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¿Le terminaron sin darle ninguna explicación?, usted podría ser víctima del 'ghosting'

Si no le contestan llamadas ni correos, ignoran sus mensajes en Whastapp y hasta lo bloquearon de Facebook, usted podría ser una víctima más del ‘ghosting’ o fantasmeo: la nueva forma de romper una relación amorosa.

13 de noviembre de 2016 Por: Meryt Montiel Lugo | Editora Equipo de Domingo

Si no le contestan llamadas ni correos, ignoran sus mensajes en Whastapp y hasta lo bloquearon de Facebook, usted podría ser una víctima más del ‘ghosting’ o fantasmeo: la nueva forma de romper una relación amorosa.

Ghosting. Fantasmeo. Houdinazo. Estas son tres palabras que se están poniendo de moda en el mundo, especialmente entre los más jóvenes. ¿La razón? Las tres hacen referencia a la novedosa forma de terminar una relación amorosa: haciéndose el fantasma, desapareciendo como por arte de magia, al igual que lo hacía el famoso mago y escapista holandés Harry Houdini. 

El ‘fantasma’ de hoy ya no se evapora como en la época de nuestras abuelas diciendo: “Voy por unos cigarrillos a la tienda, ya vuelvo” y nunca más se sabía de él. No. El ‘ghost’ o fantasma contemporáneo no le responde  llamadas ni emails; ignora sus mensajes de whatsapp;  le bloquea de Facebook, Instagram, Twitter y de cuanta red social o aplicación utilicen. En fin, huye, desaparece sin ponerle la cara, sin darle  la más mínima explicación.

Esta actitud es más frecuente de lo que se supone. Estudios a nivel mundial lo demuestran. Como la encuesta realizada por la revista Elle entre sus lectores, que revela que  26 % de las mujeres y 33 % de los hombres admitieron tanto haber sido víctimas de ghosting, como haberlo practicado. O el estudio de la escritora experta en citas por internet Julie Spira que indica que el 80 % de los millenials (nacidos entre 1984 y 1995) han fantasmeado o les han hecho fantasmeo.   

Los jóvenes caleños se han dejado contagiar de este fenómeno cultural que se ha ido generalizando. De acuerdo con la psicóloga e investigadora de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Linda Teresa Orcasita. En estudios que han realizado sobre esta población, han encontrado “que es una tendencia terminar las relaciones a través de redes, bloqueando a la otra persona. Se les hace más sencillo afrontarlo de esta manera y no asumir las consecuencias. Lo llaman desaparecerse y lo hacen con el fin de no dar explicaciones”.

Pero, ¿qué tipo de personas asumen este comportamiento?, ¿qué consecuencias trae en el ‘fantasma’ y en su expareja? ¿Qué debe hacer la persona abandonada? La psicóloga Linda Teresa  Orcasita, de la Javeriana  Cali; la psicóloga del Colegio Nuevo Cambridge Catalina Malaver y  el psicólogo terapeuta familiar René Solano, nos ayudan a despejar estos interrogantes.

