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El bruxismo es una afectación más común de lo que se cree. Conozca cómo tratarlo y mejore su salud. | Foto: Foto: Fotolia

Estrés, entre las causas del bruxismo

Esta afección es una de las causas de dolores de cabeza tan fuertes como el de la migraña. Ortodoncia, uso de toxina botulínica y manejo psicológico, entre las soluciones.

24 de septiembre de 2017 Por: Harold Cortes, integrante del Semillero de Periodismo UAO- El País

Carlos Polanco, un caleño que labora como comunicador social y periodista en la Universidad Icesi, no recuerda con certeza en qué etapa de su vida comenzó a rechinar sus dientes cada noche. Lo cierto es que en algún momento de su juventud había adquirido el hábito de tensionar la mandíbula hasta que algunos de sus dientes se astillaron y sus muelas se partieron en pedazos.

Polanco, lejos de sufrir episodios de ira o similares, hacía parte del grupo de personas que padecen bruxismo, una patología incurable que actualmente constituye un grave problema de salud dental y que afecta a más del 20 % de la población mundial.

Este padecimiento puede provocar serias lesiones en los dientes. Además, es considerado como una de las causas de dolores de cabeza tan fuertes como el de la migraña, debido a la tensión constante que se genera en los músculos de la mandíbula.

A pesar de que se trata de una patología relativamente frecuente, algunos estudios han revelado que cerca de un 25 % de los afectados ignora que la padece y en muchas ocasiones son los propios compañeros de descanso nocturno los que dan la voz de aviso, alarmados por los extraños ruidos que el afectado realiza con los dientes mientras duerme.

Estrés, entre las principales causas

Aunque las causas que producen bruxismo son múltiples, como por ejemplo, la alineación inadecuada de los dientes, los malos hábitos alimenticios y los trastornos del sueño, el estrés es un común denominador entre los pacientes en consulta odontológica.

Según un artículo de la agencia de noticias Europa Press publicado en el 2016, la inestabilidad económica y el estrés laboral pueden aumentar los niveles de ansiedad, y por ende las probabilidades de padecer bruxismo.
“El bruxismo realmente me empezó a generar una molestia física a raíz de la muerte de mi papá”, comenta Polanco. “En las noches bruxaba demasiado fuerte y producto de ese ejercicio me lastimé una muela. En las noches no podía dormir. Fue una etapa de mucha tensión emocional”.
Patricia Lugo es una mujer que trabaja en una compañía en la que debe coordinar diversas actividades. “El nivel que manejo en la empresa, regional del sur occidente, es uno de los grandes retos que me producen estrés. Durante el día bruxo y no me doy cuenta. Me duele la quijada y las sienes. En la noche chasqueo mucho con los dientes. Ha sido difícil vivir con esto”.

Los síntomas con los que han tenido que lidiar durante tantos años Lugo y Polanco han cambiado por completo sus hábitos de vida. Entre ellos se encuentran la ansiedad, depresión, dolor en la parte posterior del oído, trastornos alimenticios, sensibilidad a los alimentos y bebidas calientes o frías, e incluso, insomnio.

Y es que, sumado al estrés, un estudio realizado por la Unversidad de Veracruzana, de México, en el 2013, a estudiantes de la misma universidad, resaltó que “en ocasiones la pérdida de los tejidos de sostén del diente, que interfiere en el aspecto fisiológico y estético del paciente, pueden ocasionarle irritabilidad y malestar general, que conlleva a alteraciones en su conducta y por consiguiente, conflictos emocionales que impactan en sus relaciones interpersonales”.

Es así como el acompañamiento psicológico para el manejo del estrés y la ansiedad se han consolidado como un pilar fundamental para el tratamiento de esta patología.

Este padecimiento también afecta a los niños y en estos casos puede ser por motivos de crecimiento, el cambio de dientes, o la presencia de parásitos.

¿El bruxismo produce migraña?

Quienes padecen bruxismo también deben enfrentarse a los fuertes dolores de cabeza que produce.

La doctora Yuri Takeuchi, neuróloga de la Fundación Valle del Lili, indica que “la contracción sostenida de los músculos de la mordida (maseteros y temporales) es muy dolorosa. Similar al producido por un calambre en las pantorrillas, y está relacionado con la isquemia (falta de irrigación sanguínea) de estos músculos”.

Por otra parte, el odontólogo Christian Salazar, especialista en cosmética dental y rehabilitación oral manifiesta que “la presión inconsciente que ejerce la persona en la mandíbula hace que los músculos de la zona no se relajen, contrayendo demasiado los músculos del cuello, desencadenando dolores severos, e incluso, migraña”.
Aunque el dolor de cabeza producido por el bruxismo es denominado por la doctora Takeuchi como dolor de cabeza tipo tensión o cefalea tipo tensión, se han encontrado casos de pacientes que con el paso de los años, y debido a otros factores, padecen migrañas.

Este es el caso de Nora Lugo, una mujer de 60 años que padece bruxismo desde hace 15 años. Ella comenta que “hay épocas en que la migraña es muy fuerte. Los síntomas se multiplican. Tanto que en ocasiones no resisto los olores o la luz del día”. Y aunque reconoce que nunca le han dicho en consultas médicas que la migraña está asociada con el bruxismo, ambos padecimientos han disminuido en su vida en la medida en que su nivel de estrés ha mermado.

El odontólogo Salazar aconseja que “en el caso de niños con bruxismo la recomendación es, primero, ir con el pediatra para descartar causas ajenas a la salud bucal y después remitirse al odontólogo para tratar la patología”.

¿Cómo tratar el bruxismo?

El odontólogo general Luis Eduardo de la Peña, especialista en estética dental y prótesis adhesiva, manifiesta que para un correcto tratamiento “inicialmente se debe buscar el origen del bruxismo, determinar si hay situaciones de estrés, ansiedad, trastornos musculares, mal posiciones dentales, para así buscar el tratamiento ideal, que podría ser inicialmente interconsulta con psicología para manejo de estrés y ansiedad”.

Uno de los procedimientos para tratar esta patología es el uso de la toxina botulínica en los músculos de mandíbula. “Esta sustancia ayuda a relajar dichos músculos y de esta manera minimizar los efectos que genera la contracción muscular generada por el bruxismo”, explica el odontólogo Salazar.

Otros tratamientos como la ortodoncia mejoran la relación de los dientes entre sí. También el uso de placas para disminuir el desgaste dental y la masticación constante pueden evitar la fricción entre los dientes.

Además, es aconsejable aprender técnicas antiestrés y de relajación en aquellos casos en que dicha afección tenga un origen psicológico y establecer sencillos hábitos que permitan dormir mejor, como ducharse antes de irse a la cama o evitar el café, el alcohol y la actividad física intensa antes de acostarse.

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