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¿Por qué El Exorcista sigue aterrando al mundo?

El clásico del cine misterioso vuelve a estar de moda, por cuenta de la muerte de su creador y el estreno de un documental. Una mirada a sus secretos.

22 de enero de 2017 Por: Redacción El País

Justamente un temible viernes 13,  de enero pasado, murió a los 89 años, en Bethesda (a las afueras de Washington), William Peter Blatty, autor de una de obras más terroríficas de todos los tiempos, ‘El exorcista’, y del guion de la película homónima que traería su propia carga de maldiciones. 

No murió Blatty en extrañas circunstancias, como muchos de los actores del filme, sino por causa de un mieloma múltiple, un cáncer de la médula ósea. El único fantasma que lo acosó fue el del  Óscar, pues la producción estuvo nominada a 10 premios y solo obtuvo dos, uno a mejor sonido y otro a guion adaptado. 

Su respuesta a la prensa en aquella ocasión fue: “La Academia de Hollywood debería recoger sus bártulos y dedicarse a hacer pasteles de manzana o lo que sea que puedan hacer bien”.

Lo que exorcizó sus demonios fue  el recaudo  a nivel mundial del filme dirigido por William Friedkin (más de US$ 400 millones) y que fuera la película de  clasificación R con mayor éxito en taquilla en esa época. Y eso que él aseguró a The Huffington Post  que su intención nunca fue asustar a la gente pues la consideraba  “una historia sobrenatural de detectives”.

Blatty escribió también el guion de ‘El exorcista III’ y su fama creció desde entonces hasta hace poco. El año pasado una nueva adaptación de su obra llegó a la televisión de la mano de Fox, que reinventó  el clásico en una serie de terror en  forma de thriller que sigue a dos hombres muy diferentes que intentan poner fin a la posesión demoníaca que está atormentando a una familia. La historia presenta una interesante vuelta de tuerca sin que se pierda la identidad del original.

También Netflix  presenta el documental ‘Hostage to the Devil’,  en el que se descubre una nueva   revelación sobre la muerte del sacerdote irlandés Malaquías Martin,  que inspiró la película ‘El exorcista’, de 1973.

Quería mejorar los filmes de terror

Blatty fue criado desde niño en la fe católica por una madre muy religiosa   y abandonado por su padre cuando él tenía 3 años de edad. Trabajó en los años 50 como vendedor de aspiradoras a domicilio y conductor de camiones, hizo carrera en psicología en el Ejército, pero pudo más su gusto literario. 

Participó en el show de televisión ‘Apueste su vida’, de Groucho Marx, para ganar dinero que le permitiera trabajar de  tiempo completo y empezó en los años 70  como autor apócrifo de Abigail Van Buren / Pauline Philips y de su  autobiografía ‘Wich Way to Mecca, Jack?’, sobre una vida a la que aún le esperaba el éxito. 

Su agente lo convenció de escribir algo más comercial. Blatty recordó sus años de estudiante de literatura  en la universidad jesuita de Georgetown,  donde leyó una noticia en The Washington Post sobre una posesión  satánica que ocurrió en agosto de 1949 y que lo impactó: “Un sacerdote (Bowdern) libra a un joven de las garras del demonio”.

Pensaba que podía mejorar las películas de terror satánico del momento, como ‘La semilla del diablo’ (1968),  película de Roman Polanski, cuyo final no terminaba por convencerlo. Para él lo que producía miedo era algo que hiciera tambalear su fe, no que naciera un niño con cuernos. Tras  investigar  los hechos reales y cambiar (por petición del padre Bowdern) la   identidad del protagonista por la de una niña, escribió ‘El exorcista’, novela que vendió 13 millones de copias.

El caso real

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‘El exorcista’ se basó en el caso real de posesión satánica que  afectó a un adolescente de 14 años en  Missouri, en 1949.  El adolescente, a quien la Iglesia Católica le dio el seudónimo de Roland Doe para proteger su identidad, era hijo único de una familia de origen alemán y de creencias lutero-cristianas.

Los extraños sucesos comenzaron en casa de Roland en enero de 1949 cuando, en el cuarto de su abuela, un cuadro en el que se representaba a  Jesús apareció torcido y se movía como si alguien golpeara la pared tras él. Al enderezarlo, se siguió escuchando el chirrido de los arañazos tras la pared que  continuaron oyéndose por 11 días y se detuvieron el día en que  murió Harriet, una tía espiritista de Roland que le había enseñado a manejar la Ouija. 

Cuando la mujer falleció, el joven intentó contactarla a través de ese objeto. Se volvió hosco y reservado y  tenía pesadillas en  las que parecía hablar con alguien. 

El caso llegó a oídos de un reverendo local quien advirtió en el joven arañazos en forma de letras, como si alguien los hubiera trazado desde dentro con un cuchillo. Sospechando que un poder maligno había invadido el cuerpo de Roland, el religioso contactó al sacerdote Albert Hughes, a quien  Roland le dijo con    voz  cavernosa y en latín: “Oh, sacerdote de Cristo, sabes que soy un demonio. ¿Por qué me molestas?”.

