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Se confiesa Eva Rey, la periodista española que hace sonrojar a sus entrevistados

Eva Rey, la periodista española de NTN24 y Noticias RCN, y quien hace equipo con Alejandra Azcárate en ‘Descárate sin evadir’ habló sin pudor de su historia en Colombia.

19 de abril de 2015 Por: Isabel Pelaéz | El País.

Eva Rey, la periodista española de NTN24 y Noticias RCN, y quien hace equipo con Alejandra Azcárate en ‘Descárate sin evadir’ habló sin pudor de su historia en Colombia.

[[nid:413667;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2015/04/eva_rey_la_periodista_espanola_.jpg;left;{Eva Rey, periodista española. Especial para El País.}]]A Eva Rey  en la calle algunas  señoras  la  llaman “mal educada” por su desparpajo en radio y en televisión, y ella les responde: “Gracias, muy amable y chao”. Y aunque a esta periodista le encantaría medir 1,80 metros como Elle Macpherson  y pesar 49 kilos, su tentación es comer y no piensa privarse del gusto.  No se cree el cuento de sexy, dice que desnuda pierde mucho porque es la típica española “sintética y meticulosa, sin nada por delante ni por detrás”. Y no  compra la fama de ‘devoradora de hombres’, “ladro más de lo que como”, dice. Desde marzo  presenta junto a  Alejandra Azcárate el programa de Teleset para RCN TV, ‘Descárate sin evadir’, los domingos, a las 8:00 p.m.  Entre sus víctimas han estado:  Horacio Serpa, Endry Cardeño y Carolina Sabino. Julio Sánchez Cristo, a quien conoció en Madrid, le buscó la lengua en los temas picantes, esos de los que ella habla con desparpajo mientras la audiencia se sonroja por ella. Yamid Amat la contrató para el Noticiero CM&, al día siguiente de su prueba en cámara. Vicky Dávila la metió en el día a día de la radio y Claudia Gurisatti le dijo: “Vas a hacer tele y  a cubrir  el terremoto de Haití,  así vengas de entretenimiento”. Eva, sin líos, cubre la Cumbre de las Américas, entrevista al expresidente  Álvaro Uribe o consigue que el exalcalde de Bogotá Antanas Mockus pase ‘el oso’  de montar  en bicicleta en el set de un programa ‘light’. ¿Qué la haría volver a España?No, colega, solo volvería a España si mis padres se enfermaran y me tocara ir a cuidarlos. Una tragedia familiar me haría volver, por lo demás, nada. ¿Qué es lo que más le  gusta del país?Todo. Me he acoplado muy bien a vosotros, hemos congeniado. Me gusta todo, saber que  voy por carretera y en una hora me planto en otro sitio y otro clima. Tenéis mar, tenéis cordillera, nos gusta  sentarnos alrededor  de una mesa a disfrutar de un buen vino y comer y hablar mierda, rumbear.  ¡Joder! Los mejores ocho años de mi vida han transcurrido aquí y mis mejores amigos están aquí. ¡Estoy feliz! ¿Qué tema evade?En esta vida  no debe haber temas tabú, hay que hablar de todo dentro del respeto, nos guste o nos incomode.   No trato en público mi vida personal, porque   tampoco tengo nada que contar, guapa. Me da  pena hablar de mí. ¿Quién la intimida?Personajes que tienen una cultura y una inteligencia que va más allá. A uno dentro de su incultura y su educación,  le da miedo meter la pata o que lo dejen en ridículo. Estar a la altura del expresidente Uribe no es sencillo, es un tipo que maneja muchos datos  y tiene  buena memoria, si la embarro renuncio. Es de las entrevistas que con más respeto  y miedo hice. Aunque lo aprecio muchísimo.  Y  una vez le tocó volver a entrevistarlo, por una falla técnica, ¿no?Sí. Empezaba en La W con Julio Sánchez y Uribe viajaba a la China y hacía escala en  Madrid, me colé  en la sala del aeropuerto donde él estaba,  pero encendí la grabadora y me di cuenta que no había disco, la hice por temor a que me regañara, pero le mentí que  había un problema técnico en  los estudios de Madrid, que  me diera otra entrevista o Julio   me despediría. Y me la dio. ¿En qué situaciones, por   ser una figura pública, tiene corona en el país?No he sentido que tenga corona, hago cola como los demás. Lo  de salir en tele no me ha servido de mucho, me sirve es por los personajes, tengo facilidad al llamar a un expresidente o a un ministro  y que me pasen. ¿Pero consigue fácil chivas políticas?¿Sabes que no? Muchos amigos  me cuentan cosas  ‘off the record’  y dejo que otro periodista dé la chiva, respeto que cuando me cuentas algo como amigo es como amigo. Me  he comido chivas. ¿Qué piensa de las críticas a su estilo?Que hablen mal de uno  afecta, por más que uno diga “paso”. A las críticas les paro bolas, pero no puedo dejar de ser yo. Tampoco creer que porque me digan que soy maravillosa, lo soy. ¿Cómo hace para que el abogado Abelardo de la Espriella le responda preguntas  picantes?Soy una tía relajada que da buen rollo,  se sienten   como con una amiga  tomándose un whisky. No se trata de intimidarlos ni de sacarles frases fuera de contexto. ¿Los colombianos son más enredadores que los españoles?Sí, los  españoles son más secos, los colombianos lo enredan a uno con  labia, yo me  dejo enredar  feliz. Qué lección  le dejó estar casada con un colombiano y ser novia de un caleño...Que  cuando  se acaba una relación dentro del respeto se puede  ser amiga de los ex, lo soy de mi exmarido y de mi última pareja con la que viví  siete años. ¿Qué diferencias y semejanzas ve entre  colombianos y españoles?El colombiano es   enredador, el español directo.   El colombiano tiene un  doble sentido que me gusta. Nada mejor que tomarse un whisky  con un colombiano  y oírle los cuentos y  bailar, lo cual  para mí no es buen punto (no sabe bailar), pero dicen que el que baila bien se desempeña bien, y con los colombianos, en ese sentido,  a mí me ha ido bien.  ¿Debido a sus  preguntas picantes, algún entrevistado se ha propasado?Tienen claro que perro ladrador es poco mordedor. No me ha pasado que después haya  una propuesta indecente, no sé  si eso habla bien de mí o no, de pronto soy cero atractiva y nadie quiere conmigo. ¿Es verdad que le ofrecen  cirugías plásticas y las evade?Cuando llegué a Colombia me llamaban los cirujanos a decirme que me pusiera tetas, en España no es común,  me hicieron sentir súper fea y gorda. Pero  lo que ves es lo que hay y no necesito operarme, de pronto sí, pero no lo haré. ¿Qué le encanta de las minifaldas?Siempre me han gustado y como ya me estoy haciendo viejita, me toca aprovechar mientras me las pueda poner. No tengo trasera ni delantera, me toca mostrar piernas, ¡qué hacemos! ¿Cómo es el Adán de Eva?Tranquilo, que me haga reír,  cero ‘wanna be’, que no presuma de nada, que sea lo que es. Todos mentimos,  pero si tiene  un 70 %  de honestidad se la compro. Debe ser seguro de sí  y saber que la mitad de lo que hablo no es realidad. ¿A qué tipo de hombre evade?Al prepotente, que me cuenta sus hazañas el primer día.     ¿Qué piensa de la maternidad?Paso, ya tengo los  años que tengo (37) y nunca he querido ser madre. ¿Se volvería a casar?Uno no necesita casarse para estar en una relación comprometida, no creo que me vuelva a casar.  Pero de repente aparece el hombre que me hace cambiar de opinión. Eva Rey, en sus palabras