Quiénes se vuelven ‘fantasmas’Personas que usan la evasión como un mecanismo para no enfrentar los efectos que tiene terminar una relación: emocionales, familiares, sociales (como por ejemplo, los grupos de amigos que se comparten) y para no tener que dar explicaciones incómodas. Tienen miedo de afrontar los sentimientos del otro y llenarse de culpas. Para evitar esos sentimientos desaparecen sin afrontar realmente la situación. Quienes quieren tomar una decisión radical de terminar la relación y no permitir que el otro le diga ‘intentémoslo, démonos otra oportunidad’. Lo ven como  solución efectiva.Los que no tienen explicaciones o suficientes razones o motivos para terminarle al otro. No son capaces de decirle que se han enamorado de otra persona, que han encontrado otra pareja y prefieren huir antes que asumir la explicación.Individuos con devaluados sentimientos de compromiso con una relación. Tienden a  ser narcisistas, se centran solo en el bienestar de sí mismos.  A través de diferentes redes sociales  inician relaciones poco comprometidas, en las que no hay una valoración completa del otro. La pareja solo representa un rato de sexualidad, un provecho para sí mismo. No hay suficiente valoración de la otra persona y mucho menos consideración con ella.Los que hacen un corte emocional con el que tratan de expulsar de su vida todo tipo de sentimientos de vinculación. Por eso no hacen el proceso de llamar al otro, hablarle, darle explicaciones, no hacen un proceso de cierre de la relación. Piensan que se ahorran una molestia  y se liberan de tensiones emocionales, pero no están viviendo un proceso de cierre que es necesario para ambos.
? Qué hacer frente al fantasmeoEl abandonado no debe buscar a su expareja  ni inundarlo de mensajes para exigirle una explicación o rogarle que vuelva,  porque puede hacerse más daño emocional. Lo mejor es alejarse, porque claramente su ‘ex’ le está enviando el mensaje que no quiere estar más a su lado.  Hay que asumir que la relación no está funcionando y que no merece que le preste atención. Siga adelante, la vida continúa. Busque espacios terapéuticos,  espirituales o de amigos y familiares para poder elaborar la situación, conversarla, con el fin de analizar las cosas positivas y las que afectaban la relación y poder sacar conclusiones sobre lo que ocurrió y entender que  el otro es una persona que busca la evasión y que a futuro no le convendría.Asumir el duelo  como si terminara la relación de forma normal. Será más difícil el cierre porque la persona no ha escuchado del otro las razones por las que quiso finalizar y queda la duda de qué se pudo haber hecho  para salvar la relación. Pero lo que debe pensar es que ese otro no le merece porque no le respeta, y la prueba es que  ni siquiera se tomó el tiempo para escribirle, decirle la verdad y cerrar el capítulo.No se culpabilice totalmente  por la ruptura,  ya que en una relación, como en un conflicto, ambos cónyuges participan, aportan. Entienda que la otra persona también tuvo que ver con lo que pasó. Si ha sufrido varias experiencias de ghosting  examine cómo está eligiendo pareja,  respétese a sí misma y no caiga en el mismo patrón. Y si usted es un fantasma no se justifique  pensando que escapar es una actitud normal.  No. Es una conducta inadecuada que trae consecuencias para usted y su pareja. Lo mejor es que tengan una conversación franca, asertiva y si la relación  no va más, ambos deben aceptarlo con respeto y cerrar este capítulo de su vida de forma sana.   Procure tener encuentros reales  en esta sociedad tan virtualizada, contactos personales con su pareja que les permitan comunicarse más allá de un chat o una llamada.  Eso es sentarse juntos a hablar, saber que una vez por semana pueden ir a un restaurante, por ejemplo,  y mirarse a los ojos. No base la relación solo en las nuevas tecnologías.
Consecuencias para el abandonadoExperimentan sentimientos de  abandono, rechazo, dolor, tristeza, ira, rabia, de injusticia e impotencia.Tiene costos emocionales muy altos.  Como la persona no tiene ese proceso de cierre de la relación, ya que no sabe por qué ocurrió el rompimiento,  puede presentar situaciones relacionadas con ansiedad, depresión y  afectación de la autoestima. Si ella tiene una concepción muy negativa de sí misma, el hecho de que el otro le termine sin darle una explicación puede influenciar aún más ese concepto negativo.Puede repercutir este hecho  en sus futuras relaciones:  se le hace más duro volver a creer en alguien, en el amor, a volver a asumir una relación de pareja. De ahí que podría experimentar las llamadas relaciones líquidas: frágiles, exprés, en las que no hay verdadero compromiso.Se culpabiliza  ciento por ciento por lo que pasó.Consecuencias para el que desapareceSe acostumbra a deshacerse de la gente no respondiéndole.  No asume responsabilidad de sus acciones y esto es un factor clave no solo a nivel de pareja sino en el campo laboral, académico, familiar, social, que tiene implicaciones. Experimenta sentimientos de remordimiento,  culpa y vergüenza por no tener la valentía de confrontar al otro, de dar las explicaciones del caso. En algunas ocasiones no son conscientes del daño que causan  porque ven este comportamiento como algo normal y lo justifican asegurando que hoy la mayoría de personas lo hace y que no le quieren hacer daño al otro, que no desean hacerlo sentir mal. Como socializa mucho a través del mundo virtual  se siente incómodo con el contacto interpersonal.Es más difícil su proceso de empatía:  ponerse en el lugar del otro; reconocer el dolor que el otro experimenta. Si se arrepiente de su conducta  es casi imposible que vuelva a recuperar a la pareja por la gravedad de lo que hizo.

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