Hughes pidió autorización al Arzobispado de Washington para practicar un exorcismo e internó a  Roland en  el Georgetown Hospital. Al entrar él,  Roland despertó violentamente y con voz tétrica  le ordenó quitarse la cruz que llevaba oculta y profirió juramentos en lengua semítica y aramea mientras en su pecho aparecían nuevos arañazos.

Después de que el padre Hughes dijera la frase “Mas líbranos del mal”, Roland se desató y arrancó una pieza metálica  con la que le hizo una herida grave en el brazo  del sacerdote. 

La familia de Roland lo trasladó a casa de unos familiares en Saint Louis, Missouri.  El padre William S. Bowdern lo visitó el 16 de marzo de 1949 y comenzó  el exorcismo y a medida que este avanzaba  Roland  gritaba con  voz ronca, reía, insultaba a los sacerdotes y maldecía al oír las plegarias o el nombre de Jesús.

El joven ingresó  al hospital de los Hermanos de los Pobres de Saint Louis a una habitación con  una estatua del arcángel San Miguel venciendo al dragón y fue luego de las letanías del padre Bowdern que, a los pocos minutos, y después de varias contorsiones, él mismo dijo a los presentes: “Se ha ido”. 

La  habitación fue clausurada. En un cajón con llave permaneció el diario escrito por el padre Bishop,  que solo fue dado a conocer en 1978.

Cuentan que tras la pesadilla, Roland tuvo una vida  normal, se casó, fue padre de dos hijos, ejerció un empleo gubernamental y se radicó en  Maryland. Y siempre se negó a relatar o lucrarse  con su increíble historia.

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Amenazas, accidentes  y muertes extrañas

Mary Ure

El 2 de abril de 1975, un año después de estrenarse ‘El exorcista’ en cines, se hizo una adaptación en  teatro que tampoco estuvo exenta de sucesos extraños. 

Mary Ure,   la actriz que interpretó a la  niña poseída, recibió múltiples ovaciones.  Al día siguiente la encontraron muerta en su habitación, con los brazos en cruz y rodeada de vómito.   La autopsia determinó como causa de su muerte  una mala combinación de tranquilizantes y whisky.

Linda Blair Linda Blair, actriz que dio vida a la niña poseída (Regan),  luego de ser seleccionada entre 600 jóvenes de todo Estados Unidos, recibió fuertes amenazas de muerte  al estrenar la película. Warner Bros tuvo que tomar medidas protegiéndola con   dos guardaespaldas durante seis meses después del estreno.Debido a la dureza de las imágenes, no se permitió que la actriz   viera la película hasta su mayoría de edad. Se dice que  Blair sufrió trauma psicológico. Incendio La producción de ‘El exorcista’ duró cerca de un año (224 días, cuando tenían previsto acabarla en 85 días), porque murieron nueve personas relacionadas con esta.  El estudio de la Warner se incendió tres veces de manera misteriosa.  Murieron un trabajador y un guarda de seguridad  en el set que era el dormitorio de Regan (el frigorífico). Otros dos fallecidos en extrañas circunstancias fueron los  actores  Jack MacGowran y Vasilik Maliaros. Tras el incidente, el equipo humano solicitó que un sacerdote, Thomas V. Bermingham, fuera a  bendecir el lugar de trabajo para poder continuar el rodaje. Ellen Burstyn  

La actriz, quien interpretaba a la madre de Regan MacNeil, la niña de 12 años  poseída por un demonio,  tuvo un accidente en el  rodaje. En la escena donde su hija poseída la lanza lejos contra el suelo, el arnés que la sostenía se soltó haciendo  que sufrierá una estrepitosa caída, lastimando su coxis (lesión que aún padece). Su  grito de dolor  fue tan fuerte que  fue  incluido en la cinta.

Por otra parte, el actor Paul Bateson, quien aparece en la cinta como técnico en rayos-x, fue condenado en 1979 por asesinar al crítico de cine Addison Verril.

Jason Miller y su hijo El hijo de Jason Miller (quien interpreta al padre Karras, el exorcista) murió  atropellado y decapitado por una moto.  El propio Jason sufrió un ataque al corazón, que le causó la muerte justo el mismo día del reestreno de  ‘El exorcista’.  Todos los actores, durante el rodaje, perdieron a un ser querido. El primer día murió el abuelo de Linda Blair. Murió el hermano de Max Von Sydow (sacerdote);   el regidor de la  película (quien lleva la claqueta) perdió a su hijo recién nacido, por lo que creció la leyenda negra de la maldición de la película. Jack McGowran 

Falleció en circunstancias no esclarecidas  apenas terminó de grabar su muerte en la película el actor Jack McGowran, quien interpretaba a Burke Dennings y en la película era asesinado a manos del demonio.  En la vida real falleció por una extraña “gripe”.  Cada día de  filmación, muchos  actores acudían a la Iglesia para buscar ayuda espiritual, asustados por los fenómenos que sucedían en el set, la casa donde vivió el protagonista del caso real. Para quienes participaron en el filme, otra  maldición fue no obtener el Óscar a Mejor Película.

 

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