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¿Ser mamá, esposa y amante?, diez consejos clave para lograrlo

Que la desmedida entrega a sus hijos no haga tambalear su relación de pareja. Diez consejos prácticos para que las mamás de hoy disfruten a sus retoños sin descuidar su vida conyugal.

8 de mayo de 2016 Por: Meryt Montiel | Editora de Domingo.

Que la desmedida entrega a sus hijos no haga tambalear su relación de pareja. Diez consejos prácticos para que las mamás de hoy disfruten a sus retoños sin descuidar su vida conyugal.

Después de la infidelidad, una de las más fuertes razones para que se fracture una relación de pareja es el hecho de que una mujer asuma su papel de madre al ciento por ciento y se olvide de su rol de esposa-amante.

De acuerdo con varios de los especialistas consultados por El País, “eso es pan de cada día”; “es el común denominador de las parejas que tienen hijos y vienen a consulta”. 

Los hijos cambian la rutina de la relación. Y llegan las quejas: ya no hay tiempo para salir, para divertirse,   no hay espacios para vivirlos en pareja y los cónyuges empiezan a distanciarse emocional y sexualmente.

En muchas ocasiones la mujer, en grado superlativo, se entrega tanto a los hijos, que olvida que tiene al lado a un hombre que también tiene necesidades afectivas. 

¿Cómo evitar o remediar esta situación? El País con la ayuda de expertos les brinda estos consejos a las mamás de hoy:

