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Mánagers: los 'obreros' del éxito de los actores y cantantes de Colombia

Ellos son quienes hacen el ‘lobby’ para que otros adquieran fama. Algunos mánagers de artistas logran tanto o más reconocimiento que sus representados. Historia de talentos a la sombra.

11 de febrero de 2013 Por: Isabel Peláez | Reportera de El País

Ellos son quienes hacen el ‘lobby’ para que otros adquieran fama. Algunos mánagers de artistas logran tanto o más reconocimiento que sus representados. Historia de talentos a la sombra.

Pueden llegar a manejar hasta 80 artistas simultáneamente, como lo hace María del Socorro Valencia, quien tiene representados en Colombia, México y Miami. Los mánagers en el país se ganan hasta el 20% de lo que reciben por contrato sus representados. Y terminan convertidos en padres, confidentes, psicólogos, abogados, vestuaristas de los famosos y hasta en fotógrafos de sus seguidores.“Hoy en día cualquiera se mete de mánager, en Colombia hay unos 70, ya no sé ni cuántos, pero los verdaderos mánagers no pasamos de 10”, afirma Claudia Flórez, mánager de Juan Pablo Raba y Mónica Fonseca, quien lleva en este oficio una década. “Ser mánager no es poner fotos en un ‘book’, hacer una página web y ofrecer a los actores solo para cobrar una comisión”, protesta indignada.El verdadero mánager toca las puertas de los canales y productoras de televisión diariamente para ofrecer a su talento. Revisa los proyectos que le ofrecen al actor, le dice si le conviene o no, y juntos deciden qué tomar y qué dejar, qué dinero pedir, es quien negocia con los productores la parte legal. La mayoría son periodistas o publicistas fugados, que hacen escuela como cazadores de talentos, expertos en hacer ‘lobby’, en buscar ‘castings’, e incluso, en encubrir escándalos. Aunque algunos son provocadores de los mismos. Así lo admite Fernán Martínez: “Cuando la estrella no produce noticias, uno las debe crear”. Por eso el payanés, quien convirtió al tímido Juanes en un ‘rockstar’ mundial, se inventó que a Julio Iglesias le habían robado los zapatos en un país donde nunca se roban nada, en Japón, donde apareció una mujer que dijo tenerlos en su poder y que ofrecía US$500 por conservarlos. Con Juanes fue más lejos, mandó forrar el metro y muchas calles de Japón con afiches del paisa y el letrero ininteligible que traducía: ‘El príncipe de la canción’. Cuando cantó en vivo, le llovieron calzones y brasieres por obra y gracia de Fernán, quien los mandó a comprar y a repartir entre las fanáticas, con tal de subirle el ánimo a su incrédulo y tímido artista. Hay quienes en vez de atraer fans, se las espantan. Por ahí pasó Carlos Alberto Galeano, ‘Cabeto’, quien dice que le toca hacer de “policía malo”. Como la vez que estaba con Marlon Moreno en el ‘stand’ de una marca que él patrocinaba. Llevaba horas allí y la gente no lo dejaba ni ir al baño. “Él no aguantó, se paró y se fue, pero las seguidoras se le metieron allá y hubo que sacarlas”.También ha tenido que capotear mitos, de esos que se forma el público con estrellas como Marlon Moreno, a quien algunos han tildado de antipático. “Lo contratan para hacer firmas de autógrafos y presentaciones en público, y lo hace con la mejor disposición, pero cuando ya van 500 fotos y autógrafos, cualquiera se cansa. La gente no entiende que llega un momento en que necesita parar y piensan que es porque es un mal tipo. Pero quien lo conoce, sabe que es muy descomplicado”. Él no niega que a veces sí tienen que bajarles los humos a sus representados, como dice María Fernanda Cortés, mánager de Juan Pablo Espinosa, Aída Morales, Cristina Campuzano y Ricardo Leguízamo: “Los actores tienen su momento de ego alto, si veo que se les está subiendo, les digo, para ser su polo a tierra y que no se vayan a ir por falsos manejos de éxito”. En eso coincide ‘Cabeto’: “A veces tanta fama los desvía. Especialmente los que ganan reconocimiento a corta edad, se deslumbran un poco, pero uno los hace aterrizar para que no pierdan el norte”.El papel del mánager incluye acompañar al artista en la escogencia del personaje, hacer su negociación económica y contractual, buscar apoyo en las redes sociales, campañas públicas y actividades fuera de la televisión. Para ello se valen de equipos conformados hasta por 9 personas, entre asistentes, jefe de prensa para promoción, contador, cajero, personal de casting y administrativo que se encarga de que todo esté al día en seguridad social, de estar pendiente de que las facturas lleguen a tiempo a los canales, entre otros. Cuando los actores trabajan fuera del país, mánagers como Claudia Flórez, viajan con ellos y se están mínimo una semana, para instalarlos y revisar que se den las condiciones que pidieron en el contrato, como lo hizo con Juan Pablo Shuk con quien arrancaron de cero en España y lograron contratos en cine y televisión. Es que no hay nada mejor para un mánager que ver crecer profesionalmente a un artista suyo . “Con Ximena Rodríguez (Viviana, en ‘A mano limpia’) duramos mucho luchándola, llevándola a castings, hasta que quedó en el elenco”, dice Claudia Flórez. A Merce García lo único que le ha dolido de ser ‘cero’ farandulera es no haber visto a Yuri Vargas recibir el India Catalina a Mejor Actriz Antagónica de telenovela por ‘Amor sincero’.¿Y qué habría sido de Rafael Novoa de no haberse topado con Marisela Marulanda en la entrada de un canal de TV? Ella que había visto a ese muchachito flaquito en un papel secundario en la novela ‘Flor de Oro’, lo abrazó efusiva y le dijo: “Voy a ser tu representante”, y lo cumplió, aunque él le dijera que solo se ganaba $100.000 mensuales y no tenía para pagarle. Manolo Cardona, Diego Cadavid, Paola Rey, Zharick León y Sonya Smith son otros de sus hijos putativos. Y más vale que la prensa no se meta con ellos: “Los artistas son quienes sufren, porque son sensibles. Yo no sufro... me pongo histérica, porque no creo en el periodista de farándula que busca degradar, por eso he vetado a muchos”. Por eso se enfrentó con una periodista, por “tratar de dañar la imagen de Luly Bosa”, pero la actriz salió airosa.Y si sufren con las angustias de otros, cómo será ‘Mafe’ Cortés, mánager de su esposo, el actor Patrick Delmas. “Trabajar con la pareja es difícil, durante un tiempo tuvo otros mánagers, pero después decidimos que fuera yo, porque la comisión que hay que pagar es alta. Me afectan los chismes que competen a nuestra vida privada, pero Patrick nunca da qué hablar”. Claudia Flórez dice que lo más difícil es “ayudarles a los actores a conseguir estabilidad. Pueden hacer una novela a principio de año, durante seis meses y durar un año sin trabajo, porque no encuentran un personaje en el que encajen”.

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