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Opinión: Conoce tu cuerpo

Por décadas, la industria farmacéutica se ha concentrado en solucionar problemas de la disfunción sexual masculina. Por eso es muy favorable que hoy esté proponiendo productos que coadyuven a la mujer a tener una vida sexual que la satisfaga.

10 de abril de 2016 Por: Por Ana Mallarino, psicóloga, sexóloga, terapeuta de pareja.

Por décadas, la industria farmacéutica se ha concentrado en solucionar problemas de la disfunción sexual masculina. Por eso es muy favorable que hoy esté proponiendo productos que coadyuven a la mujer a tener una vida sexual que la satisfaga.

Por décadas, la industria farmacéutica se ha concentrado en solucionar problemas de la disfunción sexual masculina  como la eyaculación precoz  o varios tipos de disfunciones y muy poco se ha enfocado en los de ellas. Por eso es muy favorable que hoy esté proponiendo productos que coadyuven  a la mujer a tener una  vida sexual que la satisfaga. 

Un potenciador sexual femenino como el desarrollado en Cali a base de la planta de marihuana puede funcionar, porque, precisamente,  el cannabis es un estimulante y si se aplica directamente en una zona tan sensible como la vagina, que está llena de terminales nerviosas, lo absorbe el organismo. Y lo más probable es que pase lo que algunas usuarias han descrito: mejoran la lubricación y por consiguiente, dejan de sentir dolor al momento de la penetración (dispareunia). Además, al estar tan estimuladas van a alcanzar más fácilmente el orgasmo.

Sin embargo, es necesario recordar que el principal órgano sexual es el cerebro y el empoderamiento sexual de una mujer no lo da un producto como tal, que sí, puede ser un coadyuvante, pero no es la solución a la totalidad de sus problemas. 

El empoderamiento sexual de las mujeres empieza desde la educación, que en nuestra cultura nos formemos en sexualidad, que nos eduquemos para disfrutar de nuestro cuerpo con o sin pareja. 

Porque, por ejemplo, la mujer nunca habla de que ella puede, a través de la masturbación, autonocerse. Una mujer que conozca su cuerpo, su forma de sentir,  que sepa dónde experimenta más sensaciones, que disfruta de su sexualidad a solas, la va a disfrutar mucho más en pareja. 

El problema es que la mujer no conoce su cuerpo ni su respuesta sexual y ese desconocimiento la lleva a que no pueda disfrutar su vida íntima. 

A eso se suma que muchos hombres se olvidan de estimularlas adecuadamente. Se olvidan, por ejemplo, del clítoris  durante la penetración y resulta que la mujer no es solamente vagina o clítoris. No. Estas dos partes se relacionan y deben ser estimuladas conjuntamente. Como ellas (y mucho menos ellos) no saben cómo funcionan, cómo las hace vibrar, les resulta muy difícil poder disfrutar la vida sexual en pareja. 

Hay aceites, geles y ahora el spray hecho en Cali que pueden ayudar a que las mujeres se sientan mejor, pero ellas tienen que usar su cerebro, tienen que estar estimuladas y motivadas a la sexualidad para poder disfrutarla.  Y esa motivación proviene de cómo se siente con su pareja, qué grado de comunicación y de confianza tienen, si le puede comunicar a su cónyuge lo que sexualmente le gusta o no.

Tengamos en cuenta también que la satisfacción sexual no se da por la penetración sino que esta satisfacción se origina desde el juego previo, desde lo erótico, desde los mimos que recibe de la pareja y si se quiere  estar con esa persona, porque esta le debe atraer, gustar.

Por eso, tener ese deseo, esa energía  sexual depende, más que de factores externos, de nuestra propia psicología. Y resulta que el deseo sexual de la mayoría de las parejas se apaga es porque se rutiniza la relación, en la que el hombre, por ejemplo, ya no le importa la satisfacción femenina, no invierte en conquista, no hay un preludio adecuado, pretenden satisfacerse solamente ellos y no buscan la satisfacción de su pareja.  Esto hace que muchas mujeres terminen insatisfechas sexualmente y en esas circunstancias, no hay aceite, gel o spray que valga.

 

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