1. Elimine virus mentales.   Las mujeres deben borrar de sus cabezas falsas creencias  como  que después de ser madres no pueden volver a tener una sexualidad rica y gozosa. O  que la maternidad implica que baje el deseo sexual.   2. Sí al sexo durante el embarazo.Excepto que haya un embarazo de alto riesgo o una recomendación médica, no hay  por qué abstenerse de tener  relaciones sexuales.    Se ha encontrado que las mujeres psicológicamente más maduras, equilibradas y estables emocionalmente se adaptan mejor a su nueva condición fisiológica y pueden mantener durante el embarazo una misma calidad y frecuencia en las relaciones sexuales, siempre y cuando estas ocurran de acuerdo con sus expectativas y no resulten agresivas o incómodas.  Las mujeres que reaccionan negativamente al contacto sexual en ese periodo pueden estar reaccionando a alteraciones físicas e incomodidad que deben ser habladas en pareja y se debe buscar ayuda del personal de salud  para aclarar las dudas. Se ha evidenciado que el embarazo permite una expresión positiva de la sexualidad debido a que la pareja se siente libre del temor al embarazo. Además, los cambios hormonales en la mujer pueden incrementar el deseo sexual y así una mayor espontaneidad y por tanto encuentros sexuales más gratificantes. Para la embarazada será importante conservar su capacidad erótica y orgásmica. La primera, contribuye a mejorar su autoestima y la armonía conyugal, y la segunda, ayuda a mantener la elasticidad y la flexibilidad de los músculos pélvicos,  necesarias para el parto.    3. Temor a un nuevo embarazo.Muchas mujeres pierden interés por el sexo después de tener a su bebé por el temor a otro embarazo y debido a que su organismo queda cansado y están mentalmente agotadas, dejando al esposo la abstinencia obligada que es contraproducente. ¡Pilas! Consulten en pareja al médico para que decidan qué método de planificación les conviene. 4. Hablen temas de pareja.Que las gracias y adelantos del bebé, o las notas y el comportamiento de sus hijos en el colegio no sean el único tema de conversación de usted con su pareja. Esto termina generando relaciones monotemáticas que deterioran las fuentes de la pasión.  No olvide que los hijos crecen y se marchan y la pareja queda. Por ello, la prioridad debe ser la relación de pareja, y la crianza de los hijos, una tarea en pareja. Muchos cónyuges piensan que la sexualidad es un tema del que no se debe hablar, pero esto es fundamental. ¿Este tema ha estado en su agenda? Le ha preguntado a él: ¿Qué te parece lo más atractivo de mí? ¿Qué es lo que más te gusta que te haga? ¿Han planeado espacios para estar juntos?     5. Concilie sus roles de madre y amante. No exagere. No llegue al punto de estar tan embelesada con su bebé o tan ocupada con las tareas escolares de su hijo que se olvida de que su esposo existe y tiene necesidades afectivas.  Distribuya  tiempos para cada uno de sus amados.  La mayoría de mujeres asumen su rol de madres y piensan que no es congruente dedicarle tiempo al marido, como si fuera una pérdida de tiempo estar con su esposo. Ellas deben entender que la base de la familia y la satisfacción del hombre y de la mujer se da a través de la unión, de ese vínculo sexual y afectivo con la pareja. Una queja permanente de ellos es que se sienten desplazados por los hijos. Como si la mujer no pudiera conciliar el ser madre y ser esposa-amante.  Por eso las mujeres deben encontrar la manera de integrar ambos roles. Cuando una esposa se vuelve madre al ciento por ciento y relega a su marido, el dolor que siente el hombre es muy fuerte, porque cree que dejó de ser deseado por su mujer. Que él busque atención por fuera del hogar es el riesgo más grande. Comprenda que la sexualidad no es solo un tema de placer.  El hombre necesita también sentirse deseado, reconocido, valorado.       6. No convierta al bebé en un obstáculo. Hay razones psicológicas que indican una necesidad familiar de tener al recién nacido cerca: los padres lo sienten frágil y quieren asegurarse de que esté respirando. Tener la cuna del bebé en la alcoba matrimonial le permite a la madre atenderlo más fácilmente y si no hay una condición de salud especial en el chiquillo, se recomienda que se tenga su cuna allí hasta los tres meses. Está contraindicado que los padres duerman con los recién nacidos en la misma cama, por salud del bebé y seguridad, ya que hay casos de niños que  han muerto asfixiados cuando los padres duermen profundamente.   Prolongar la estadía del bebé en el cuarto de los padres afecta la relación de pareja. Para los bebés, sus padres son fuente de seguridad, por eso al pasarlo a otro cuarto es importante buscar un objeto como un peluche o una manta impregnado con el olor de los padres para que les sirva de objeto transicional y le brinde tranquilidad por la noche.   7. Imponga límites. La aceptación del niño en la cama matrimonial (cuando están ya más creciditos: 2 a 7 años) debe ser un acuerdo de la pareja y bajo normas.   Porque si el menor permanece todo el tiempo en la cama de los padres resulta separándolos. Algunas parejas aceptan al niño  en su cama todo el tiempo como pretexto porque ya no se están disfrutando como pareja. Si se convierte en un tema cotidiano que el niño irrumpa en la vida de la pareja, los padres deben poner límites, ya que los cónyuges deben cuidar su intimidad. Y eso implica educar a los chiquitos a que respeten que  hay espacios y tiempos en los que, así quieran ellos, no pueden irrumpir,  no pueden entrar.  Eso puede generar frustraciones en algunos niños, pero estas son necesarias en la vida. No cedan ante el llanto, gritos, pataletas o golpes en la puerta de su alcoba porque pierden como padres, como pareja y como familia.   8. No descuide su apariencia personal. No se avergüence por las transformaciones que ha tenido su cuerpo a raíz del embarazo, esto no le permite sentirse atractiva y deseable y hace que frene el disfrute en la intimidad.  Muchos hombres se quejan de esta situación y darían lo que fuera porque su pareja se sintiera segura e, incluso, se enorgulleciera de los cambios que ha experimentado su cuerpo para dar vida.  Sin embargo,  no hay que negar que con la llegada y crianza de los hijos algunas mujeres descuidan su arreglo personal. Es importante prestar atención a este aspecto para seguir generando atracción en la pareja.Pero no se compare con las chicas sexys  de calendario o de portadas de revistas (muchas de las cuales son producto de trucos en el computador).  Siéntase sexy teniendo el cuerpo que tiene, derrochando alegría, sensualidad y sintiéndose plena como madre, esposa y amante. No tenga  temor a expresar su sensualidad: una mujer que siente, que se apasiona, que se excita es el mejor afrodisiaco para su marido.   9. Déjese ayudar. Es conveniente pensar, ocasionalmente, en dejar al cuidado de una persona de confianza al niño (tías, abuelos o empleada) y así no perder oportunidades valiosas en la vida de pareja.   10. Organícese. En la medida en que  usted y su cónyuge  mantengan una dinámica de mutua participación hacia los trabajos operativos de la casa y cuidados del bebé o de los niños, se disminuyen los sentimientos negativos como sentirse desplazado  o desplazada por la llegada y crianza de los hijos. 
Fuentes: John Palacios, médico, magister en salud pública; María Liliana Álvarez Lamir, psicóloga, especialsita en sistemas humanos, consultora tallerista, adscrita a Colsanitas y a la Vicaría para la Familia y la Cultura de Cali; psicóloga y terapeuta de familia Olga Lucía Mogollón; psicólogos y terapaeutas de pareja Ana Cristina Mallarino y Carlos Alberto Segura.

 

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