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El padre Alberto Linero estudió filosofía en el Seminario Regional Juan XXIII, de Barranquilla. Tiene un Diplomado en Teología y Magister en Comunicación Social de La U. Javeriana de Bogotá.

PERDON

El padre Linero explica los beneficios de perdonar

Conozca algunos de los grandes beneficios físicos, mentales y emocionales del perdón. Entender que el perdón no es un acto de cobardes es el primer paso.

25 de abril de 2017 Por: Elpais.com.co

El perdón consiste en un cambio deliberado en la actitud y en los sentimientos hacia una persona que de alguna u otra manera nos ha ofendido o dañado.

Al perdonar se produce una disminución del deseo de venganza y de las emociones negativas hacia el otro.

Perdonar no necesariamente implica reconciliarse con el ofensor ni tener sentimientos positivos hacia esa persona, sino más bien dejar ir los sentimientos negativos, dejar de recordar continuamente lo sucedido, dejar de desear vengarse y dejar atrás el pasado para centrarse en el presente.

“La práctica del perdón escapa en ocasiones a la lógica y eso es algo que podemos constatar mirándonos a nosotros mismos: parece mucho más sencillo comprender la naturaleza del perdón en situaciones en las que no nos vemos involucrados”, explica el padre Alberto Linero, quien recientemente lanzó su libro ‘Mi venganza es perdonarte’, y agrega que a medida que aumenta nuestra ofensa, disminuye nuestro razonamiento.

En el imaginario colectivo existen muchas ideas erróneas sobre el concepto de perdón, pues según los especialistas ni es una señal de debilidad, ni supone hacer justicia y tampoco requiere reconciliación. El perdón es un sentimiento interior que no traspasa la piel. Sin embargo, en muchas ocasiones nos cuesta perdonar ofensas por considerarlas demasiado graves.

“A veces, el perdón puede ser confundido como una forma de condonación, en la que se asimila lo que ha pasado sin tomar represalias. Pero el perdón es mucho más que eso. Perdonar implica desprenderse de lo que ha pasado”, explica Linero.

No hay que aferrarse al enojo

Aferrarse al enojo es uno de los sentimientos más pesados y perturbadores que un ser humano puede experimentar.

Como dijo Buda alguna vez, “aferrarse al enojo es como agarrar un carbón caliente con la intención de aventárselo a alguien más; el que sale herido eres tú”. Después de todo, guardar rencor causa más dolor psicológico a la persona que tiene ese dolor que a la persona que a quien la lastimó.

Es importante saber que el perdón no tiene que ser un acto verbal. No es solamente una formalidad, sino un estado mental. Perdonar está en cada uno de nosotros, y es un trabajo del espíritu. Para perdonar tenemos, primero que nada, que dejar ir; quizá una de las emociones y actitudes más difíciles que hay porque tiene que ver con el ego y con el orgullo. Pero una vez que se logre esto, el estado anímico mejorará y se podrá volver a sentir ligereza. Aquí algunos beneficios de perdonar a los demás.

Tipos de perdón

Los expertos señalan que hay varios tipos de perdón. Uno de ellos implica no ejercer ninguna revancha contra el agresor sino tratarlo con dignidad. Este elemento ha sido incorporado al perdón por expertos de la Universidad de Harvard quienes sostienen que es crucial en el proceso ver al agresor como una persona vulnerable, que a pesar de lo que hizo, tiene valor como ser humano.

Lo que se puede hacer para perdonar

Esta es una invitación para que se responda a usted mismo las siguientes preguntas y pueda vivir en la paz del perdón.

1. ¿Qué voy a hacer cuando lleguen la nostalgia, la melancolía
y la rabia? ¿Cómo quiero reaccionar en ese momento?

2. ¿Cómo manejo las emociones en momentos difíciles?

Sana el corazón y lo alimenta de amor

El perdón es bueno para el corazón. Un estudio sugiere que las personas que guardan rencor tienden a tener ritmos cardiacos más altos, mientras que aquellos que son más empáticos y capaces de perdonar tienden a tener ritmos más bajos. El perdón no se refiere sólo a las palabras.

"Es un proceso activo en el que se toma una decisión consciente de dejar ir los sentimientos negativos", explica el padre Alberto Linero. Al liberar la ira, el resentimiento y la hostilidad, empieza a sentir empatía, compasión y algunas veces afecto por la persona que fue injusta con usted.

Perdonar y no vivir con rencor extiende la vida

Aquellas personas que practican el perdón como parte de sus actos de todos los días, son más propensos a vivir por muchos años más que aquellos que solo lo hacen en circunstancias extraordinarias.

Esto se traduce en que al perdonar te volverás mucho más tolerante y esto, automáticamente alargará tu vida. “Hacer las paces con las personas que estuviste distanciado por un tiempo, hará que te sientas mejor contigo mismo y te perdones algunos pequeños errores que en el pasado cometiste”, asegura el sacerdote Alberto Linero.

Restaura y mejora la salud

El perdón restaura la salud porque la hostilidad y el resentimiento, emociones muy negativas para la salud, permanecen cuando no se perdona. “La salud mental se afecta a través de la continua vivencia de los hechos, es decir, de reproducir los pensamientos negativos y la rabia”, explican los expertos.

En un estudio en los Estados Unidos, se pidió a un grupo de participantes que pensaran sobre alguien que ha sufrido una ofensa grave mientras les medían la presión arterial, el ritmo cardiaco, la tensión muscular y otros signos fisiológicos. En los resultados se observó que cuando la gente recordaba el resentimiento, se incrementaban estos indicadores.

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