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"No creo que para estar a la moda tienes que ponerte a cantar reggaetón" Diana Serna

Diana Serna no es solo una de las voces más bellas de esta ciudad, es una cantante que ha hecho parte de la historia musical de sus más grandes agrupaciones.

21 de junio de 2013 Por: Redacción Revista Gente

Diana Serna no es solo una de las voces más bellas de esta ciudad, es una cantante que ha hecho parte de la historia musical de sus más grandes agrupaciones.

Usted, seguro, la recuerda bien, es la misma muchacha de voz afelpada que interpretó junto a Gustavo Rodríguez una de esas canciones que hizo historia en la salsa caleña de los años 90: ‘Nunca te dejaré ir’Algunos evocan ese episodio como su debut en la música. Pero no: Diana Serna, la dulce Diana Serna, viene escribiendo su historia profesional desde que era apenas una adolescente de 13 años. Corría 1982 cuando ella, estudiante de La Sagrada Familia, se quedó con el primer lugar de un famoso concurso nacional de talentos promovido por el programa Estudio 80. Ese fue el principio de todo. Lo demás se llama estar en el momento y el lugar indicados: gracias a ese concurso conoció a productores que comenzaron a poner su voz al servicio de ‘jingles’ para marcas como Colgate. Aún andaba con uniforme de colegiala, “cuando, con apenas 14 años, participé de una audición para la orquesta La Misma Gente. Fui, me escucharon y enseguida me propusieron trabajar con ellos. Lo que pasa es que yo realmente me veía como de 18. Fue una época inolvidable, de conciertos, de giras por Estados Unidos. La época en la que pegaron canciones como ‘Titicó’ y ‘Juanita Ae’ que fue disco de la Feria de Cali”.Y la buena estrella no se apagó durante años: Diana fue corista permanente del Grupo Niche y la Orquesta Guayacán, al mismo tiempo. Pero no hubo lío: “Recuerdo una noche en la que se presentaban ambas orquestas en un mano a mano. En medio de las canciones, Jairo Varela le decía a Aléxis Lozano que mi voz era quizás lo único que tenían en común las dos orquestas. Era muy divertido”.Fueron años, cuenta, “de muchísimo aprendizaje al lado de dos grandes músicos. Con Jairo me habían prevenido mucho, que era de carácter fuerte, pero yo la verdad me sentí siempre como una consentida”. Fue un aprendizaje del que Diana luego echó mano para trabajar al lado de grandes estrellas de la música latina como Gloria Stefan, Thalía y Cristian Castro. Con la artista cubana, de hecho, grabaría uno de sus álbumes más celebrados: ‘Abriendo puertas’ que contenía el tema ‘Farolito’. Un año más tarde, en el 96, Gustavo Rodríguez le propone aquél proyecto, el de la famosa canción romántica. Ese, pues, es el punto de partida de este diálogo afinado. ¿Qué recuerdos le quedaron de esa canción ‘Nunca te dejaré ir’?Los más grandes. Creo que en las cuentas de Gustavo ni en las mías estaba que esa canción fuera a tener el éxito que tuvo. Porque no fue solo en Cali, se escuchó en siete países. Después de ese proyecto, a muchos les quedó la sensación de que Diana Serna se había retirado de la música...Decidí tomarme unos años sabáticos, sí. Tenía en mente escribir un libro de fantasía pues llevo la vena de la escritura por el lado de mi padre, que fue periodista. En ese momento de mi vida sentí que debía parar, tal vez porque desde niña me había involucrado con la música casi de forma profesional; no me había graduado del colegio y ya estaba estudiando música en el Conservatorio. Fueron años agotadores en los tuve que cambiarme la falda de cuadros del colegio por un vestido de lentejuelas para cantar los fines de semana. Faltar hasta dos meses a clases por las giras con La Misma Gente. Sentí que era necesario parar. Y a qué se ha dedicado en todos estos años...Muchísimas cosas, a veces me pregunto cómo me ha alcanzado el tiempo para trabajar en tantos proyectos e incluso estudiar periodismo. He hecho muchísimos ‘jingles’ y también coros para cantantes y orquestas. Y cuando graba ‘jingles’ no extraña los viejos tiempos de tarima y conciertos...Ambas facetas las disfruto. Y de ambas he aprendido mucho. Ahora mismo, de hecho, estoy colaborando en un proyecto que busca rescatar el ‘jingle’ como un generador de sentimientos, al estilo de los de Coca-Cola o los que he grabado con Kike Santander para Águila Roja. Ese rasgo se ha ido perdiendo mucho en la publicidad que se hace ahora. Además, este otro lado me permite explorar otra clase de proyectos como narrar documentales para Discovery y History Channel. Pero, de verdad, extraña esos años de reconocimiento...Lo que creo es que he aprendido a moverme en ambos escenarios. Claro, cuando estás detrás no hay luces, ni farándula, ni medios. Yo creo que fui una de las pioneras de las cantantes de salsa en Cali y eso me hace sentir orgullosa. Pero hacer ‘jingles’ implica un proceso creativo que te hace crecer musicalmente. Estar sobre los escenarios es limitarse a las tendencias del mercado, que es algo con lo que poco he estado de acuerdo. Pero, son las reglas de la industria de la música...Sí, pero de alguna manera yo he sido un poco rebelde frente a eso. No creo en eso de que para estar a la moda tienes que ponerte a cantar reggaetón, como hacen muchos ahora; ese es un camino fácil. Llegas a un estudio, dices cuatro o cinco frases, que luego un productor pasa por un afinador de voz. Para mí eso no es música. Hace poco la vimos en un concierto de salsa de mujeres. ¿Ya se decidió volver al ruedo?Fue un proyecto muy grato liderado por Jose Aguirre. Y con las mujeres que participamos hemos seguido reuniéndonos para seguir aprendiendo y estudiando técnica. En este oficio hay que formarse todo el tiempo. Y me he preparado al lado de Connie Medina y de Ron Anderson que ha trabajado para Alice Keys y Lenny Kravitz. ¿Y en qué anda Diana Serna ahora?Estoy trabajando como ‘vocal coach’ en Cali y en un proyecto muy interesante cuyo productor es Julio Ramirez de All Music Studios. Los músicos son algunos de los más destacados talentos jóvenes de Cali. Y los pianos los está grabando en Córdoba- Argentina Pablo Cordero, coach de La Voz Argentina.

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