendré miedo a volar de nuevo”. Pero eso no es siempre así. Esta causa representa un 40% de los casos.

El otro 60% lo adquiere por distintos mecanismos como por observación, o transmisión de información. Si por ejemplo, su mamá va al odontólogo y hace un escándalo evitando dejarse atender por el dentista, esa imagen puede quedar grabada en su cerebro e inconscientemente puede terminar imitándola. Por otro lado, también puede ser adquirida por información que nos suministren las personas o incluso la televisión: “mucho cuidado con las culebras, son peligrosas y si te muerden te puedes morir”.

En general, cuando una persona se enfrenta a su estímulo fóbico la tasa cardiaca tiende a aumentar causando taquicardia. Sin embargo, quienes tienen una seria fobia a la sangre su tasa cardiaca aumenta pero drásticamente se disminuye provocando una respuesta vasovagal que genera un desmayo.

Por otra parte, también existe un factor de vulnerabilidad a la ansiedad que hace que pueda desarrollar o no una fobia. Por ejemplo, a María la muerde un perro y debe ir a la clínica por ello.

A Laura se le acercan unos perros ladrándole, pero antes de que ocurra un accidente los dueños de los animales logran controlarlos. María, quien fue herida por el perro no desarrolla la fobia, pero Laura sí. Resulta que en el caso de María, su vida ha estado siempre rodeada de perros en su casa y se trata de una mujer valiente y relajada. Pero Laura es una chica ansiosa, tímida y nerviosa que nunca ha convivido con una mascota.

Tal es el caso de la azafata Ximena Suárez, sobreviviente del avión de Lamia donde viajaba el equipo brasilero del Chapecoense. La mujer, pese a sus limitaciones físicas ocasionadas por el accidente, sueña con recuperarse del todo y volver a retomar su trabajo como auxiliar de vuelo. Pese a la catástrofe, han sido más las experiencias positivas subida en un avión que por ello no desarrolló una fobia a volar.

¿Cómo superarlo?

Los tratamientos a seguir para superar una fobia consisten en la exposición gradual al estímulo fóbico construyendo una jerarquía de cosas temidas de menor a mayor. Por ejemplo, si tiene fobia hacia los perros, primero será expuesto al contacto de un cachorro, en otra ocasión con un perro pequeño, luego con uno mediano y al final con uno grande.

También hay que determinar si la persona además de presentar la fobia como tal, también siente temor a la sensaciones físicas que se desencadenan cuando está frente al objeto fóbico. Si eso es así, debe someterse también a una exposición a las sensaciones físicas temidas, denominada científicamente exposición interoceptiva. Es decir, si la persona siente miedo a ahogarse se le hará que hiperventile intencionalmente para que se familiarice con esta sensación y aprenda cómo manejarla. Si siente rechazo por la taquicardia, a la persona se le convencerá de trotar para que reconozca los latidos fuertes de su corazón. Si teme al mareo, dar vueltas sobre sí mismo lo ayudará a superar su miedo. Y si teme a la despersonalización o sensación de irrealidad, se expondrá a mirarse por varios minutos frente a un espejo.

Cuando no hay manera de enfrentarse físicamente al estímulo fóbico como es el temor a viajar en avión por miedo a sufrir un accidente, se hará con una exposición a través de la imaginación.

Y finalmente, con la fobia a la sangre, es probable que se le exponga a ver películas donde haya escenas sangrientas y se le enseñarán estrategias de tensión muscular para inhibir el descenso de la presión arterial para contrarrestar los desmayos.

Existen tratamientos como el aplicado por los psicólogos Thomas Ollendick y Lars Göran Ost para superar una fobia en una sesión de tres horas a partir de la exposición en vivo. Este tipo de terapia es exitosa solo en ciertas fobias como el temor a los animales y a la sangre.

Conferencia sobre fobias y pánico

El psicólogo clínico Luis Eduardo Peña dictará su conferencia ‘No permita que las fobias y el pánico destruyan su vida’ el próximo Martes 28 de Febrero, a las 6:30 PM, en la Sede Nacional Coomeva. Auditorio Uriel Estrada. Calle 13 No. 57-50. Informes: 554 8030– 311 308 8073. Entrada gratuita. Peña presentará los más importantes hallazgos científicos sobre su conceptualización y tratamiento, y su relación con los ataques de pánico.

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