[[nid:413673;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2015/04/ep00949480.jpg;left;{}]]“Si me gusta un hombre me vuelvo más tímida y no hablo.  Después de tres whiskitos se me va la timidez y si el tipo me gusta y no me para bolas, ataco. No me cuesta ser la que dé el primer beso. Pero al principio me coarto”.

“Nací en San Sebastián, una ciudad pequeña al norte de España, en la frontera con Francia. Con mar, buena comida y rumba. Mis padres, Pilar y Manuel, son a los que llamo cuando tengo un problema o si   estoy feliz. Aún me  regañan. Casi todos los días los llamo”. “Estudié periodismo en España e inglés en Londres,  mientras trabajaba de camarera. Me dieron el contacto de Julio Sánchez, le envié un email y me contestó a los 10 minutos: “Nos vemos en España”, me fui como corresponsal de La W a Londres. Y a los seis meses,  a Madrid”. “Tengo mis días en que soy más dicharachera, días en que me da pereza hablar, días en que me bromean y me las tomo bien, días en que me las tomo mal. Son estados que dependen más de cómo me levanto y no de mi signo. No  tengo la bipolaridad del Géminis”.  “Eso del carácter fuerte de Alejandra Azcárate  lo decís vosotros, es una tía muy sensible. Aprecia que le digas las cosas de frente. Ella lo dice, que tiene un tono de voz muy fuerte y la forma de expresarse es un personaje que ha creado. Pero como amiga es muy diferente a lo que provoca en TV”.  “No me he sentido discriminada por ser española. Me tratan mejor por serlo”. “Tips de conquista  para los hombres: Ser divertido. Llevarse bien con mis amigas. Ser detallista, no  intenso. Y  tener experiencia en ciertas áreas”.  “No usaría lycras tía,  porque no voy al gimnasio. Y vestida medio aguanto pero en pelotillas pierdo bastante”. “En España hay un dicho: ‘Teta que mano no cubre no es teta sino ubre’. Y las mías son pequeñitas”. “Cuando un hombre se acuesta con una mujer diferente una noche, dos, tres, es un macho, mientras que nosotras somos unas putas. No me parece. El sexo se debe tener cuando a uno le apetece. Obviamente el sexo con amor es mucho más rico, pero quién quita que a uno le apetezca una noche y se pague el gusto al cuerpo y punto. No pasó nada”. “Las demás mujeres me miran como diciendo ‘esta niña de qué pino se cayó’, luego se tranquilizan y me ven como soy”. “Por la minifalda me lanzan muchos piropos y alguna mirada desagradable”. “¿Que si tengo novio? Yo estoy bien, estoy tranquila, dedicándome a trabajar y tratando de disfrutar la vida”. “España ya no discrimina a los colombianos”. “Cuando estudiaba en Londres estuve casada con un colombiano (bumangués) y ya había venido antes al país. Y con Julio Sánchez Cristo conocí más de Colombia a través de las reuniones que teníamos con ministros y gerentes”. “Me han servido mucho las Eses y las Zetas, porque aquí  hace gracia mi acento. Soy de las primeras extranjeras que tocó la puerta y las minifaldas también me han servido”. “’Levantando polvo’, mi libro, fue una propuesta del Círculo de Lectores, y lo acepté porque en la vida hay que probar de todo. No le agregaría ni un capítulo. Dije lo que quería decir en cuanto a cómo una mujer del Siglo XXI ve las relaciones. No necesitamos que nos levanten, nosotras podemos solas, todo en tono de humor”. “No tendría hijos pequeños, pero no  me importa adoptar uno de 30”.

 

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