El pais
SUSCRÍBETE

Marlon Moreno, el actor caleño que acapara las pantallas de cine y televisión

Marlon Moreno cuenta que después de diez meses de estar desempleado se vino un tsunami de producciones que él protagoniza, pero que hace mucho grabó. “No es mi culpa”, advierte. Pronto se estrena la película ‘Cazando luciérnagas’.

17 de octubre de 2013 Por: Redacción de El País

Marlon Moreno cuenta que después de diez meses de estar desempleado se vino un tsunami de producciones que él protagoniza, pero que hace mucho grabó. “No es mi culpa”, advierte. Pronto se estrena la película ‘Cazando luciérnagas’.

El caleño Marlon Moreno está omnipresente en el cine y muy pronto en la pantalla chica. Acaba de estrenarse la película de Antonio Dorado, donde interpreta a un capo, y el próximo 25 de octubre estará en las salas ‘Cazando Luciérnagas’, en la piel de un vigilante de una mina y en dos semanas, los venezolanos lo verán en ‘Secreto de Confesión’, interpretando a un asesino.En septiembre comenzó grabaciones de la tercera temporada de ‘El Capo’, una marca a la que está amarrado hasta que no funcione, como explica él. Hablamos con el actor que prefiere vivir en la ficción y guardar la realidad para su intimidad. ¿No se siente muy sobreexpuesto con tantas películas en fila?Ese es el bendito problema, hicimos ‘Amores peligrosos’ hace tres años. Hice ‘Cazando Luciérnagas’ con Roberto Flores y ya se estrena; hice ‘Secreto de Confesión’ en Venezuela, de Henry Rivero, que dicen que se estrenará en noviembre, todas las hicimos hace tres años. Es una vaina muy extraña. Me pasé diez meses de la vida desempleado y no fue sino decir ‘empiezo a trabajar’ y me dicen ‘ve, Marlon, vamos a estrenar Amores Peligrosos’. Y se viene un tsunami de producciones que protagonizo y no tengo la culpa (risas). Le decía a mi mujer: ‘ahora van a decir, ‘¡Eh!, ese ‘hp’ las protagoniza todas. Y es que llega el momento en que uno las hace, pasa el tiempo, se desconecta y de un momento a otro se vienen todas juntas y se viene televisión también. Así es la vida.Y ya viene la nueva temporada de ‘El Capo’, ¿no?.El Capo 33 (risas). La misma broma se la hicieron a Stallone. (Risas).¿Cómo hizo para marcar una diferencia entre el capo de ‘Amores peligrosos’ que se cree empresario con los otros que ha interpretado?No, es un empresario de alto riesgo. (Risas). ‘Toño’ me dice que lo logré, yo le creo un poquito a ‘Toño’. Vamos a ver. Porque claro, he hecho varios ya... pero siento que los he hecho diferentes. Y que Fernando es diferente. Le propusimos al personaje una actitud corporal encorvada, un tono de voz bajo, que siento yo, no sé si es en las tinieblas de mi cerebro, que son diferentes. Aquí hablan de encasillamiento, pero en el mundo actual la memoria funciona como el twitter. Me acuerdo del tuit que puse hace un minuto, pero del de ayer ya no. Me iré envejeciendo y me darán otros personajes. Muchos me recordarán por este, otros ni siquiera me recordarán. ¿Cómo le fue con las escenas subidas de tono con Juanita?Siento que nos fue bien, que fueron muy tranquilas. Estábamos muy frescos. En el medio televisivo las características de realización de estas escenas son diferentes, por eso las actrices llegan prevenidas a la escena, mi temor y mi mayor reto era ofrecerle a Juanita la mayor confianza y tranquilidad, porque me considero un hombre en todo el sentido de la palabra y siento que tengo la capacidad para conquistar una mujer fuera de tener unas escenas eróticas. Debía darle esa confianza para que se sintiera tranquila y así lo hicimos. En la escena fuimos como un tobogan, terminó y le pregunté: “¿estás bien?”, siempre cuidándola mucho, porque Juanis es una mujer y actriz joven y era su primera experiencia cinematográfica que va a marcar su vida. No es fácil tú decir: “mucho gusto” y “vámonos para la cama”. Eso pasa en las discotecas, pero luego de unas cuantas copas. Nosotros no nos habíamos tomado nada y teníamos a 40 personas viéndonos. ¿Qué tanto ha cambiado a través del tiempo en usted la forma en la que asume los personajes?Cada vez estoy más loco, me arriesgo más a pasar esa línea roja, me pierdo al fondo y cada vez tengo más detractores. Cuando me involucro estoy más metido en ese universo y eso hace que muchos actores digan: “No, pero este marica se la pasa todo el día metido en el personaje”. Pero es mi forma de trabajar. Ha sido una enfermedad gradual. A los 40 años algo me hizo como un click y empecé a sentir la actuación distinto. Hoy, siete años después, siento una satisfacción cada segundo. Y cuando dicen: “Corten, vamos a repetirla”, me da mucha alegría, es la posibilidad de corregir ciertos puntos.¿Está más metido en la ficción que en la realidad?Sí. Cada vez me rayo más, la ficción me atrae más que la realidad, me siento más a gusto en ese universo paralelo que en este mundo, que a veces siento que me queda como grande. Las relaciones humanas me pesan mucho, siento que no me comprenden. Los actores somos esa raza de incomprendidos y tenemos que seguir siendo una raza indomable para que podamos hacer cosas que de verdad le interesen al mundo. Lo que pasa es que el medio se ha llenado de figuras que viven del ‘fashion’, de cómo me veo, cómo salgo en tal revista y llegan al set a lo mismo. Me encuentro con compañeros que segundos antes de empezar la escena están concentrados en el Iphone y yo no puedo hacer eso, mi teléfono se queda en el camerino y no lo vuelvo a ver hasta el corte.¿Es más exigente ahora al escoger un personaje?Claro. Tengo un producto que ya se volvió una marca y me tiene amarrado, y es una vaina que voy a hacer hasta que ya no funcione, de resto tiene que ser un papel que me exija desde los huevos, el corazón y el cerebro. Cada vez uno se aparta más, ahí es cuando te comienzan a criticar: “este man se ha vuelto así”... No voy a darle gusto al mundo entero, porque cuando esté viejo al que tendré que darle cuentas es a mí mismo.Cazando LuciérnagasDespués de ganar cuatro Kikitos de Oro en el Festival de Cine de Gramado en Brasil, la película Cazando Luciérnagas fue seleccionada para competir en el Festival Internacional de Cine de Chicago en Estados Unidos, uno de los más importantes a nivel global.Protagonizada por Marlon Moreno y Valentina Abril (que obtuvo el premio de mejor actriz en Gramado (Brasil)), relata la historia de Manrique, el vigilante de una mina de sal abandonada que interrumpe su soledad por la llegada de Valeria, una hija de trece años cuya existencia no conocía.

AHORA EN Entretenimiento