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Perfil: El Caballero Gaucho, la leyenda de la música popular colombiana

Luis Ángel Ramírez , El Caballero Gaucho, quien llegó a ser llamado el ‘Gardel criollo’, era una leyenda viviente de la música popular. El País recuerda al cantante con este perfil.

10 de agosto de 2013 Por: Hernando Hurtado | especial para Q'hubo

Luis Ángel Ramírez , El Caballero Gaucho, quien llegó a ser llamado el ‘Gardel criollo’, era una leyenda viviente de la música popular. El País recuerda al cantante con este perfil.

Muchos hemos oído sus canciones cargadas de un inmenso sentimiento popular. Una de las preferidas es ‘Viejo farol’: “… como alumbraba el farol/ aquella noche en que te vi por vez primera/, eran sus ojos un sol/, en su sonrisa florecía la primavera…”. De este estilo eran las canciones de Luis Ángel Ramírez Saldarriaga. Este nombre tal vez no dice nada, pero si aclaramos que es el famosísimo cantante colombiano ‘El Caballero Gaucho’, el mismo que llegó a ser llamado el ‘Gardel criollo’, la cosa cambia.Su vena artística se la debía a sus padres Pedro Antonio y Carmen Emilia, ebanista y ama de casa, respectivamente, quienes conformaron un dueto musical, de modo que Luis Ángel creció entre madera fina tallada, notas armónicas y entonaciones. Su papá le enseñó el arte de la ebanistería la cual desarrolló siendo un joven en su ciudad de origen. Ramírez Saldarriaga nació en Pereira, la querendona, trasnochadora y morena, el 10 de junio de 1917. Desde muy joven vivió en Ansermanuevo, luego sus padres se trasladaron de nuevo hasta la capital risaraldense, por eso su vida transcurrió entre estas dos ciudades.Fue reconocido por la crítica como un verdadero ícono de la música popular. Por más de 60 años, al son de un buen aguardiente, sus seguidores han acompañado sus penas e ilusiones y han despertado esperanzas como lenitivo a sus amores destruidos. Este ‘caballero’ es considerado el ídolo del pueblo, él mismo que lo ha acogido como uno de sus artistas preferidos. El autodidactaEn su hogar no veía más que guitarras y tiples y no oía otra cosa que canciones. Por eso se puede decir que su formación empezó desde su entorno familiar. Empírico o autodidacta, Luis Ángel Ramírez siguió la costumbre para salir adelante. Él solo, sin más instrucción, se dedicó a escuchar a sus intérpretes preferidos. Así aprendió de ellos y formó su propia personalidad musical. De joven, y durante la recolección de granos de café, cargando una canasta llena de los frutos y un pequeño radio que lo acompañaba, escuchaba las canciones que imitaba. Fueron muchas horas de ensayo, cantando con toda libertad entre los cafetales y al aire libre.El inicioA temprana edad se aficionó por la música, gracias a que sus padres lo impulsaban en un ambiente artístico de canto, acompañados de tiples y guitarras por amigos y vecinos.En aquellas veladas y tertulias, Luis Ángel mostró sus dotes de cantante. ‘El Caballero Gaucho’, con vehemente inquietud artística y musical, se apareció en un programa de cantantes principiantes con hambre de fama en una emisora del Quindío. Ese estreno en público no fue el esperado. “Siga cogiendo café, le dijeron”, pero él perseveró en su propósito de ser un cantante reconocido. Pronto se convirtió en un autodidacta y aprendió a tocar el tiple. Una vez completó el aprendizaje, volvió por la revancha a la radiodifusora y logró alcanzar el primer puesto.La esencia de un hombreLuis Ángel Ramírez fue un hombre del campo, trabajador y montañero, apegado a su familia, a sus nietos y especialmente a su esposa que le hace honor a su nombre: Esperanza. Ella era su gran soporte en los años en los que el artista decidió refugiarse en los cuarteles de invierno, divagando entre hermosos recuerdos que le traen a la memoria las carátulas de sus discos y trofeos. Fue ganador de premios (entre ellos discos de oro y platino) y recibió inmensos honores ganados con el vibrar de sus cuerdas vocales.

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